Djukic no renueva a Albelda
El t¨¦cnico serbio del Valencia le comunica al mediocentro que no cuenta con ¨¦l despu¨¦s de 15 temporadas en Mestalla
Seg¨²n la ley inalterable del f¨²tbol, Jorge Valdano, entrenador del Real Madrid en 1994, hubo de retirar en su d¨ªa a Butrague?o a pesar de haber sido compa?eros y amigos. Ahora Miroslav Djukic, entrenador del Valencia, le comunic¨® ayer por la tarde a Albelda que no cuenta con ¨¦l para la pr¨®xima campa?a, despu¨¦s de 15 a?os como titular en el mediocentro de Mestalla. Ambos compartieron vestuario y la ¨¦poca m¨¢s exitosa de la historia del club, sobre todo la Liga de 2002, cuando Albelda, de 25 a?os, se abraz¨® llorando a su hermano mayor, Pepe, en el c¨¦sped de La Rosaleda, para festejar la primera Liga valencianista en 31 a?os.?
Cuando el Valencia ataca, ¨¦l ya piensa en c¨®mo va a defender al perder el bal¨®n" Pep Guardiola
A pesar de que Djukic lo hab¨ªa insinuado al firmar la semana pasada como entrenador ("Vamos a ser francos con Albelda", declar¨®), la confirmaci¨®n no dej¨® de consternar al entorno blanquinegro. Albelda es mucho m¨¢s que un jugador. Ha sido un pilar resistente a todos los ¨¦xitos y todos los fracasos deportivos e institucionales de Mestalla en estos tres lustros de futbolista. Lo mejor es haberse permitido el lujo de marcharse por la puerta grande, en plena forma en el ¨²ltimo tramo de la temporada, coincidiendo con la remontada del equipo dirigido por Ernesto Valverde, de und¨¦cimo a quinto, a un cent¨ªmetro de entrar en la Champions, tras la destituci¨®n en noviembre de Mauricio Pellegrino, que apenas hab¨ªa contado con ¨¦l.
Gracias por estos maravillosos a?os Albelda
Albelda (La Pobla Llarga, 1977) cumple 36 a?os el 1 de septiembre. El Valencia ha fichado a un sustituto, Javi Fuego, que quedaba libre en el Rayo. Pero no era la primera vez. El club fue fichando medios de contenci¨®n para competir con ¨¦l a lo largo de estos a?os. Los venci¨® a todos. Y fue salvando obst¨¢culos, el peor los abucheos enfurecidos de la grada cuando denunci¨® a la entidad tras haber sido apartado del equipo por el t¨¦cnico Ronald Koeman a instancias, seg¨²n entend¨ªa el jugador, del presidente, Juan Soler, con quien hab¨ªa iniciado una batalla feroz en 2008. Le advirti¨® de su megaloman¨ªa. Y fue marginado junto a Ca?izares y Angulo. Pero de los tres castigados, fue el ¨²nico que se sobrepuso. El tiempo le dio la raz¨®n. Y acab¨® conquistando otra vez el coraz¨®n de la grada, aunque se dejara muchos jirones por el camino: el fin de su etapa en la selecci¨®n, donde fue 51 veces internacional; y la negativa a volver a ser capit¨¢n, aunque, pasados los a?os, volvi¨® a serlo. Saboreando m¨¢s el f¨²tbol en esta ¨²ltima fase. M¨¢s relajado. Recordando viejos tiempos. Como cuando asom¨® la cabeza por la cabina del avi¨®n procedente de Sevilla con la segunda Liga al hombro, en 2004, las dos con Rafa Ben¨ªtez en el banquillo. Aquella imagen? representaba el triunfo de un jugador de pueblo que hab¨ªa desafiado y vencido a los gal¨¢cticos del Madrid y del Bar?a.
Ha sido un pilar resistente a todos los ¨¦xitos y todos los fracasos deportivos e institucionales de Mestalla
Su buena relaci¨®n con el anterior presidente, Manolo Llorente, le hubiese facilitado un puesto en el organigrama del club. Cualquier puesto. Pero prefiri¨® seguir jugando hasta el final. Dotado de un extraordinario f¨ªsico (heredado de su padre, un ciclista profesional) y un notable sentido t¨¢ctico ("cuando el Valencia ataca, ¨¦l ya piensa en c¨®mo va a defender al perder el bal¨®n", dijo Guardiola para definirlo), Albelda quiere seguir un tramo m¨¢s en activo. Le gustar¨ªa probar en el extranjero, la Liga estadounidense preferentemente. Dolido en su orgullo por el no de su excompa?ero Djukic. Es la vida. "Gracias por estos maravillosos a?os", se despidi¨® el jugador. Al igual que otros 6 m¨ªticos que le precedieron (Puchades, recientemente fallecido, y Claramunt), Albelda queda para siempre en el imaginario de Mestalla.
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