Laporta ataca; defiende Rosell
El expresidente se postula como precandidato y la junta reforma los estatutos del Bar?a
Aunque las elecciones a la presidencia del Barcelona no est¨¢n previstas hasta el 2016, ya hay dos precandidatos, ambos muy conocidos, miembros de la misma candidatura en 2003. El uno es el actual presidente Sandro Rosell y el otro el expresidente Joan Laporta (2003 al 2010). Rosell expres¨® su deseo de presentarse a la reelecci¨®n en abril pasado ante el Senado del Bar?a. Hubo medios que interpretaron su mensaje como un deseo de adelantar los comicios, extremo negado ayer por portavoz del club Toni Freixa, quien compareci¨® precisamente al poco de acabar su exposici¨®n Laporta. El expresidente proclam¨® su intenci¨®n de volver a presentarse despu¨¦s de cuestionar la gesti¨®n de la actual directiva. A falta de una oposici¨®n organizada, Laporta quiere capitalizar con el tiempo el descontento posible hacia Rosell, firme por su parte en el cargo, dispuesto en cualquier caso a blindarse con una reforma de los estatutos para reforzar su mando.
Reforma de los estatutos
Voto de censura. El qu¨®rum para pedir un voto de censura, que era del 5% de socios o el 50% de compromisarios, pasa a ser del 15% de socios o el 50% de compromisarios.
El patrocinio de la camiseta. Ser¨¢ potestad de la Directiva determinar el patrocinio en la camiseta del primer equipo siempre y cuando no vulnere los valores ¨¦ticos e hist¨®ricos o perjudique la imagen del club. Tambi¨¦n ser¨¢ necesario un dictamen de la Comisi¨®n de Transparencia.
Antig¨¹edad. Los candidatos a la presidencia deber¨¢n tener una antig¨¹edad como socios de 10 a?os y los directivos, de cinco. Hasta ahora era suficiente un a?o de antig¨¹edad.
Poder de los compromisarios. Se estudia la posibilidad de que sea la asamblea de compromisarios la que apruebe el endeudamiento de un 20% del presupuesto, acepte o no la designaci¨®n de un miembro de honor del club (caso de Cruyff) y se refrende la supresi¨®n de alguna secci¨®n, como hizo la directiva con el b¨¦isbol
A Laporta le mueve ¡°la ilusi¨®n y la motivaci¨®n¡±, tambi¨¦n la experiencia ¡ª¡°s¨¦ c¨®mo se hace y ya tengo un equipo¡±¡ª- y un esp¨ªritu justiciero: ¡°A un hombre se le puede destrozar, pero no derrotar si sigue en pie y luchando. Quiero que salga la verdad¡±. El archivo por parte de la fiscal¨ªa de las diligencias contra su gesti¨®n sirvi¨® de argumento para reivindicar su inocencia ¡ª¡°me exoneran de responsabilidad¡±¡ªy replicar a la junta de de Rosell: ¡°Tienen una obsesi¨®n por destruir lo que construimos¡±. Y remach¨®: ¡°Les he perdonado por lo que nos han hecho, pero hacer las paces no es una cosa que est¨¦ por encima de la verdad. Ser¨ªa un error. El honor solamente se restituye con una asamblea de socios que retire la demanda¡±.
A su entender, los cargos que se le imputaban fueron la base de la acci¨®n de responsabilidad impulsada por el actual consejo. ¡°La informaci¨®n que la directiva y la empresa auditora KPGM dio a los socios compromisarios en la asamblea de 2010 era falsa¡±, enfatiz¨®. ¡°As¨ª que nos da pie para emprender acciones legales¡±. A Laporta le cuesta salir de una trama judicial compleja y en la que por contra se manejan mucho mejor los directivos de Rosell y tambi¨¦n la Asociaci¨® Per la Defensa dels Drets dels Socis, que siempre neg¨® cualquier vinculaci¨®n con la actual junta y la del expresidente Josep Llu¨ªs N¨²?ez, igualmente se?alado por Laporta: ¡°Vuelve el pasado oscuro¡±.
Laporta asegura que abandonar¨ªa la pol¨ªtica si finalmente vuelve a optar al cargo de m¨¢ximo mandatario
La sentencia de los avales, cuyo origen est¨¢ en los a?os de duraci¨®n de su mandato, y la acci¨®n de responsabilidad, pendiente de ser ejecutada, condicionan la capacidad de maniobra del expresidente, que en 2008 ya fue sometido a una moci¨®n de censura. Acusado de malgastar el dinero y abandonado por alguno de sus propios compa?eros de junta despu¨¦s de saber que su despacho hab¨ªa cobrado por asesorar a un magnate de Uzbekist¨¢n cuando era presidente del Bar?a, Laporta intenta ganar terreno como aspirante cuando reivindica el legado de su gesti¨®n deportiva y social que se sosten¨ªa en cuatro pilares: La Masia, Unicef, Cruyff y tolerancia cero. As¨ª, se mostr¨® implacable cuando se le demand¨® por asuntos relativos al equipo. Uno es la no renovaci¨®n de Abidal: ¡°La decisi¨®n perjudica al jugador y a la imagen del club; deber¨ªa haber continuado un a?o m¨¢s¡±. Otra es la no continuidad de Guardiola: ¡°La junta contribuy¨® a su agotamiento, no hizo lo suficiente para que se quedara, y en lugar de preservar su memoria y destacar sus m¨¦ritos se difunden noticias para manchar su legado¡±. Tambi¨¦n reprob¨® que Tito Vilanova sea un empleado que se limita a entrenar la plantilla que le dan: ¡°No puede ser un simple espectador de las decisiones deportivas y har¨ªa bien, como buen entrenador que es, en opinar con casos como el de Abidal y defender cuando procede a Guardiola¡±. Aplaudi¨® despu¨¦s la ¡°humildad¡± de Neymar, al tiempo que expresaba la misma inquietud que Cruyff sobre la convivencia del brasile?o con Messi, y lament¨® que no se haya podido retener a Vald¨¦s.
Laporta recrimin¨® igualmente a la directiva que la firma Qatar Airways campe por el estadio y acus¨® a Rosell de ser un ¡°inmaduro¡± cuando se supo que hab¨ªa firmado un documento con los boixos nois. No fue muy expl¨ªcito, en cambio, cuando se le demand¨® por los casos de espionaje que, siendo presidente, supuestamente organiz¨® el exresponsable de seguridad del Bar?a Xavier Martorell y que fueron costeados por el club: ¡°Tuvo un comportamiento profesional. No me consta que hubieran m¨¢s cosas. Yo no s¨¦ nada ni me consta que me espiaran a m¨ª¡±. Aunque es concejal de Barcelona hasta 2016, Laporta parce ahora m¨¢s centrado en el f¨²tbol que en la pol¨ªtica, quiz¨¢ tambi¨¦n porque se siente ¡°c¨®modo¡± con las personas que ¡°lideran el proyecto pol¨ªtico independentista de Catalu?a.
Carg¨® contra la junta de Rosell por la no continuidad de Guardiola y de Abidal
Toni Freixa, portavoz de la directiva, evit¨® el cuerpo a cuerpo con Laporta y le garantiz¨® que podr¨ªa presentarse a la reelecci¨®n, a pesar de que se endurecer¨¢n las condiciones. El consejo presentar¨¢ a la pr¨®xima asamblea una reforma de los estatutos por la que para ser presidente se precisar¨¢n 10 a?os de socio y cinco para ser directivo. Tambi¨¦n ser¨¢ m¨¢s dificultoso presentar un voto de censura: el qu¨®rum, que era del 5 % de socios o el 50% de compromisarios, pasar¨¢ a ser del 15 % de socios o 50 % de compromisarios. Y se aspira a que decisiones como las del patrocinio de la camiseta, el estadio o la supresi¨®n de las secciones sean sometidas tambi¨¦n a votaci¨®n de los socios. El proyecto del Camp Nou, por su parte, ser¨¢ sometido a refer¨¦ndum en 2014.
Muy resuelta, la directiva de Rosell asegura que aspira a mejorar la representatividad de la asamblea. Ahora mismo, al consejo de Rosell no le inquieta ninguna oposici¨®n sino que, en palabras de uno de sus miembros, se aplica la ¡°higiene democr¨¢tica¡± sin necesidad de que lo recuerde Laporta, que compareci¨® solo y sin embargo desafiante con la maquinaria del poder.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.