Un soldado y siete bajas
Verdasco estrena raqueta, ¡°un rifle¡±, y se rompe el r¨¦cord de retiradas en los grandes
Sobre la hierba de Wimbledon, los tenistas ¡°caen como moscas¡±, que dice la danesa Caroline Wozniacki: hasta siete abandonaron este mi¨¦rcoles el cuadro individual sin comenzar o disputar hasta el final sus partidos, lo que marca el r¨¦cord en cualquier torneo del Grand Slam de la Era Abierta (desde 1968) y eleva el total de la edici¨®n de Wimbledon 2013 hasta diez. Uno tras otro se retiraron los tenistas el mi¨¦rcoles (Steve Darcis, Marin Cilic, Yaroslava Shvedova, Jo-Wilfried Tsonga, Radek Stepanek, John Isner y Victoria Azarenka), aquejados unos de las consecuencias de una ca¨ªda en la resbaladiza hierba, penando otros lesiones previas, doloridos algunos en brazos y hombros que pagaron el tributo de una temporada extenuante que ya ha pasado su ecuador. Fernando Verdasco no fue uno de esos tenistas. ?l gan¨® 7-6, 7-6 y 6-4 al franc¨¦s Benneteau y sigui¨® su progresi¨®n ascendente desde el torneo de Madrid, cuando cambi¨® de entrenador (Ricardo S¨¢nchez) y empez¨® a probar raquetas, ¡°rifles¡±, que dice.
¡°He probado casi 20 modelos distintos, de diferentes marcas, desde ese torneo¡±, explic¨® el madrile?o, que luego se march¨® a ver c¨®mo el suizo Roger Federer sufr¨ªa contra el ucraniano Stakhovsky en un encuentro sin terminar al cierre de esta edici¨®n. ¡°Cog¨ª las tres, cuatro o cinco raquetas que m¨¢s me gustaban y las empec¨¦ a probar con tranquilidad, mientras segu¨ªa jugando con la antigua. En Par¨ªs (durante Roland Garros) ya tuve bastante claro que quer¨ªa probar con esta raqueta¡±, a?adi¨® el tenista, que juega sin haber firmado un contrato de patrocinio, preocupado por antes encontrar una herramienta de trabajo que se adapte a sus necesidades. ¡°Este es el arma con la que juegas en la pista¡±, subray¨®. ¡°Es como si un soldado que va a la guerra con un rifle que no funciona. Tienes que estar c¨®modo con la raqueta, con su cordaje es con lo que sientes la bola. Me tocaba probar todas y jugar con la que realmente m¨¢s me gustase¡±, cerr¨® el ex n¨²mero siete del mundo, ahora descendido hasta el n¨²mero 54, que jugar¨¢ por los octavos contra el let¨®n Ernests Gulbis.
Robredo, Almagro y Carla Su¨¢rez lograron el pase a la siguiente ronda
La estela del madrile?o marc¨® el camino al resto de tenistas de la armada. Tommy Robredo venci¨® 7-6, 7-6 y 6-1 al franc¨¦s Nicolas Mahut, coronado la semana pasada en la hierba de Holanda, y se cit¨® con el brit¨¢nico Andy Murray en tercera ronda. Nicol¨¢s Almagro, uno que solo tiene r¨¦cord de partidos ganador sobre arcilla, lleg¨® tambi¨¦n a tercera ronda tras eliminar a otro franc¨¦s, Ruffin, por 7-5, 6-7, 6-3 y 6-4. Carla Su¨¢rez, por su parte, se deshizo 1-6, 6-3 y 6-3 de Lucic, avanzando hasta la lucha por los octavos. Ninguno de ellos tuvo que buscar explicaciones para las ca¨ªdas de sus partidos, ninguno se sorprendi¨® por el ej¨¦rcito de bajas que se fue formando durante una jornada llena como siempre de resbalones sobre la hierba.
Bien lo sabe la portuguesa Larcher De Brito, vencedora por 6-3 y 6-4 del concierto de gritos que le enfrent¨® a la rusa Maria Sharapova, y que se quej¨® pese a su victoria: ¡°Hab¨ªa hierba muerta en la pista, y eso la hizo m¨¢s resbaladiza¡±, dijo, quiz¨¢s recordando la edici¨®n en la que se peg¨® un costalazo que la dej¨® sin competir durante tres meses de dolorosa baja. As¨ª es Wimbledon, el templo de la hierba: un grande para piernas fuertes y articulaciones de goma.
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