¡°Hoy, la clave es el movimiento¡±
Stan Smith, campe¨®n de Wimbledon en 1972, sostiene que para triunfar "hay que pagar un precio"
Cuando Stan Smith (1946, California, EE UU) habla desde sus 1,93 metros es f¨¢cil imaginarle repartiendo aces y voleas hasta llegar el n¨²mero uno mundial, la victoria en dos grandes, siete Copas Davis y una Copa de Maestros. Sentado en una terraza, repasa su carrera con EL PA?S.
Pregunta. Usted logr¨® el punto decisivo de la final de la Copa Davis m¨¢s pol¨¦mica de todos los tiempos. La Ruman¨ªa de Nastase y Tiriac contra sus Estados Unidos, en Budapest y en 1972.
Respuesta. Fue el primer partido detr¨¢s del tel¨®n de acero. Jugamos en tierra, bajo un tiempo terrible, con fr¨ªo y la arcilla mojada para hacerlo todo m¨¢s lento. Tiriac predijo que las posibilidades de su victoria eran de 10 contra 1. Desafortunadamente, muchos pensaron eso mismo en mi propio equipo. Los jueces de l¨ªnea eran locales, y uno de ellos hasta le dio un masaje a Nastase en mitad del partido, dej¨¢ndole su silla y d¨¢ndole una toalla. Era 1972. Jug¨¢bamos con dos jud¨ªos en el equipo justo despu¨¦s de los atentados de los Juegos de M¨²nich contra el equipo israel¨ª. La seguridad era impresionante. Bill y George, que iban como traductores, se ocupaban de eso. Nos pasamos diez d¨ªas sin parar en un sem¨¢foro. Desalojaron la s¨¦ptima planta del hotel, que ocupamos solo nosotros. Pusieron c¨¢maras en los pasillos. No se pod¨ªa subir al ascensor sin credencial. Una final de la Davis es suficientemente tensa por s¨ª sola, y en esa situaci¨®n¡ fue incre¨ªble. Mentalmente, un gran reto.
P. ?C¨®mo logr¨® abstraerse de eso?
R. Consegu¨ª algo de paz mental. Compet¨ª muy decidido. Estaba muy fuerte f¨ªsicamente, y eso ayud¨®¡ pero fue una gran batalla mental, m¨¢s que f¨ªsica.
P. En esa competici¨®n se enfrent¨® a Manuel Orantes.
R. El mejor tenista de tierra de mi ¨¦poca. Incre¨ªble. Gran derecha, rev¨¦s s¨®lido, buen saque, se mov¨ªa genial¡ pero quiz¨¢s le falt¨® confianza, creer en s¨ª mismo y golpes m¨¢s fuertes. Era t¨ªmido. Una persona pausada. Siempre fue duro ganarle. Tuvo una gran carrera.
P. La academia de Bollettieri, maestro de Agassi, Sampras, Courier o Sharapova, inculca a sus pupilos que deben ser bordes con sus rivales, no tener amigos. ?Qu¨¦ aconseja usted en la suya?
Manuel Orantes era el mejor tenista de tierra de mi ¨¦poca, pero quiz¨¢s le falt¨® confianza"
R. Les digo: Exprime tu talento. Para eso tienes que ser honesto con respecto a tus fortalezas y debilidades. Hay que pagar un precio. Hay gente que no lo hace. Tienes que estar listo para todo. En una ocasi¨®n, mi meta anual fue estar m¨¢s en forma que mi rival en el quinto set de la final de Wimbledon. En esa situaci¨®n perd¨ª en 1971, sin que la derrota tuviera que ver con mi preparaci¨®n f¨ªsica, y gan¨¦ en 1972.
P. Estaba y est¨¢ casado. ?Su matrimonio tuvo que pagar el precio de la vida viajera del tenista?
R. Cuando te casas, tienes que asegurarte de que tu pareja comprenda tu situaci¨®n. Federer es un buen ejemplo de eso. Lo tiene f¨¢cil porque puede pagarse ni?eras. Si no, cuando est¨¢s en una sola habitaci¨®n con tu mujer, los ni?os enfermos, despierto toda la noche¡ Duro. Yo tambi¨¦n pude pagar ni?era y dos habitaciones. Me hizo m¨¢s feliz. Me ayud¨®.
P. ?Qu¨¦ aprendi¨® de Pancho Segura, ex tenista y su maestro?
R. Le digo a la gente que estoy en contra de que el entrenador ayude al jugador en la pista. La raz¨®n es que este es un combate uno contra uno en el que tienes que sacarte las casta?as del fuego t¨² mismo. Tienes que estar en forma, comprender la t¨¢ctica, la estrategia y ser muy fuerte emocionalmente. Algunos jugadores, los d¨¦biles, se beneficiar¨ªan del apoyo de un entrenador. Segura es el tenista m¨¢s inteligente que nunca conoc¨ª. ?Por qu¨¦? Porque era peque?o. Por eso fue un gran analista, un gran competidor. Si hubiera sido mi entrenador, la ventaja habr¨ªa sido demasiado grande.
P. Usted particip¨® en uno de los cap¨ªtulos de La Batalla de los Sexos con la que Billie Jean King intent¨® llamar la atenci¨®n sobre la desigualdad entre hombres y mujeres en el tenis. Fue juez de silla en un partido entre su novia y un rival de su universidad.
R. Fue una cosa divertida. Un partido muy equilibrado. Di alg¨²n consejo¡ No quer¨ªa que el chico perdiera con ella (se r¨ªe).
Los jugadores menos talentosos no tienen que ser tan precisos como en mis tiempos"
P. ?En qu¨¦ ha cambiado Wimbledon como torneo?
R. En cosas incre¨ªbles. Parecer¨¢ poco, pero por ejemplo en la lavander¨ªa. Mi mujer o yo ten¨ªamos que buscarnos la vida, y ahora se soluciona en el vestuario. Sol¨ªan darnos una entrada en d¨ªas alternos para invitados. Si ten¨ªas dos padres, como era lo normal entonces, ten¨ªas un problema. Han hecho mucho con el transporte, la comida¡
P. ?Y el juego?
R. En el juego de hoy, el movimiento es la clave. Puedes pegarle fuerte, puedes tener una buena t¨¦cnica, que si no te puedes mover¡ Yo, con estas raquetas, hubiera tenido un servicio m¨¢s consistente, hubiera sido m¨¢s eficaz desde el fondo de la pista. Si golpeas una pelota con el centro de una raqueta de madera, la bola no sale disparada mucho m¨¢s lenta que con las de ahora; pero si no le das con ese centro tan peque?o por muy poco, es dram¨¢ticamente m¨¢s lenta. Esa diferencia ha dado a los jugadores menos talentosos m¨¢s control y fuerza. No tienen que ser tan precisos como en mis tiempos. Les ha dado m¨¢s oportunidades para ser mejores.
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