Del Potro gana a Ferrer de saque en saque
El argentino llega a semifinales (6-2, 6-4 y 7-6), donde se enfrentar¨¢ a Djokovic
Juan Martin del Potro jugar¨¢ las semifinales de Wimbledon tras tumbar 6-2, 6-4 y 7-6 a David Ferrer en un partido lleno de muecas y gestos de dolor, que el argentino compiti¨® con la rodilla izquierda y el espa?ol con un esguince en un tobillo, que debi¨® infiltrarse. Fue un encuentro para cabezas duras, una ma?ana para corazones fuertes, y lo domin¨® el n¨²mero ocho mundial apoy¨¢ndose en un d¨ªa brillante al saque: firm¨® un 72% de primeros servicios, gan¨® el 87% de puntos disputados tras ese saque y sell¨® 12 aces, por lo que se march¨® al borde de las l¨¢grimas, exultante tras citarse con el serbio Novak Djokovic (7-6, 6-4 y 6-3 a Berdych) por el pase a la final.
¡°Estuve muy cerca de retirarme, sent¨ª much¨ªsimo dolor al principio del partido, pero el doctor me dio unas p¨ªldoras m¨¢gicas¡±, dijo el ganador, que se da?¨® la articulaci¨®n en tercera ronda y luego se volvi¨® a caer a los cuatro minutos de su cruce con Ferrer. ¡°Ha sido una gran actuaci¨®n. He ganado a uno de los mejores, a un oponente muy duro. Estoy feliz¡±.
Del Potro estuvo excelente. Cada uno de sus tiros tuvo el peso de los gigantes, la decisi¨®n de los inspirados y el mordiente de unos afilados colmillos. Ferrer, que ha hecho carrera desde su capacidad defensiva, no encontr¨® c¨®mo contrarrestarle. La pelota de Delpo le lleg¨® con el peso de las decisiones definitivas: dentro o fuera, sin medias tintas. El argentino, como el espa?ol, tuvo la opci¨®n de dimitir, de escudarse en la articulaci¨®n, de decir ¡®basta, ya no puedo¡¯. Un tenista, claro, no llega a ganar un grande (Abierto de EEUU 2009) dej¨¢ndose apresar f¨¢cilmente por las dudas y los dolores, por el m¨²sculo que pide alivio y ayuda. Apretando los dientes, Delpo defendi¨® su suerte de saque en saque, acertad¨ªsimo y listo para detener cualquier intento de abordaje. Luego, al resto, coloc¨® m¨¢s de un 80% de pelotas en juego, por el poco m¨¢s de 60% que logr¨® Ferrer.
¡°Estuve muy cerca de retirarme, pero el doctor me dio unas p¨ªldoras m¨¢gicas¡±, dijo el ganador
Probablemente afectado por el tobillo izquierdo, que le dej¨® sin entrenamientos en los ¨²ltimos d¨ªas, el espa?ol pen¨® para recuperar jugadas que suelen estar en su repertorio y para lanzarse a la caza de los saques abiertos del argentino. Sin un agarre s¨®lido para cambiar de direcciones, el n¨²mero cuatro mundial se vio obligado a jugar cara a cara con el gigante, de poder a poder, m¨²sculo contra m¨²sculo. En ese cruce, el alicantino se qued¨® en desventaja, porque m¨¢s fuerte le pega Del Potro y m¨¢s r¨¢pida viaja su pelota. Sin un saque que le valiera de escudo, se vio exigido al riesgo, y en el riesgo de las dejadas y las pelotas apuradas perdi¨® el partido.
¡°?No sent res!¡±, gritaba el alicantino, superado ah¨ª donde se supon¨ªa que iba a mandar, el juego de fondo. ¡°?No siento nada!¡±, dec¨ªa, qui¨¦n sabe si refiri¨¦ndose a su pie, infiltrado para que no sintiera el esguince, o a su raqueta, con m¨¢s fallos que de costumbre.
En 2012, contra este mismo tenista y en este mismo torneo, Ferrer gan¨® apoy¨¢ndose en varios tiros de rev¨¦s paralelo, el que menos domina, que le permitieron abrirse el panorama, hacer m¨¢s ancha la pista. Hoy, de nuevo ante Del Potro, ese tiro no tuvo el mismo dictado en el encuentro. En consecuencia, siempre esperando un rev¨¦s cruzado, el argentino se fue volcando hacia ese lado de la pista, y domin¨® los peloteos. Ferrer, con menos saque y menos fuerza, acab¨® resoplando en su banquillo, sin una bola de break que llevarse a la boca en los dos ¨²ltimos sets. Fue un hombre contra Del Potro y su martillo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.