Brit¨¢nico si gana, escoc¨¦s si pierde
Murray se mide a Djokovic y a la presi¨®n de las expectativas por ser el relevo de Fred Perry
¡°El cielo sobre Downing St. est¨¢ un poco gris. Esperemos que se aclare para que Andy Murray gane en Wimbledon. La mejor suerte, Andy¡±. Quien escribe esto no es un cualquiera. David Cameron, el primer ministro del Reino Unido, vive al minuto las aventuras del n¨²mero dos del mundo, que hoy (15.00, Canal+), se enfrenta a Novak Djokovic con la meta de convertirse en el primer brit¨¢nico que conquista el t¨ªtulo desde 1936 (Fred Perry). El pa¨ªs entero contiene el aliento. El p¨²blico de la central, no. Esto es algo casi ¨²nico en la historia de la catedral del tenis. La grada, normalmente tan atenta a la etiqueta de su deporte, silenciosa hasta el extremo, ruge durante los partidos de su h¨¦roe. Verdasco, derrotado en cuartos, escuch¨® c¨®mo el juez de silla ped¨ªa ¡°respeto¡±. Janowicz, tumbado en semifinales, se enfad¨® y grit¨® como si fuera un brit¨¢nico m¨¢s (¡°C¡¯mmon Andy!¡±). Murray, un chico t¨ªmido de Dunblane, Escocia, convoca al gent¨ªo con gritos y pu?os alzados al cielo.
La hierba, de Andy
Djokovic manda 11-7 en el cara a cara con Murray, pero el brit¨¢nico gan¨® el ¨²nico duelo sobre c¨¦sped (semifinales de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2012) y suma 17 partidos invicto de manera seguida en la superficie.
Sobre tierra: Djokovic, 2 - Murray, 0.
Sobre hierba: Djokovic, 0 - Murray, 1.
Sobre cemento: Djokovic, 9 - Murray, 6.
¡°Andy se empapa de ese ambiente y juega mejor con ¨¦l. Cuando est¨¢ un poco plano, busca su apoyo¡±, fotograf¨ªa en la terraza de jugadores Mark Petchey, el entrenador que llev¨® a Murray hasta la ¨¦lite, uno que conoce bien la personalidad reservada del n¨²mero dos y su tendencia a perder la fe en mitad del partido. ¡°El ambiente de la final ser¨¢ diferente este a?o al de 2012¡±, sigue Petchey, recordando el Federer-Murray del a?o pasado. ¡°Entonces, como estaba Federer, que ha ganado aqu¨ª tantas veces, la atm¨®sfera estaba dividida al 50%. Ahora ser¨¢ pro-Andy, entre otras cosas por lo que pas¨® aqu¨ª en los Juegos [Murray gan¨® el oro ol¨ªmpico en la misma pista]¡±, contin¨²a. ¡°Novak ha demostrado una incre¨ªble fortaleza en la Copa Davis cuando el p¨²blico se le ha puesto en contra, y muchos otros campeones han demostrado que les gusta que les pongan la espalda contra la pared¡±, a?ade. ¡°Novak ha ganado ya aqu¨ª y eso le quita un poco de presi¨®n, mientras que Andy sentir¨¢ el grand¨ªsimo peso de la historia sobre sus hombros. En los ¨²ltimos a?os, ha manejado eso bien y se ha quitado algo de ese peso ganando en Nueva York (Abierto de EEUU 2012, precisamente contra Nole)¡±.
Los dos mejores tenistas del planeta se enfrentan en un partido de m¨¢rgenes m¨ªnimos. A Djokovic, el favorito, que buscar¨¢ el premio siendo m¨¢s agresivo, le han prohibido utilizar las zapatillas que us¨® hasta cuartos, porque el reglamento no permite calzados con protuberancias en los laterales, que favorecen el agarre. Por eso Murray, que sabe que los dos tendr¨¢n puesta la diana en el segundo saque contrario, convoca al p¨²blico.
¡°La gente es extremadamente ruidosa¡±, reconoci¨® el n¨²mero dos, brit¨¢nico cuando gana, escoc¨¦s cuando pierde en las Islas. ¡°Se implican en cada punto¡±.
¡°S¨¦ lo que esperar, porque es el h¨¦roe local¡±, dijo Nole; ¡°y s¨¦ lo que necesito hacer. S¨¦ la forma en la que tengo que estar extraconcentrado. Estoy listo¡±.
Djokovic, que un verano estuvo de vacaciones en Escocia y le mand¨® una foto de un cartel de Dunblane a Murray, al que conoce desde que ambos ten¨ªan 11 a?os, domina 11-7 los cruces entre los dos finalistas. Murray juega con la presi¨®n de las expectativas de un pa¨ªs y acompa?ado por el fantasma de Perry. Por ponerle presi¨®n, se la ponen hasta los rivales derrotados. Esto le dijo Janowicz nada m¨¢s caer en semifinales, mientras el p¨²blico bramaba y se romp¨ªa las palmas celebrando la victoria de su h¨¦roe: ¡°No me apetece haber perdido con el subcampe¨®n. Buena suerte¡±.
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