A la espera del segundo golpe
Los espa?oles esperan que Froome no fortalezca en exceso su liderato en la contrarreloj
Como una competici¨®n de azules corre el Tour: los azules (y hasta rosas) variados y marinos del Mediterr¨¢neo, el azul celeste de las bicis Trek que hace protestar a los de las Bianchi: ?Ea, que nos la han robado, que el ¨²nico azul celeste es el de Coppi y su Bianchi! Y est¨¢ el azul Francia de los FDJ, y el turquesa de los Astana, y el oscuro, al borde del negro, de los Movistar, y el amarillo del l¨ªder, del Chris Froome que ha dejado en el armario la bandita azul que agracia asim¨¦trica el negro de sus Sky sin nubes.
Y tambi¨¦n, ayer, solo ayer, un azul inesperado, el de los cielos de Breta?a que muy poca gente conoc¨ªa, pues a Saint Malo y a sus costas terribles de goletas encalladas e historias de piratas siempre se llegaba con el cielo muy muy gris, y lluvia, y el viento siempre, y as¨ª, el azul inesperado de la etapa ten¨ªa un matiz gris, como nost¨¢lgico de su verdadero ser, la oscuridad de tormenta. Y as¨ª, con sol, la Breta?a que atravesaron, una recta por su interior, un costur¨®n sur-norte, con paso obligado por Saint M¨¦en-le-Grand, donde Louison Bobet repart¨ªa pan en bicicleta de peque?o, no era la Breta?a a?orada en la que Brocelianda era el bosque m¨¢gico de Merl¨ªn y Morgana y los amores de Ginebra y Lancelot. Brocelianda es ahora uno de los mayores productores mundiales de purines (10 millones de cerdos en las granjas de sus bosques, 25 litros diarios por cerdo), y los ciclistas vuelan en fuga y miedo (y volver ahora, despu¨¦s de los Pirineos, a las etapas de viento, rotonda, nervios y ca¨ªdas, es como pedir una ensalada ni?oise despu¨¦s de haber tomado de postre una cr¨¨me brul¨¦e) hasta el sprint en el que Cavendish, que m¨¢s que un animal es una bola de ca?¨®n llegado el momento, derrib¨® con un ataque de hombro a Veelers, el lanzador holand¨¦s de Marcel Kittel, el espr¨ªnter alem¨¢n que tampoco es un animal, sino un boxeador falso en todo caso. Pese a todos los percances y pese a salir con retraso, Kittel remat¨® en las ¨²ltimas pedaladas al que se cre¨ªa ganador, su compatriota Greipel, al que llaman con cari?o Gorila.
El l¨ªder del Sky rodar¨¢ con un estilo m¨¢s t¨ªpico y Contador buscar¨¢ una posici¨®n m¨¢s agresiva
Detr¨¢s de ellos, los buenos del Tour, pasado el susto y evitada la ca¨ªda (la que no evit¨® Flecha, que se trag¨® una rotonda y se cay¨® de boca, como los ni?os que aprenden), se apresuraron a preparar el est¨®mago para un nuevo cambio gastron¨®mico, pues tras el postre pirenaico y la ensaladita bretona llega hoy, tambi¨¦n en Breta?a, en la m¨¢s tur¨ªstica, la del Mont Saint Michel, un nuevo plato principal, una contrarreloj llana de 33 kil¨®metros que puede deparar una foto fija bastante duradera. Si se repitieran los resultados del ¨²ltimo enfrentamiento ¡ªen la Dauphin¨¦ hace un mes, misma distancia e igual planicie, Froome aventaj¨® en 2m 38s a Valverde (5s por kil¨®metro), en 2m 45s a Contador (5,1s) y en 2m 57s a Purito (6s): diferencias que los espa?oles justificaron han jurado no volver¨¢n a repetirse¡ª, los escaladores espa?oles llegar¨ªan al pie del Ventoux, el domingo, a 4m del ingl¨¦s (que en dos golpes podr¨ªa haber sentenciado el Tour), como en los viejos tiempos, pero con la diferencia de que Froome tambi¨¦n es escalador.
Ante el ejercicio, uno de los m¨¢s influidos por las novedades de materiales y por las tendencias fisiol¨®gicas y biomec¨¢nicas, los ciclistas se encuentran ahora como ante un cat¨¢logo de coches de estos en los que siempre dicen que las suspensiones alemanas son duras pero eficientes y las norteamericanas demasiado c¨®modas y blandas. As¨ª con las posiciones sobre los tres puntos de apoyo: sill¨ªn, acople y manillar: posici¨®n c¨®moda donde casi dormir o inc¨®moda y supereficiente pero insostenible. ¡°A lo largo del a?o, en las diferentes contrarreloj me he ido conociendo mejor, y he decidido buscar m¨¢s la comodidad que la eficiencia, pues si no puedo mantener la posici¨®n eficiente al final es peor¡±, dijo Froome, el favorito, quien adoptar¨¢, pues, la misma filosof¨ªa que su compa?ero especialista Wiggins en el Giro, apoyos m¨¢s altos que le permitan encajar mejor la cabeza entre los hombros estrechos y formar un carenado natural, muy en el estilo antiguo, el de antes de las cabras, de Anquetil y Oca?a.
As¨ª habla el hombre que no duda; del que duda, de Contador, que busca desde hace cuatro a?os una gran contrarreloj de nuevo, se ha podido saber que elegir¨¢ el polo contrario, una posici¨®n m¨¢s agresiva, m¨¢s aerodin¨¢mica te¨®ricamente en un cuadro peque?o y tendido, pero muy inc¨®moda, un intento de zanjar por lo sano que podr¨ªa condenarle a pedalear con poca fluidez y a buscar constantemente acomodo en el sill¨ªn. Incluso barajaba partir con un solo plato, un 54, en su contrarreloj m¨¢s decisiva desde la de 2010 en la que defendi¨® el amarillo duramente ante Andy Schleck.
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