Sociolog¨ªa del guerrillero
En este tipo de d¨ªas, una primera victoria es simplemente coger la fuga¡y que esta sea buena; despu¨¦s se necesita fuerza, olfato y una peque?a o gran dosis de suerte
Hay corredores que, cuando reciben el paquete de participantes del Tour ¡ªlibro de ruta, dorsales, reglamento, regalos variados de los patrocinadores¡ª, lo primero que hacen es una lectura transversal del recorrido. No arrancan las hojas, buena falta har¨¢n para otros menesteres, pero s¨ª que ir¨¢n marcando las m¨¢s interesantes para sus propios intereses.
Primera semana¡fuera por sistema, ya solo quedan dos semanas por estudiar; etapas con llegada en alto¡tambi¨¦n; ¨²ltima etapa¡no cuenta; contrarrelojes ¡ªdos en esta edici¨®n¡ª¡fuera tambi¨¦n; el c¨ªrculo se va cerrando y el abanico es cada vez m¨¢s estrecho. Comienzan a aparecer etapas estimulantes, esas que sobrepasan los 200 kil¨®metros y/o esas otras que o bien preceden o bien suceden a uno de los d¨ªas clave para los implicados en la general. La preselecci¨®n va quedando ya en unas dos o tres etapas y aqu¨ª termina esta fase. La pr¨®xima ser¨¢ ya esperar a que lleguen esos d¨ªas y en la misma v¨ªspera, evaluando las fuerzas gastadas por cada uno, y analizando lo que va sucediendo en carrera, llegar¨¢ el momento de decidir qu¨¦ d¨ªa poner toda la carne en el asador.
Ayer era un d¨ªa de esos marcados. Pero eran muchos los que hab¨ªan escogido el mismo d¨ªa, aunque esto ellos ya lo sab¨ªan. Y es que en este Tour, este tipo de oportunidades escasean.
Trentin estaba all¨ª y supo subirse a ese tren que le llev¨® adem¨¢s a estrenar su palmar¨¦s como profesional
Y jugando a hacer sociolog¨ªa, nos encontramos con perfiles muy variados entre los corredores que hacen este tipo de ejercicio. A los que me refiero aqu¨ª desde un principio, el grupo de los guerrilleros ¡ªgran mayor¨ªa en la fuga de ayer representados por ejemplo por Voigt, Burghardt, Simon, Erviti, Bak y Egoitz Garcia¡ª, el d¨ªa se les presenta como su gran oportunidad de lucimiento personal; la ¨²nica, seguramente. A ellos se les suman otros que, contagiados por el ¨¦xito de su equipo, disfrutan del d¨ªa de libertad; como el ganador de ayer, el italiano Trentin, o tambi¨¦n podr¨ªa ser el caso de otro que anduvo bien cerca, Albasini. Y hay adem¨¢s otro grupo de acoplados a ¨²ltima hora al clan de los guerrilleros. Son aquellos que, tras llegar con altas ambiciones a la carrera, se golpearon un d¨ªa violentamente con el muro de la realidad; y en su fase de recuperaci¨®n tras el accidente, fueron lo bastante fuertes como para adaptar sus objetivos en un sincero ejercicio de improvisaci¨®n. Ayer por ejemplo, de este ¨²ltimo grupo andaban por all¨ª Talansky y Van Garderen. Por cierto, este ¨²ltimo grupo goza a¨²n de mayores posibilidades porque no descartan los d¨ªas con llegada en alto, como podr¨ªa ser hoy mismo en el Ventoux.
Y para todos estos y en este tipo de d¨ªas, una primera victoria es simplemente coger la fuga¡y que esta sea buena. Algo harto complicado y mucho m¨¢s duro de lo que en un principio puede parecer. Y despu¨¦s de conseguir esto y hablando ya de la resoluci¨®n de la etapa, al margen de las fuerzas y de un buen olfato, hace falta una peque?a ¡ªo gran¡ª dosis de suerte. Ayer quiz¨¢ qui¨¦n m¨¢s mereci¨® la victoria fue Simon pero sin embargo qui¨¦n se la llev¨® fue Trentin: ¡°no s¨¦ c¨®mo lo he hecho en el ¨²ltimo km, pero consegu¨ª subirme a un tren que persegu¨ªa a Albasini¡±. Llam¨¦mosle suerte, llam¨¦mosle experiencia o sangre fr¨ªa. El caso es que el italiano all¨ª estaba, y supo subirse a ese tren que le llev¨® adem¨¢s a estrenar su palmar¨¦s como profesional. Bonita etapa con intenso final; claro que, despu¨¦s de lo de la v¨ªspera, todo sabe a poco.
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