El Tour son ellos
Tremendo duelo de Froome y Quintana en el Ventoux, que resuelve el ingl¨¦s venciendo de amarillo, como Merckx en el 70, y dando su tercer gran golpe a Contador
Seguramente Albert Bourlon conoc¨ªa la cita de memoria, sin necesidad de que se la leyeran, porque Bourlon era ciclista y ten¨ªa el carnet del partido comunista, y a¨²n est¨¢ vivo, 96 a?os, y a¨²n mantiene el r¨¦cord de la fuga m¨¢s larga, 253 kil¨®metros en 1947, y a¨²n recuerda fugas m¨¢s necesarias, como la que le permiti¨® huir de un campo de concentraci¨®n en Polonia. La cita es de Marx y dice que la idea se hace fuerza cuando se apropia de las masas, que, traducida al ciclismo, y puesta en pr¨¢ctica de vez en cuando hasta en el Tour de Francia, viene a decir que cuando se apodera del individuo, pues todo ciclista es antes que nada un individuo solo, y revolucionario, y eso lo es Nairo Quintana, hermoso de nuevo en blanco, la idea se transforma en potencia y voluntad; y si ese individuo se llama Chris Froome, la idea es poco menos que la bomba at¨®mica (y, a?adir¨ªa burl¨®n Bourlon, si se apropia la idea de un director deportivo, se convierte en burrada).
Solos en la soledad lunar y desamparante del Mont Ventoux, azotados por el viento en un territorio desconocido que solo hab¨ªan visitado entren¨¢ndose, Quintana y Froome (el Tour son ellos) libran su duelo de ideas y fuerzas con m¨²sica de jazz luchador al fondo para acallar los tambores batientes de cualquier 14 de julio en Francia. El colombiano del Movistar joven y debutante (23 a?os, primer Tour) atac¨® de lejos, a 13 kil¨®metros de la cima descarnada (una intuici¨®n, dijo, puro instinto de cazador), cuando apenas se han terminado los falsos llanos, a¨²n en el bosque protector, y el pelot¨®n est¨¢ entero. Lo hace con su habitual calma aparente, sin descolocarse, sin exaltarse, pero lo hace con la rabia y la intensidad rebelde del saxo de un Albert Ayler, un grito original como el pecado padre de todos los pecados. Detr¨¢s del colombiano calmo, como en Pailh¨¨res, en el horno pirenaico, hace una semana, se desatan las prisas. "No le pod¨ªamos dejar coger minutos", dijo Froome, el at¨®mico, el hombre m¨¢s ara?a amarilla que nunca, que ordena a los suyos acelerar, controlar. Eso significa caos y crujir de dientes. Sus dos m¨¢s bravos en la monta?a, Kennaugh y Porte, aumentan el ritmo hasta reventar, hasta que detr¨¢s de ellos todos hayan reventado, hasta que a siete kil¨®metros de la cima, y con Quintana solo a 15 segundos, y a¨²n en el bosque que anuncia la proximidad del Chalet Reynard, la frontera entre dos mundos, a rueda de Froome y Porte solo resiste Contador, que intenta mantener la boca cerrada, disimular de pie sobre la bici, aparentemente pimpante y fresco.
CLASIFICACIONES
Etapa
1. Christopher Froome (GBR-Sky) 5h 48:45 a 41,7 k-h.
2. Nairo Quintana (COL-Movistar) a 29
3. Mikel Nieve (ESP-Euskaltel) a 01:23
4. Joaquim Rodr¨ªguez (ESP-Kastusha) a 01:23
5. Roman Kreuziger (CZE-Saxo Tinkoff) a 01:40
6. Alberto Contador (ESP-SaxoTinkoff) a 01:40
7. Jakob Fuglsang (CZE-Astana) a 01:43
8. Bauke Mollema (HOL-Belkin) a 01:46
9. Laurens Ten Dam (HOL-Belkin) a 01:53
10. Jean Christophe Pearaud (FRA-Ag2r) a 02:08
General individual
1. Christopher Froome (GBR-Sky) 6h 11:43
2. Bauke Mollema (HOL-Belkin) a 04:14
3. Alberto Contador (ESP-Saxo Tinkoff) a 04:25
4. Roman Kreuziger (CZE-Saxo Tinkoff) a 04:28
5. Laurens Ten Dam (HOL-Belkin) a 04:54
6. Nairo Quintana (COL-Movistar) a 05:47
7. Jakob Fuglsang (DIN-Astana) a 06:22
8. Joaquim Rodr¨ªguez (ESP-Katusha) a 07:11
9. Jean Christophe Peraud (FRA-AG2R) a 07:47
10. Daniel Martin (IRL-Garmin) a 08:28 EFE
Poco para Froome, m¨¢s zancudo que nunca que sentado en el sill¨ªn, las manos sobre la parte superior del manillar, el cuerpo encorvado en un arco elevado, y al ritmo sincopado y espasm¨®dico que podr¨ªa ser el del piano conquistador de Cecil Taylor, acelera y acelera, y esprinta y esprinta mientras su cara, antes una mueca gesticulante y sedienta que parec¨ªa incapaz de hasta lanzar lejos un lapo de saliva reseca y pesada, se convierte en una m¨¢scara de poder que ¨¦l llama puro feeling. Contador intenta resistir, pero cede, y cuando el Ventoux entra en la dureza abierta de las piedras blancas, en sus laderas en las que los aficionados se tienen a su paso como si estuvieran en la playa, se dibuja el mapa del Tour de las 100 ediciones, un resumen completo en forma de dos parejas y dos actitudes, y un pelot¨®n de supervivientes, todos aquellos, Mollema, Fuglsang, Kreuziger, Purito¡ que intentan agarrarse a lo que tienen.
La segunda pareja la forman Mikel Nieve, navarro de Leitza, que hab¨ªa atacado antes incluso que Quintana a su ritmo diesel pero elevado, y que no se ha descompuesto cuando le han pasado volando primero el colombiano y luego el ingl¨¦s rubio de Kenia. A su ritmo seguro sigue y a su ritmo se engancha Contador limitado, quien como todos los d¨ªas de monta?a asciende a rueda de otro para reducir las p¨¦rdidas al m¨ªnimo (y tambi¨¦n cuando ataca, como en los abanicos, lo hace a rueda de otro: no es el Contador conquistador de entonces, pero resiste y es tercero a¨²n). Inevitablemente, como en Ax hace una semana, el ritmo prestado no le libra de perder tiempo y al final ni aguanta la rueda amiga de Nieve, su compatriota del Euskaltel.
La primera pareja son Froome y Quintana, que se admiran y respetan, y juegan al enga?o. El ingl¨¦s piensa que el colombiano est¨¢ m¨¢s fuerte de lo que est¨¢ e intenta por un lado convencerlo de que entre los dos pueden acabar con Contador KO y que la etapa ser¨¢ para ¨¦l, y por otro siempre que le da un relevo lo hace esprintando, sac¨¢ndolo de rueda, desgast¨¢ndolo, pues no se f¨ªa. Quintana para parecer m¨¢s fuerte, y siguiendo la m¨¢xima de Anquetil en el Puy de D?me (no te atacar¨¢ el compa?ero si ve siempre tu rueda, pues duda), entra al relevo. Pero a menos de dos kil¨®metros de la cima, no puede seguir el relevo esprintado de Froome, quien se va solo y como Merckx en el 70 vence solo y de amarillo en el Ventoux, el monte que elige a los campeones.
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