¡°Sergio, ?puede ser tu a?o?¡±
Garc¨ªa, en el cartel de los favoritos, se siente otro en Muirfield, el campo escoc¨¦s donde hace 15 temporadas gan¨® el British Amateur y despegaron su carrera y las expectativas
Unas letras doradas sobre una puerta met¨¢lica informan a quien cruza la entrada del campo de Muirfield sobre el lugar que est¨¢ a punto de pisar. La Honorable Compa?¨ªa de Golfistas de Edimburgo, puede leerse. Se trata, seg¨²n aseguran, del club de golf m¨¢s antiguo del mundo, fundado en 1744 por ¡°caballeros de honroso talento en el ancestral y saludable ejercicio del golf¡±, que sol¨ªan contar sus habilidades alrededor de varias pintas de cerveza. Si en alg¨²n sitio siguen teniendo sentido la tradici¨®n y la historia es en este campo que acogi¨® el primer de sus ya 16 Open Brit¨¢nicos en 1892. El grande con m¨¢s solera ¡ªesta es la 142? edici¨®n¡ª en el club m¨¢s viejo del planeta.
S¨ªntoma de estos tiempos, a la tradici¨®n se la come a bocados la tecnolog¨ªa. Y si por una parte el Open presume de a?ejo, por otra quiere ser moderno, y tuitea oficialmente cada cosa que va pasando. En esa comida r¨¢pida de informaciones, una imagen muestra entren¨¢ndose a Sergio Garc¨ªa, y este mensaje: ¡°?C¨®mo va tu preparaci¨®n? ?Puede ser tu a?o?¡±. Es de nuevo el castellonense bajo los focos del Brit¨¢nico, siempre subrayado en la lista de favoritos. Y este a?o sobran los motivos porque en Muirfield empez¨® todo para El Ni?o hace ahora 15 a?os. Era junio de 1998 y Garc¨ªa gan¨® en el templo escoc¨¦s el British Amateur. La foto de entonces muestra a un chico con el pelo revuelto, unos pantalones negros que le ven¨ªan anchos y una camiseta de colores chillones. En la de hoy lleva barba de unos d¨ªas, el pelo corto, el gesto serio y ropa de la marca que le patrocina. Han pasado tres lustros y muchas historias, incluido un enfrentamiento p¨²blico con el n¨²mero uno mundial, Tiger Woods. Ya no es el mismo. Aunque las grandes expectativas con que despeg¨® entonces su carrera le siguen acompa?ando.
En 14 participaciones en este grande ha acabado siete veces entre los 10 primeros
Garc¨ªa volvi¨® al a?o siguiente al Open ya como profesional. No ha faltado nunca a la cita desde entonces. Con una regularidad envidiable. En 14 participaciones en el Brit¨¢nico ha acabado siete veces entre los 10 primeros clasificados. Son 18 top ten entre el total de los cuatro majors. Ning¨²n primer puesto. Un caso ¨²nico en el circuito.
El regreso a Muirfield a los 15 a?os de su bautismo parece un momento especial para que algo grande suceda. Justo tambi¨¦n cuando se cumplen 25 del ¨²ltimo Open ganado por Seve, en Royal Lytham en 1988. Justo cuando los dos ¨²ltimos grandes, el Masters y el Abierto de Estados Unidos, los han ganado dos nacidos en 1980, como ¨¦l, Adam Scott y Justin Rose.
¡°Muirfield es uno de mis campos favoritos. Me trae buenos recuerdos. Es bonito acordarse de mi victoria en 1998¡±, cuenta Sergio Garc¨ªa al acabar la ronda de pr¨¢cticas. ¡°?Vamos Sergio!¡±, le gritan desde la grada, y ¨¦l responde a los ¨¢nimos regalando la ¨²ltima bola al p¨²blico. ¡°Venir al Reino Unido siempre es especial para m¨ª. Vengo con una mentalidad diferente a este grande respecto a otros. Es mi favorito, sin duda. Siempre disfruto aqu¨ª¡±.
¡°Es mi favorito, siempre disfruto. Si solo pudiera tener uno, ser¨ªa este¡±
Miguel ?ngel Jim¨¦nez, otro de los seis espa?oles que desde hoy (10.00, C+ Golf) compiten en Muirfield ¡ªadem¨¢s, ?lvaro Quir¨®s, Gonzalo Fern¨¢ndez-Casta?o, Rafael Cabrera-Bello y Eduardo de la Riva¡ª, caracolea cuando le preguntan a qui¨¦n quiere m¨¢s, si al Masters o al Open, y duda entre la ¡°manicura¡± de Augusta y la m¨ªstica del British. Sergio Garc¨ªa es tajante: ¡°Si tuviera que elegir uno, si solo pudiera ganar un grande, ser¨ªa el Open¡±. Para ello deber¨¢ domar un campo duro y r¨¢pido, amarillento, a merced de unos vientos cambiantes en su intensidad y direcci¨®n. El parte anuncia que desde ma?ana pueden variar todav¨ªa m¨¢s las brisas, y hacer de Muirfield un escenario totalmente nuevo. De ah¨ª que los europeos parezcan en ventaja para golpear la bola baja y evitar corrientes.
Sergio se siente feliz. Le acompa?an su padre, que fue su caddie en aquel British de 1998, su madre y su hermana. Est¨¢ como en casa. Al acabar de entrenarse al mediod¨ªa y atender a la prensa, pregunta a su padre: ¡°?Ha hecho mam¨¢ la comida?¡±.
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