...Y Miki las convirti¨® en guerreras
¡°Al principio, no par¨¢bamos de llorar¡±, dicen las jugadoras al recordar sus inicios
Miki Oca mira al sol, abre los brazos, busca energ¨ªa y la regala, generoso, con lo que le rodea. ¡°En invierno encuentra el rayo de la tarde¡±, dicen en el equipo. Tiene el don de haber aprendido a saber qui¨¦n es y compartirlo. ¡°?l nos hizo guerreras¡±, se?alan en el equipo. ¡°Transmite. A Miki te lo crees cada vez que te habla porque te lo dice ¨¦l y porque al final, tiene raz¨®n¡±, asegura Laura Ester, la portera.
Mito del waterpolo madrile?o, una flor en Alcorc¨®n, maduro y fino como un pincel, a Oca le debe Gabinete Caligari una canci¨®n. Est¨¢ feliz y se le nota. Icono de rebeld¨ªa, irreverente y valiente, puro coraz¨®n, m¨¢xima seducci¨®n, Oca bebe agua de mar para equilibrar la acidez de su alimentaci¨®n porque sabe lo que necesita, y transmite energ¨ªa positiva en cada abrazo. Basta verle nadar entre 13 rosas al sol del CN Montju?c, donde se recuperan sus chicas del partido contra Hungr¨ªa para entender porqu¨¦ las chicas que Oca convirti¨® en guerreras vencieron en la final del Mundial.
¡°Trabajar con Miki es un regalo", dicen en su equipo. ¡°Es una buena persona. Muy buena persona. Y sincero¡±, le definen sus ayudantes, a los que no deja de sorprender. ¡°El otro d¨ªa, en el tiempo muerto, les agradeci¨® a las chicas su esfuerzo y les dijo que si ten¨ªan la cabeza fr¨ªa y daban lo mejor de s¨ª mismas, ganaban seguro¡±. Perd¨ªan por tres. Ganaron. ¡°Creemos en ¨¦l¡±, dice Marta Bach. Ella, como todas, sabe que Oca sac¨® lo mejor de su persona.
¡°Al principio, siempre termin¨¢bamos llorando¡±, recuerda Pareja. ¡°Hac¨ªamos juegos psicol¨®gicos: ?qu¨¦ piensas de m¨ª? Y esas cosas. Nos hizo un equipo¡±. ¡°Es muy emocional, las hipnotiza; las mima, las exige, ha conseguido sacar lo mejor de cada una¡±, cuenta uno de sus ayudantes. ¡°Un d¨ªa nos puso el v¨ªdeo del circo de las mariposas. ?C¨®mo lloramos!¡±, confiesa Ortiz. Hizo yoga mucho tiempo, pero ¨²ltimamente, que se sepa, medita. ¡°Es una de esas personas de las que te precias haber conocido en la vida¡±, dicen sus excompa?eros de equipo, que han pasado por la Picornell cada noche.
Oca, que suele dar una peque?a charla al llegar a hotel despu¨¦s de los partidos, es muy realista. ¡°No hab¨¦is ganado nada¡±, les record¨® despu¨¦s de deshacerse de Estados Unidos. Y siempre, siempre, les da las gracias por su conducta. Dice que es muy f¨¢cil trabajar con ellas y no le gusta que hablen de ¨¦l, pero nunca reh¨²ye la cercan¨ªa.
Oca es de verdad, como su equipo. ¡°Las buenas son ellas¡± insiste. Feliz de haberlas conocido, le sobran tantas razones como tienen sus chicas para pensar que nada hubiera sido lo mismo. ¡°?l nos descubri¨® que ¨¦ramos buenas. Su tenacidad, su positividad, este equipo tiene mucho de ¨¦l¡±, aseguran ellas. ¡°Este equipo son ellas¡±, se resiste ¨¦l. ¡°He aprendido m¨¢s de ellas que ellas de m¨ª¡±, a?ade. ¡°El m¨¦rito es suyo¡±, dice el seleccionador. No miente: son sus rosas, ¨¦l las hizo guerreras.
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