La Real reencuentra la huella de la Champions en Lyon

La huella de la Champions League de la Real Sociedad se remonta, en su ¨²ltima pisada, al a?o 2004, cuando de la mano de un franc¨¦s, Raynald Denoueix, cay¨® eliminada por un equipo franc¨¦s, el Olympique de Lyon, entonces emperador de Francia con siete t¨ªtulos de Liga consecutivos y un plantel de futbolistas que poco a poco se fue desparramando por Europa al calor de los clubes m¨¢s poderosos (Malouda, Essien, Benzema, el exbarcelonista Anderson o el ca?onero Juninho Pernambucano). Aquella huella se perdi¨® y ahora reaparece en la previa de la Champions con el mismo rival, los mismos estadios pero distintos protagonistas. Nada queda de Xabi Alonso, Kovacevic, Nihat y compa?¨ªa, y nada queda de aquel OL que incluso la pasada campa?a concluy¨® tercero en el campeonato franc¨¦s, un lugar que ten¨ªa casi olvidado.

El viejo Stade Gerland, municipal, con su aire vetusto, ajeno a los prodigios de la arquitectura futbol¨ªstica, acoger¨¢ el partido de ida el 20 o 21 de agosto, y Anoeta, el partido de vuelta una semana despu¨¦s, en busca el OL de la gloria perdida y la Real, de los viejos recuerdos que casi ten¨ªa olvidados tras penar por la Segunda Divisi¨®n y reconstruirse a base de fe en los principios m¨¢s que en el falso poder de los escu¨¢lidos talonarios. El sorteo se presentaba complicado para los realistas con cinco rivales de post¨ªn (Milan, Arsenal, Schalke 04, Zenith y OL). Ninguna pera en dulce, ning¨²n mirlo blanco en el bombo, pero el conjunto que ahora dirige el joven Jagoba Arrasate hab¨ªa dedicado un lugar en sus sue?os al OL. Prevalec¨ªa en sus preferencias el car¨¢cter transitorio del equipo franc¨¦s por encima de su experiencia en la Champions, un torneo que ha disputado en 11 ocasiones, cayendo casi siempre en cuartos de final, salvo hace tres temporadas cuando alcanzo las semifinales del torneo. El Zenith ruso, con menos nombre, quiz¨¢s, era temido por su consistencia como equipo y, sobre todo, por alcanzar esta eliminatoria con un mes de competici¨®n en la Liga de su pa¨ªs. Ingleses, italianos y alemanes eran moscas a espantar.

La Real alcanza esta temprana eliminatoria con dos dudas: la vida sin Illarramendi, el faro, el gu¨ªa del equipo, y la suav¨ªsima pretemporada que ha realizado pensando m¨¢s en el conjunto de la campa?a que en la eliminatoria europea que ya le ha reportado 2,1 millones de euros, por participar, pero que de eliminar al rival franc¨¦s incrementar¨ªa notablemente sus ingresos, algo que le dar¨ªa la tranquilidad econ¨®mica que ans¨ªa. El Olympique de Lyon ofrece su mejor versi¨®n en el centro del campo con Gourcuff, el que fue la esperanza blanca del futbol franc¨¦s pero confundido por un camino tortuoso en Milan y en la selecci¨®n, y Gonalous, otro prometedor futbolista. Gomis es el pu?al y Fofana, la espada, de un equipo multirracial, al m¨¢s puro estilo franc¨¦s. Quiz¨¢s es la eliminatoria so?ada por los dos, aunque para uno acabar¨¢ siendo una pesadilla con la pedrea de caer a la Liga Europa. A ambos, por venir de donde vienen les sabr¨¢ a poco.

La Real reencuentra la huella de la Champions en Lyon