Ni rastro del tigre

Tiger Woods se excus¨® despu¨¦s de firmar una tarjeta con 73 golpes (+3), Phil Mikelson sell¨® hoy 78 y el US PGA, el ¨²ltimo Grande del a?o, se ha quedado casi sin estrellas y con la vuelta al liderato del estadounidense Jim Furyk.

"Esto es golf. No todas las semanas podemos jugar bien", argument¨® en su descargo Woods, el mejor golfista del mundo que la semana pasada complet¨® una exhibici¨®n de poder tras ganar el Bridgestone Invitational por 7 golpes de diferencia y que, solo unos d¨ªas despu¨¦s, su rendimiento ha sido peor que rampl¨®n.

Furyk, un veterano de 'swing' heterodoxo, est¨¢ sacando partido de la ausencia de jugadores cuya simple sombra intimida por los puestos altos de una clasificaci¨®n. El estadounidense comanda el cuarto y ¨²ltimo torneo del Grand Slam que se disputa en Oak Hill, Rochester (Nueva York), despu¨¦s de repetir otra tarjeta bajo el par (68 golpes) y 9 abajo en el acumulado.

Furyk, de 43 a?os, un Open estadounidense en su palmar¨¦s (2003) y diecis¨¦is victorias en el PGA Tour, es por su experiencia el m¨¢ximo candidato a colocar el trofeo a sus vitrinas, cuando restan solo 18 hoyos para el final en Oak Hill.Jason Dufner camina a un golpe tras su compatriota Furyk, el sueco Henrik Stenson es tercero con -7 y otro n¨®rdico, Jonas Blixt, figura en la cuarta plaza. De los favoritos, ni rastro. Solo el australiano Adam Scott, el ¨²ltimo campe¨®n en Augusta, mantuvo el tipo y a¨²n se sostiene a cuatro golpes del liderato; o el norirland¨¦s Rory McIlroy, el defensor del t¨ªtulo que est¨¢ salvando con dignidad su ¨²ltima comparecencia de Grand Slam despu¨¦s de un a?o verdaderamente opaco.

Las audiencias televisivas caer¨¢n en picado para este tramo final de un torneo que ha vendido todas las entradas, pese al trabajo destacable de Furyk, Dufner o Stenson. El mando de la televisi¨®n solo sabe de figuras, de ¨ªdolos, de estrellas. Tiger Woods ya est¨¢ acabado para este torneo. Tambi¨¦n Mickelson, el reciente campe¨®n del Open Brit¨¢nico.

Ni siquiera Sergio Garc¨ªa, el mejor espa?ol del momento, fue capaz de lanzar un ataque para arrimarse a la zona de posibilidades de triunfo. Garc¨ªa tropez¨® una vez m¨¢s, con una pobre ronda de 75 golpes que le alejan de toda opci¨®n de victoria. Los otros dos espa?oles en liza, Miguel Angel Jim¨¦nez y Rafael Cabrera-Bello, siguieron el mismo camino del castellonense.

Todo este gris panorama medi¨¢tico y televisivo se traduce en una gran ocasi¨®n para muy buenos golfistas, en la elite de este deporte, que tienen ante s¨ª la ocasi¨®n de sumar un t¨ªtulo m¨¢s a su palmar¨¦s de Grandes o, como en la mayor¨ªa de los que figuran por detr¨¢s del l¨ªder, entrar por fin en la historia de los torneos de Grand Slam.

Dufner, Stenson, Blixt o Steve Stricker nunca levantaron los trofeos que otorgan la gloria. El domingo se acerca su momento, aunque si Tiger asegura que no siempre se puede jugar brillante, tambi¨¦n el golf, en un solo d¨ªa, convierte a h¨¦roes en villanos. Aunque Furyk parte en esa frontera cruel con ligera ventaja.