No hay quien pueda con Shelly Ann
La diminuta atleta jamaicana, una bomba at¨®mica, destroza a las caras nuevas de la velocidad femenina y suma, con un tiempo de 10,71s, su segundo Mundial a sus dos oros ol¨ªmpicos
Para correr r¨¢pido, muy r¨¢pido, m¨¢s deprisa que nadie en el siglo XXI, casi a la velocidad del rayo, solo hay una condici¨®n insoslayable: haber nacido en Jamaica hace 26 a?os, tener un entrenador muy gordo y re¨ªr como un ni?o muerto de alegr¨ªa encantado de llamar la atenci¨®n. El resto es secundario. El sexo, la talla, el peso, la condici¨®n, no importan. Se puede ser hombre o mujer, gigante u hormiga, llamarse Usain o Shelly Ann. Da igual mientras se haya nacido en la isla caribe?a que, pese a las purgas, pese a los esc¨¢ndalos, es la capital ¨²nica del sprint mundial.
Se puede medir casi dos metros, tener el centro de gravedad por las nubes y condenar a la tort¨ªcolis a todos los colegas que quieran conversar con uno mir¨¢ndolo a los ojos o se puede medir 1,60 y correr el peligro de ser atropellado involuntariamente por cualquiera que pase al lado mirando al frente: la velocidad es indiferente. La velocidad son ellos. Son Usain Bolt, que tarda un poco en desarrollarla a tope pero despu¨¦s es inalcanzable hasta bajo la lluvia, como el domingo; la velocidad, la velocidad pura, instant¨¢nea, la de la mano es m¨¢s r¨¢pida que la vista y los nervios, es Shelly Ann Fraser-Pryce (m¨¢s conocida como SAFP en los medios, necesitados de abreviar en los titulares), que este lunes, en una noche m¨¢s fresca que ninguna otra del Mundial moscovita, logr¨® su segundo oro mundial en los 100m al a?o justo de haber conseguido en Londres su segundo oro ol¨ªmpico.
En el proceso de su nuevo oro, SAFP se llev¨® por delante todas las piezas que el atletismo norteamericano ha criado para frenarle
Lo hizo con unos magn¨ªficos 10,71s (viento en contra inapreciable de 0,3 metros por segundo), que es la mejor marca mundial del a?o y que dej¨® a m¨¢s de dos d¨¦cimas, a m¨¢s de dos metros, a quienes la acompa?aron en el podio, la africana de Costa de Marfil Murielle Ahoure (10,93s) y la veterana norteamericana Carmelita Jeter (33 a?os), la m¨¢s dura de las duras, quien pese a tener los isquiotibiales cogidos con alfileres, resisti¨® el dolor y vendi¨® cara la cesi¨®n de la corona mundial conquistada en Daegu hace dos a?os. Con 10,94s, a tres d¨¦cimas de su mejor marca, cuando sus mejores tiempos, Jeter alcanz¨® el bronce.
En el proceso de su nuevo oro, SAFP se llev¨® por delante todas las piezas que el atletismo norteamericano hab¨ªa criado durante la temporada para frenarla. Los dos ¨²ltimos productos, las caras nuevas de la factor¨ªa Nike-John Smith, la nigeriana grande Blessing Okagbare y la norteamericana fina English Gardner que a lo largo de los meses hab¨ªan ido construyendo su oposici¨®n, fueron las m¨¢s perjudicadas. Brillantes y bulliciosas el domingo en sus series, cuando tampoco importaban tanto las marcas como los puestos, ya en las semifinales, dos horas antes de la final, ambas empezaron a mostrar signos de cansancio. La joven Gardner (20 a?os) mostr¨® las limitaciones de su f¨ªsico, a¨²n no plenamente madurado, para recuperarse de los esfuerzos. Okagbare, en cambio, mostr¨® las se?ales de la acumulaci¨®n de esfuerzos (el domingo, aparte de su serie, compiti¨® en longitud, donde logr¨® la plata: no hay d¨ªa que haya descansado, y a¨²n le quedan los 200m).
La jamaicana parece sacada de una pel¨ªcula de dibujos animados, algo as¨ª como un Correcaminos con las piernas convertidas en un torbellino
Todas ellas pudieron ver c¨®mo por delante de ellas aceleraba imparable un personaje, SAFP, que parec¨ªa sacado de una pel¨ªcula de dibujos animados, algo as¨ª como Correcaminos con las piernas convertidas en un torbellino, pues tan r¨¢pido las mueve la jamaicana. Entre los 20 y los 40 metros se le ha medido a la chica m¨¢s veloz del mundo una frecuencia de 4,91 pasos por segundo, lo que genera algo as¨ª como un movimiento similar al del ciclista Chris Froome esprintando con desarrollo m¨ªnimo en el Ventoux. Es el ritmo t¨ªpico de las corredoras de 60, bombas at¨®micas de bolsillo, dinamita hiperactiva desde los tacos de salida (y mucho de eso tiene SAFP, que cuando logr¨® su mejor marca hace unos a?os, 9,70s, pas¨® los 60m en 6,82s, una d¨¦cima m¨¢s r¨¢pida que la plusmarca mundial de la distancia) y de corto recorrido.
Pero SAFP no se queda ah¨ª, llega a los 60m y a¨²n mantiene la velocidad, mientras sus rivales empiezan a ceder y la ven alejarse entre una nube difusa inalcanzable, la generada por las piernas el¨¦ctricas de la jamaicana contra la que nadie puede y a la que entrena Stephen Francis, el t¨¦cnico del ca¨ªdo Asafa Powell, tan obeso como su gran rival, Glen Mills, el entrenador de Bolt.
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