En el camino de los grandes
C¨¢ceres salta 8,26m y se queda a un cent¨ªmetro del bronce en una dens¨ªsima competici¨®n de longitud Menkov, empujado por la grada, se impone por delante de Gaisah y Rivera
Cuando a¨²n era plusmarquista espa?ol de longitud a Antonio Corgos le presentaron a un chaval tocho, fuerte y veloz que a¨²n no hab¨ªa ido m¨¢s all¨¢ de 7,70m. Se estrecharon la mano y cuando se soltaron, en un aparte, Corgos dijo a un amigo: ¡°Acabo de saludar al que me va a quitar el r¨¦cord de Espa?a¡±. Fue como si en el cruce de dedos y palma fugaz, una corriente el¨¦ctrica se hubiera establecido entre Corgos y Yago Lamela, y el heredero qued¨® reconocido. No se sabe si Yago Lamela, que a¨²n sigue siendo el r¨¦cordman nacional (8,56m), y Eusebio C¨¢ceres, que es un chaval de 21 a?os, se han encontrado alguna vez o han chocado la mano. Si no es as¨ª, habr¨¢ que pedirles que lo hagan r¨¢pido; y si ya se conocen y se han pasado el¨¦ctricamente el testigo, todo es cuesti¨®n de paciencia, pues tarde o temprano le heredar¨¢ el t¨ªtulo Eusebio C¨¢ceres, que est¨¢ en el camino de los grandes y que ayer perdi¨® por un cent¨ªmetro la medalla de bronce en su primera gran final.
El atletismo espa?ol ha encontrado a un hombre con sangre de campe¨®n, que ha llegado r¨¢pido a las primeras ligas y se mantiene entre los mejores pensando en la pr¨®xima gran competici¨®n.
He tenido la oportunidad de luchar y he luchado¡±, dice el alicantino, de 21 a?os
Detr¨¢s de un hombre, el local Alexander Menkov, que vol¨® por encima de todos como las ¨¢guilas, es un suponer, sobrevolar¨ªan por encima de Mosc¨² y su colorido Luzniki en alg¨²n momento, cinco saltadores pelearon salto a salto, cent¨ªmetro a cent¨ªmetro, sin tregua ni compasi¨®n. Por debajo de Menkov, que gan¨® con 8,56m en su quinto intento pero que podr¨ªa haber ganado con otros dos saltos m¨¢s cortos anteriores, un 8,52m y un 8,43m, cinco atletas encontraron acomodo, estrechados unos contra otros, como sardinas en lata, en un hueco de solo ocho cent¨ªmetros, entre los 8,29m del holand¨¦s (antes ghan¨¦s y medallista de plata tambi¨¦n en el Mundial de 2005) Ignisious Gaisah, que fue segundo, y los 8,22m del alem¨¢n Christian Reif. En el medio, apechugado por arriba y por abajo, en el lugar m¨¢s inc¨®modo y amargo, cuarto, con un mejor salto de 8,26m, Eusebio C¨¢ceres, de Onil (Alicante), que compiti¨® de t¨² a t¨² sin achantarse ante lo mejor del mundo por primera vez en su vida. Un cent¨ªmetro m¨¢s largo, 8,27m, le bloque¨® la escalera del podio el mexicano Luis Rivera, la revelaci¨®n del a?o llegado de una universidad de Estados Unidos; dos cent¨ªmetros m¨¢s corto, quinto con 8,24m, el brasile?o Mauro da Silva.
Las marcas, exceptuando la de Menkov, en la media de los ¨²ltimos campeones (Saladino, Phillips, Pedroso¡) no fueron precisamente las mejores que se recuerdan en una final, pero su estrechez y densidad reflejan la tensi¨®n competitiva, el miedo, la ferocidad en la pelea. ¡°Yo ten¨ªa sensaciones de poder llegar a mi marca [8,37m, que habr¨ªan valido una medalla de plata], pero nunca a los 8,56m de Menkov¡±, dijo C¨¢ceres intentando el dif¨ªcil equilibrio entre la decepci¨®n amarga que le dominaba, la constataci¨®n de que ¡°hab¨ªa podido pelear¡± y la esperanza de mejores cosas en el pr¨®ximo futuro. ¡°Cuando no pas¨¦ a la final de los Juegos pens¨¦ que hab¨ªa perdido una bala. Aqu¨ª, no, aqu¨ª he tenido la oportunidad de luchar y he luchado. No se me ha escapado la medalla, ellos han sido superiores a m¨ª¡±.
En el ¨²ltimo intento, v¨ªctima de la tensi¨®n y desequilibrado, un pie le rest¨® 10 cent¨ªmetros
Y sin embargo, y pese a empezar m¨¢s tenso que habitualmente, todo comenz¨® magn¨ªficamente para C¨¢ceres, quien tras un primer salto de 8,09m que le aseguraba no tener que penar por pasar a la mejora, salt¨® 8,25m en su segundo intento. La marca le permiti¨® ser el primero moment¨¢neamente y empezar a presionar a Menkov, que no hab¨ªa pasado entonces por encima de 8,14m. Y, adem¨¢s, dados los defectos en la ejecuci¨®n del salto apreciados sabiamente desde la apretujada grada por su entrenador, Jes¨²s Gil, permit¨ªa albergar esperanzas de que el gran salto podr¨ªa llegar. El gran salto lo dio, sin embargo, unos minutos m¨¢s tarde Menkov, un a?o mayor que C¨¢ceres y su rival habitual ya en juveniles y j¨²niors. En su tercer salto, y ante el delirio de las gradas chillonas y poco generosas con los extranjeros (salvo con los hermanos ucranianos), Menkov se fue hasta 8,52m y cerr¨® el debate.
La pelea ser¨ªa por abajo, y en ella cualquier detalle m¨ªnimo decidir¨ªa. Decidi¨® que Gaisah agarr¨® su mejor salto en varios a?os, que Rivera no floje¨® en su primera gran cita. Ocurri¨® que C¨¢ceres, v¨ªctima de la tensi¨®n, vol¨® desequilibrado en su ¨²ltimo, largo, salto. Un salto que habr¨ªa valido 8,30m y una plata si C¨¢ceres hubiera podido controlar en el aterrizaje un pie que se qued¨® atr¨¢s y le rest¨® 10 cent¨ªmetros. ¡°La emoci¨®n me hab¨ªa desbordado entonces¡±, dijo C¨¢ceres, que hab¨ªa podido luchar hasta el final por las medallas. Y seguir¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.