Brotes verdes

Poco me gusta la pol¨ªtica, pero en esta ocasi¨®n la met¨¢fora que se utiliza para indicar signos de recuperaci¨®n tras un periodo de crisis me viene muy bien para dibujar este campeonato. Si bien el tan temido t¨¦rmino no me entusiasma, creo que puede tener un matiz positivo. Y es que alguien me dijo una vez que crisis en algunas culturas significa oportunidad.

Oportunidad la que ha supuesto este mundial para que muchos de nuestros j¨®venes atletas brillen en la cita internacional. Oportunidad para so?ar con que s¨ª existe un relevo generacional que tantas veces se han obcecado en negar que existiera. Momento para disfrutar de estos brotes nacidos de entre la sequ¨ªa. Porque son m¨¢s escasos que los nacidos de las maravillosas secuelas de Barcelona 92 y ese fant¨¢stico plan ADO, pero son robustos y firmes, porque son luchadores desde su nacimiento, supervivientes en un entorno hostil. Germinando para un futuro que pasa por R¨ªo 2016 y que anhela florecer en Madrid 2020, si es que la econom¨ªa no los devasta. Porque es el caso de July Tackas, que debuta tras batir un r¨¦cord de Espa?a y consegu¨ªa una novena plaza que la situaba a solo un puesto de las finalistas, quien en su marcha por estar entre las mejores se ha quedado este a?o sin un club que la ayude.

Los nuevos atletas son m¨¢s escasos que los nacidos de las secuelas de Barcelona 92 y ese fant¨¢stico plan ADO

El de Kevin L¨®pez, quien tambi¨¦n posee un r¨¦cord nacional en una de las distancias m¨¢s complicadas para acceder a la final de los mejores, el 800. Al igual que Bruno Hortelano, un joven criado y educado al otro lado del Atl¨¢ntico, que viene a Espa?a a pasar sus vacaciones compitiendo, vistiendo los colores de su selecci¨®n, de los que no duda tintarse el pelo. Un velocista que ha dado su mejor versi¨®n en Mosc¨², batiendo un r¨¦cord nacional que hab¨ªa hecho este mismo a?o Sergio Ruiz, y demostrando que es de los fuertes, de los polivalentes, velocista que no se achica en la vuelta completa. Podr¨ªa seguir con nombres que empiezan a copar puestos en las circulares del equipo nacional, fechas de nacimiento en la d¨¦cada de los 90 que nos hacen sentir a quienes nos concebimos j¨®venes, algo m¨¢s viejos.

No querr¨ªa olvidarme a nadie, pero me reservo estas l¨ªneas para alguien que nos ha hecho volver a so?ar. Porque hemos volado con cada uno de sus saltos, hemos disfrutado con su nuevo perfil regular, con su inexplicable experiencia a sus tiernos 21 a?os. Hemos rozado un p¨®dium que ha estado m¨¢s cerca que un suspiro, al que le hemos empujado desde que o¨ªamos ese rom¨¢ntico sonido al tomar tabla. Con el que hemos suplicado un par de cent¨ªmetros para una nueva presea espa?ola. Pero soy de las que miran en positivo, de las que valoran lo que este muchacho ha conseguido. Porque Eusebio C¨¢ceres se ha convertido en un nombre propio de nuestro deporte, en un nuevo referente que, como hiciese el pasado a?o Ana Peleteiro, nos ha hecho volar a todos en el foso. La medalla de chocolate sabe amarga, pero si se sabe aprender y valorar, se convertir¨¢ en un dulce ¨¦xito muy pronto.