¡°Este estadio fue un milagro¡±
Andoni Zubizarreta y Jorge Valdano rinden tributo al desaparecido campo de San Mam¨¦s, que hoy habr¨ªa cumplido cien a?os
Hoy, seis meses despu¨¦s de aquel encuentro en La Catedral, el paso del tiempo se manifiesta m¨¢s cruel e insobornable que nunca. El presente que durante la charla conjugan Andoni Zubizarreta (Vitoria, 1961) y Jorge Valdano (Las Parejas, Argentina, 1955), el c¨¦sped que pisan y las tribunas que los abrigaron aquella g¨¦lida ma?ana de febrero, son ya pasado, pasado reciente, pero parecen prehistoria. Aqu¨ª reproducimos algunos pasajes de la conversaci¨®n, que forma parte del documental Un siglo y 90 minutos, que se estrena hoy en el Guggenheim Bilbao con motivo de la inauguraci¨®n del estadio, el 21 de agosto de 1913
Andoni Zubizarreta. No vine a San Mam¨¦s hasta los 12 o 13 a?os, y ni siquiera vi al Athletic. Fue un torneo de verano y me impresion¨® el Dinamo de Kiev de Blokhin, me pareci¨® m¨¢gico, un deporte que yo no hab¨ªa visto.
Jorge Valdano. Te impresion¨® m¨¢s el Dinamo que San Mam¨¦s.
A. Z. Seguramente el continente, San Mam¨¦s, le dio ese tono m¨¢gico. Me pareci¨® algo ¨²nico. Me enamor¨¦ del f¨²tbol desde ese punto de vista: esto puede ser correr, chutar y parar, pero adem¨¢s es el entorno, el ambiente, la gente, el respeto... Me llam¨® la atenci¨®n el respeto del p¨²blico: el campo lleno en un torneo de verano, cosa hoy inimaginable, 40.000 espectadores, y la liturgia de San Mam¨¦s, el respeto al futbolista.
Tr¨¢iler del documental 'Un siglo y 90 minutos'. / ATHLETIC CLUB
J. V. ?T¨² ya te imaginabas entonces como futbolista?
A. Z. [Jos¨¦ ?ngel] Iribar suele decir una cosa que refleja muy bien lo que yo sent¨ªa: ¡°Nosotros ¨¦ramos porteros en la imaginaci¨®n¡±. Yo imaginaba a Iribar volando de palo a palo o sacando la pelota con la punta de los dedos porque lo le¨ªa en el peri¨®dico y lo o¨ªa en la radio... pero me faltaba el d¨®nde, porque yo lo ubicaba en el campo del Aretxabaleta, que est¨¢ muy bien pero es el campo del Aretxabaleta. Y entonces, ese d¨ªa que vine, todos esos elementos le dieron liturgia a todo lo que yo so?aba ser. Desde ese d¨ªa, ya me imaginaba ejecutando una parada... en San Mam¨¦s.
J. V. Me reconozco en eso. El f¨²tbol fue mucho antes palabra que acci¨®n. Yo el primer partido lo vi con 17 a?os, y el primer partido profesional lo jugu¨¦ con 18. Viv¨ªa lejos de Buenos Aires, lejos de Rosario, y el f¨²tbol me entraba a trav¨¦s de la revista El Gr¨¢fico o de la radio.
A. Z. ?Y San Mam¨¦s cu¨¢ndo lo descubres?
J. V. Aqu¨ª descubr¨ª el f¨²tbol europeo. Yo jugaba en el Alav¨¦s, un f¨²tbol de cabotaje...
A. Z. All¨ª nos conocimos, s¨ª, en Mendizorroza.
En mi primer partido me dije: ¡®Joder, chaval, que llevas el uno... Zubizarreta
J. V. Empec¨¦ a venir a ver partidos de la Copa de la UEFA. Se com¨ªa bien en San Mam¨¦s: unos bocadillos...; por ah¨ª alguien te invitaba a comer de una cazuela... Me impresion¨®. Pero el primer partido que vi aqu¨ª no fue europeo. Vino River a un torneo de verano. Vi una actuaci¨®n gloriosa del Beto Alonso, un mito en Argentina. Y me qued¨® grabada una acci¨®n: sacaba Fillol, alto, alt¨ªsimo, Alonso se apoyaba en la marca y paraba el bal¨®n con el exterior del pie, y sal¨ªa jugando como una bailarina. Y hab¨ªa en la tribuna un preparador f¨ªsico del Athletic que se pon¨ªa de pie y dec¨ªa: ¡°Miren bien esto, porque no lo van a volver a ver¡±. Y a m¨ª me daba mucho orgullo, por mi argentinidad. Los dem¨¢s fueron partidos de la UEFA, con un ambiente impresionante... y me seduc¨ªa Rojo. Yo ven¨ªa a ver a Txetxu Rojo. ?Y tu debut aqu¨ª?
A. Z. Con la selecci¨®n de Euskadi, antes de mi fichaje en el Athletic. Fue un debut maravilloso: en la primera jugada, pis¨¦ mal, me romp¨ª un dedo del pie, me metieron gol y, como mi suplente ten¨ªa la rodilla rota, tuve que jugar los 90 minutos.
J. V. ?C¨®mo termin¨® aquello?
A. Z. Perdimos 2-0. Hab¨ªa una especie de runr¨²n en Bilbao, y era que el Athletic iba a fichar un portero del Alav¨¦s, un guipuzcoano al que nadie conoc¨ªa. Aquella era mi rev¨¢lida y, claro, cuando acab¨® el partido, me iba por el t¨²nel de vestuarios, pensando: ¡°Chaval, no te van a llamar en la vida¡±. Pero al d¨ªa siguiente, con el pie escayolado, estaba ya en el Athletic.
J. V. ?Y tu primer partido con el Athletic?
A. Z. Mi primer partido de local fue en Atocha, porque San Mam¨¦s estaba en obras para el Mundial¡¯82, contra el Sevilla. Y el inicio fue... Saca el Sevilla, Pintinho le pega desde el centro del campo y la pelota pasa un palmo por encima del larguero. Y yo pens¨¦. ¡°Esta gente tiene muy malas intenciones en Primera Divisi¨®n¡±.
J. V. El profesionalismo no es para m¨ª.
A. Z. Mi primer partido en San Mam¨¦s fue contra el Sestao, de Copa, con la grada ca¨ªda, sin fondo y sin focos. Ganamos 2-0 y sufrimos un mont¨®n. Me recuerdo en el t¨²nel. Vas a salir y, claro, vas a pisar un sitio donde t¨² has visto jugar al Chopo... ¡°Joder, chaval, que llevas el uno a la espalda¡±, te dices.
Me pareci¨® incre¨ªble que fueras al campo en metro; en Madrid ser¨ªa imposible Valdano
J.V. Siempre la sombra del Chopo, ?no?
A. Z. Yo ten¨ªa la idea de Iribar vestido de negro, y cre¨ªa que ese era el color del portero del Athletic. Lo primero que me dijo fue: ¡°No. T¨² define tu personalidad, c¨®mo quieres que San Mam¨¦s te vea. De negro jugaba yo, pero t¨² define tu color, la gente te tiene que ver a ti, a Zubizarreta, no a Iribar¡±. Fue una lecci¨®n...
J. V. ?Y la primera vez que viniste con otra camiseta?
A. Z. Con el Bar?a. Muy dif¨ªcil. Yo no quise salir del Athletic, pero fui al Bar?a, y es una de mis no decisiones de las que no me arrepiento en absoluto. Se me hizo raro ir al vestuario de la derecha. Y cuando vi lo peque?o que era el vestuario visitante, pens¨¦: ¡°Esto no es San Mam¨¦s¡±.
J. V. ?Y siempre te sentiste extra?o cuando ven¨ªas a San Mam¨¦s con otro equipo?
A. Z. Ese primer a?o ¨ªbamos ganando 0-2. El Athletic nos hace el 1-2, y a falta de cinco minutos Txetxu Gallego cae en el centro del campo. Yo tengo la pelota en la mano, ¨¦l no se mueve y la tiro fuera. Salen las asistencias, se van, el Athletic saca de banda... y no nos la devuelve, centran y gol: 2-2. En ese momento decid¨ª que una cosa era el antes y que otra ser¨ªa el despu¨¦s, pero que los 90 minutos eran para ganar o ganar.
J. V. Los declaraste enemigos.
A. Z. Y luego tuve la desgracia, bueno, la suerte y la desgracia, de jugar aqu¨ª un partido con el Bar?a que ganamos 0-6, la mayor goleada que jam¨¢s ha encajado el Athletic en este campo. Lo tengo grabado, y te escucho en esa grabaci¨®n, porque comentaste el partido en Canal+. A Javi Clemente, poco despu¨¦s, le despiden... Fue un partido de contradicciones. Yo, cuando ¨ªbamos 0-3, dec¨ªa: ¡°Bueno, ya est¨¢, ya vale¡±. Mi ansia de ganar en San Mam¨¦s ya estaba colmada, pero, no, otro, y otro... Hasta seis. ?Y tu primer partido aqu¨ª?
J. V. Con el Zaragoza. Marqu¨¦ un gol, pero luego nos metieron tres... Yo tengo una relaci¨®n con San Mam¨¦s que explica un poco mi vida: vine como espectador; luego como jugador, con el Zaragoza y con el Real Madrid; como entrenador, con el Tenerife y con el Madrid; como hombre de la comunicaci¨®n, para transmitir partidos; y finalmente como directivo.
A. Z. Yo recuerdo la primera vez que nos enfrentamos como directivos. Acab¨® el partido y yo me desped¨ª: ¡°Adi¨®s, Jorge, me voy al metro¡±. ¡°?Vienes en metro al campo?¡± ¡°S¨ª¡±. ¡°?Eso es imposible en Madrid!¡±. Yo cog¨ªa el metro en el Casco Viejo, ven¨ªa hasta aqu¨ª y siempre he tenido la sensaci¨®n de un respeto muy grande. S¨ª, alg¨²n comentario... A la ida casi siempre era: ¡°A¨²pa, Andoni, hoy ganaremos, ?no?¡±. Y a la vuelta era: ¡°Joder, Zubi, a ver si hacemos...¡±. Pero nunca he tenido ninguna situaci¨®n de tensi¨®n, ni de presi¨®n.
J. V. Eso es muy vasco, ?no? Yo he venido muchas veces a ver a Bielsa, nos ponemos los dos a caminar por el centro de la ciudad y la gente no es nada invasiva. Es como si fuera el entrenador del Albacete.
A. Z. Hay que entender que este es un club de la gente. Al final, todos los clubes son de sus seguidores, pero este m¨¢s. Este club sin su grada, sin su afici¨®n, no es absolutamente nada.
J. V. ?Cu¨¢l es el gran recuerdo que te llevas de San Mam¨¦s?
A. Z. El partido contra Inglaterra, el homenaje a Rojo. Cuando llegu¨¦ al Athletic, el peso del Chopo y de la porter¨ªa era muy grande. El a?o anterior hab¨ªa jugado Andoni Cedr¨²n y hab¨ªa una gran discusi¨®n sobre qui¨¦n pod¨ªa ser su sucesor. Inglaterra acept¨® jugar contra el Athletic porque jugaba aqu¨ª el Mundial, era su sede, quer¨ªa ganarse al p¨²blico... Y ese d¨ªa Iribar me dijo: ¡°Oye, hoy no nos jugamos nada, as¨ª que disfruta: est¨¢ el campo a reventar, es Inglaterra...¡±. Y jugu¨¦ un partido maravilloso. Ah¨ª cambi¨® la percepci¨®n de San Mam¨¦s. ¡°Ostras, este es un muy buen portero¡±. Ten¨ªa 20 a?os, ?eh? Era un chaval¨ªn. Pero hubo un antes y un despu¨¦s.
En a?os muy duros en Euskadi, San Mam¨¦s fue un terreno neutral Zubizarreta
J. V. Te sentiste jugador de f¨²tbol.
A. Z. Ah¨ª sent¨ª que pod¨ªa jugar con Blokhin, que pod¨ªa estar a la altura del Dinamo de Kiev. Hice dos o tres paradas dificil¨ªsimas, un tiro abajo al palo que hasta Keegan me felicit¨®... Creo que en mi vida he vuelto a jugar un partido como ese, pero tambi¨¦n creo que en la vida me han chutado tantas veces. Ese es mi partido, el d¨ªa en que te duchas con esa sensaci¨®n de decir: ¡°Este es mi sitio, esto es lo que yo so?aba cuando era chaval¡±. San Mam¨¦s tiene ese punto, o a m¨ª siempre me ha parecido, de que aqu¨ª pueden pasar cosas m¨¢gicas. Aqu¨ª, de vez en cuando, los equipos se acaban convirtiendo en mejores.
J. V. Esa resonancia m¨ªtica la tiene en toda Espa?a. Cualquier jugador que viene por primera vez a San Mam¨¦s habla de la experiencia como de un acontecimiento personal.
A. Z. Este es un campo que durante muchos a?os, a?os muy duros en Euskadi, ha sido un terreno neutral. San Mam¨¦s aunaba a todo: mayores, peque?os, clases sociales diferentes, diferentes ideolog¨ªas pol¨ªticas... La cosa era ser del Athletic.
J. V. Ese es el gran milagro de este estadio: reflejar una identidad con una fuerza tremenda, una fuerza que se est¨¢ debilitando en los dem¨¢s equipos. Ahora se est¨¢n activando las identidades remotas: el otro d¨ªa estuve en El Salvador, y la mitad de El Salvador era del Barcelona y la otra mitad del Madrid.
¡®T¨² define tu color¡¯, me dijo el Chopo, ¡®la gente te tiene que ver a ti, no a Iribar Zubizarreta
A. Z. Recuerdo la bajada por la r¨ªa en la gabarra, la ciudad entregada a un equipo. Era una ¨¦poca muy dura. Bilbao, a la que amo, me parec¨ªa entonces oscura, negra, dura, con el cierre de Altos Hornos y de los astilleros, con una situaci¨®n pol¨ªtica, los a?os de plomo, los asesinatos... Y, en medio de aquel desastre, la posibilidad de celebrar algo. Y en una r¨ªa de color naranja, que hoy ser¨ªa impensable, entre aquellos enormes astilleros, aquella gabarra me parec¨ªa una cosa m¨¢gica.
J. V. Yo siempre digo que Bilbao me reconcilia con la clase pol¨ªtica, porque esta ciudad se ha transformado en los ¨²ltimos 30 a?os hasta el punto de convertirse en una ciudad s¨²per atractiva.
A. Z. El paso del viejo al nuevo San Mam¨¦s puede ser la contribuci¨®n del Athletic a esa transformaci¨®n.
J. V. Como siempre, el f¨²tbol llega tarde al cambio.
Unai Larrea es periodista y director de 'Un siglo y 90 minutos', documental que recoge la historia del campo de San Mam¨¦s, que se estrenar¨¢ esta tarde en el Museo Guggenheim Bilbao y ser¨¢ emitido en fechas pr¨®ximas por Euskal Telebista, Euskaltel y Canal+.
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