Grosjean se relaja entre fogones
El franc¨¦s recurre al judo y la cocina para el autocontrol tras el incidente en Spa de 2012
Conseguir que un piloto que no es r¨¢pido llegue a serlo es tan dif¨ªcil como pretender ganarse la vida como pintor sin saber dibujar. A su vez, tambi¨¦n los hay que poseen el talento necesario para rodar entre los mejores, pero que, por alguna circunstancia, no pueden demostrarlo. Romain Grosjean (Ginebra, 27 a?os), octavo en la clasificaci¨®n general, es de estos ¨²ltimos y su caballo de batalla es la falta de serenidad y autocontrol en momentos puntuales. Esta carencia puede pasar algo m¨¢s inadvertida en seg¨²n qu¨¦ escenarios, pero no entre un enjambre de monoplazas de F-1 lanzados a m¨¢s de 300 por hora. Menos a¨²n, cuando uno monta un desguace a final de recta como le ocurri¨® a Grosjean el a?o pasado en este mismo circuito en el momento de la arrancada.
El franco suizo de Lotus se fue abriendo hacia la derecha y oblig¨® a Hamilton, que aceleraba por all¨ª, a pisar la hierba. El b¨®lido del brit¨¢nico le embisti¨® a ¨¦l, que sali¨® proyectado por encima del de Checo P¨¦rez, convertido en una especie de rampa de lanzamiento, y sobrevol¨® el de Fernando Alonso tras dar un trompo en el aire. Un strike en toda regla. Aquel accidente fue el ¨²ltimo de una larga lista que acumulaba en su historial y le cost¨® la suspensi¨®n para la siguiente. Aquello fue un hasta aqu¨ª hemos llegado para Grosjean, que se puso manos a la obra para quitarse de encima la etiqueta del chiflado de la primera vuelta que le puso Webber.
Cuando est¨¢ estresado se escapa al restaurante de un amigo y se pone el delantal
Para ello se centr¨® en dos disciplinas tan alejadas entre s¨ª como el judo y la cocina, adem¨¢s de recurrir a un psic¨®logo especializado en alto rendimiento. En el tatami, el compa?ero de Kimi Raikkonen sigue los consejos de Benoit Campargue, exentrenador de Teddy Riner, uno de los mejores judocas de todos los tiempos, y su progresi¨®n le ha llevado de momento hasta el cintur¨®n verde. ¡°No necesitamos ser tan atl¨¦ticos como un corredor de 100 metros, un jugador de rugby o un saltador de p¨¦rtiga, pero debemos estar bien de la cabeza. Lo psicol¨®gico en nuestro caso es m¨¢s determinante que lo f¨ªsico¡±, conviene Grosjean.
Si con el judo libera tensiones, ponerse detr¨¢s de los fogones le ayuda a relajarse, algo que un piloto tambi¨¦n debe aprender a hacer. Cuando a finales de 2009, despu¨¦s de relevar a Nelsinho Piquet en Renault como compa?ero de Alonso, se vio fuera de la F-1, el franc¨¦s pens¨® muy seriamente estudiar para chef. De hecho, cuando est¨¢ estresado, no es nada raro que se escape a La P¨¨re Claude, un restaurante que un amigo suyo posee en Par¨ªs, se meta en la cocina y se ponga el delantal. Siempre que est¨¢ en su casa cocina para Marion, una periodista de la televisi¨®n francesa TF1, a quien conoci¨® cuando ella cubr¨ªa el Mundial, con quien se cas¨® en junio del a?o pasado y que en julio tuvo a Sacha, el primer hijo de ambos.
¡°Mi mentalidad es otra, he cambiado¡±, asegura Grosjean cuando se le pregunta por las sanciones que a¨²n ha ido recibiendo. En M¨®naco le cayeron diez puestos de penalizaci¨®n con vistas a la cronometrada de Canad¨¢ por un encontronazo con Ricciardo, y en la ¨²ltima cita, en Hungr¨ªa, un pase y siga a ra¨ªz de un adelantamiento a Massa. ¡°Trabaj¨¦ mucho [a ra¨ªz de lo ocurrido en Spa], he mejorado y mi rendimiento demuestra que he hecho los deberes. Seguir¨¦ esforz¨¢ndome para que las arrancadas limpias se conviertan en la norma¡±, remacha. ¡°Romain ha necesitado algo de tiempo antes de poder demostrar todo el talento que lleva dentro. Es una satisfacci¨®n ver que ha aprendido de aquello y que ahora es capaz de ofrecer los resultados que nunca dudamos que pod¨ªa dar¡±, le piropea Eric Boullier, el director de Lotus, bien sea porque as¨ª lo cree, porque espera que le invite a cenar o, cuando menos, para que no se le pase por la cabeza hacerle un ippon.
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