Isla peque?a, f¨²tbol viejo
Inglaterra necesita un cambio o dejar¨¢ de competir seriamente en el escenario mundial
Tres datos.
¡°Gran Breta?a ha inventado la mayor¨ªa de las cosas que han merecido ser inventadas, sin excluir todos los deportes jugados hoy en el mundo¡±.
David Cameron, primer ministro brit¨¢nico, esta semana
De los siete jugadores que el Tottenham compr¨® con el dinero recibido de la venta de Gareth Bale al Real Madrid ninguno de ellos es ingl¨¦s. Ni gal¨¦s. Ni siquiera brit¨¢nico.
De las cuatro selecciones brit¨¢nicas que, por una alegre aberraci¨®n hist¨®rica, compiten en la fase clasificatoria del Mundial 2014, tres ¨C Gales, Irlanda del Norte y Escocia ¨C ya no tienen posibilidad de llegar a Brasil mientras que Inglaterra no tiene en absoluto el billete asegurado.
De los 11 jugadores en el campo para el Swansea City, modesto pero simp¨¢tico equipo de la Premier League inglesa, en el primer partido de la actual temporada, seis eran espa?oles.
Conclusi¨®n (apoyada en muchos m¨¢s datos similares): el comentario que un portavoz del gobierno ruso hizo esta semana sobre Gran Breta?a ¨C ¡°una peque?a isla a la que nadie presta atenci¨®n¡± ¨C gener¨® previsible indignaci¨®n entre los s¨²bditos de Su Majestad, pero en el caso de que el hombre de Putin hubiese estado hablando del nivel de los futbolistas isle?os nadie hubiera tenido nada que objetar. Empezando por Greg Dyke, el nuevo presidente de la Football Association, el m¨¢ximo organismo del f¨²tbol ingl¨¦s, la asociaci¨®n de f¨²tbol m¨¢s antigua del mundo, donde todo empez¨®. ¡°El problema es muy, muy serio,¡± dijo Dyke en un discurso esta semana. La falta de talento entre los jugadores nacidos en Inglaterra es ¡°alarmante¡±; la tendencia actual ¡°da miedo¡±; si no se hace algo urgentemente ¡°Inglaterra dejar¨¢ de competir seriamente en el escenario mundial¡±.
Hay bastantes que dir¨ªan que ese d¨ªa ya lleg¨®. No solo hay que remitirse a las estad¨ªsticas, elocuente muestra del fracaso ingl¨¦s en competici¨®n internacional desde el Mundial de 1966. Un vistazo a los partidos que disputaron la selecci¨®n inglesa y la espa?ola el viernes por la noche fue suficiente para medir la distancia que separa a Inglaterra del m¨¢ximo nivel del f¨²tbol actual. Ambos ganaron -Inglaterra contra Moldavia, Espa?a contra Finlandia¨C pero un extraterrestre reci¨¦n aterrizado hubiera concluido que jugaban dos deportes diferentes. La torpeza del mejor once ingl¨¦s en la elemental disciplina del pase al pie estaba a a?os luz de la fluida coreograf¨ªa del once espa?ol. Desde el punto de vista ingl¨¦s, como bien dijo Dyke, daba miedo.
Podr¨ªa empezar por imitar la disciplina, organizaci¨®n y seriedad del modelo espa?ol. En la preparaci¨®n de ni?os para jugar al f¨²tbol, Espa?a est¨¢ a a?os luz de Inglaterra
?Qu¨¦ puede hacer Inglaterra si va a tener la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de cumplir el reto que Dyke propuso a la naci¨®n en su discurso, ganar el Mundial de 2022? Podr¨ªa empezar por imitar la disciplina, organizaci¨®n y seriedad del modelo espa?ol. En la preparaci¨®n de ni?os para jugar al f¨²tbol, Espa?a est¨¢ a a?os luz de Inglaterra.
Para entender lo mal que juega la selecci¨®n inglesa no hay m¨¢s que ver las condiciones tercermundistas en las que la gran mayor¨ªa de los ni?os ingleses se entrena. Los campos suelen ser parques donde entre semana la gente pasea con sus perros. No hay l¨ªneas pintadas para delimitar el terreno de juego. La hierba es alta ¨Ccuando la lluvia no ha reducido todo a barro¨C y muchas veces tal es el desnivel del campo que un equipo tiene que jugar la mitad de un partido cuesta arriba; el rival, cuesta abajo. L¨®gico, entonces, que los jugadores ingleses no cojan el h¨¢bito de pasarse limpiamente el bal¨®n, que su recurso habitual sea lanzar la pelota para arriba a ver qu¨¦ pasa.
En Espa?a, en cambio, pr¨¢cticamente todos los ni?os de seis a?os para arriba que quieran jugar al f¨²tbol disponen de campos de hierba artificial que impulsan el juego asociativo y la inteligencia t¨¢ctica y que cuentan, adem¨¢s, con preparadores que saben lo que hacen. En Inglaterra, en cambio, la gente encargada de organizar los entrenos y explicar el deporte, por m¨¢s voluntariosa que sea, casi nunca est¨¢ a la altura. Existen razones por ello. Un art¨ªculo en el Daily Telegraph esta semana contaba que en Inglaterra hay 1.161 entrenadores con licencia de la UEFA grado ¡°A¡±, en Espa?a, 12.720; a nivel profesional Inglaterra tiene 203, Espa?a, 2.140.
Es tremendo, adem¨¢s de curioso, el descuido en el que ha ca¨ªdo el f¨²tbol base en el pa¨ªs que lo invent¨®. Si el se?or Dyke fuese a ver c¨®mo se lleva el tema en Espa?a no solo le dar¨ªa miedo lo que hay en su pa¨ªs, le dar¨ªa pena.
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