La peor pesadilla para Madrid
Tokio se impone con autoridad para ser sede de los Juegos de 2020 a Estambul y a la candidatura espa?ola, que cay¨® en primera ronda tras un desempate con la aspirante turca
Tokio se impuso a Madrid y Estambul en la lucha por organizar los Juegos Ol¨ªmpicos de 2020. Madrid cay¨® en la primera ronda tras un empate parcial con Estambul ¡ª26 votos para cada uno por los 42 de Tokio, que ya desde el primer momento marcaba distancias¡ª y que termin¨® con 45 votos a favor y 49 en contra en una segunda votaci¨®n de desempate. Y despu¨¦s Jap¨®n se impuso a Turqu¨ªa por 60 votos frente a 36 en la decisi¨®n final. Gan¨® el candidato m¨¢s solvente en su econom¨ªa y el que m¨¢s expeditivo se ha mostrado en la lucha contra el dopaje. El equipo de Madrid ofrec¨ªa el 80% de sus infraestructuras ya construidas. Pero Jap¨®n aportaba eso mismo y algo m¨¢s, y la candidatura espa?ola no pudo desembarazarse de la sombra del dopaje, con dos preguntas, y de la crisis que azota el pa¨ªs, y acab¨® pagando ambas cosas. Fue un golpe dur¨ªsimo para el proyecto espa?ol, porque quedaba fuera de juego a la primera y porque lo hizo cuando las esperanzas de victoria eran incluso m¨¢s altas que en ocasiones anteriores.
Estambul prometi¨® ¡°tolerancia cero¡± contra el dopaje. Pero en los ¨²ltimos tres meses han salido a la luz 32 pruebas positivas. Y la ciudad turca no supo explicar a qu¨¦ se deb¨ªan. Espa?a eludi¨® referirse al dopaje en su presentaci¨®n. Pero hasta dos delegados preguntaron al equipo de Madrid sobre esa cuesti¨®n. Sali¨® a colaci¨®n el nombre de la Operaci¨®n Puerto, la actuaci¨®n que emprendi¨® en 2006 la Guardia Civil contra una red de dopaje que desemboc¨® este a?o en una sentencia muy tibia para los culpables.
Y frente a eso, Tokio alarde¨® de lo que nadie pod¨ªa negarle: ning¨²n deportista ol¨ªmpico japon¨¦s ha dado positivo en un control antidopaje. Aludi¨® la honestidad de sus ciudadanos. ¡°Si [los visitantes] pierden algo, lo recuperar¨¢n, incluso el dinero. El a?o pasado m¨¢s de 30 millones de d¨®lares en met¨¢lico les fueron entregados a la polic¨ªa¡±, indic¨® una representante del equipo japon¨¦s.
Pero Tokio aport¨® otro argumento demoledor: el dinero. Madrid asegura que solo le faltaban 1.500 millones por invertir en los pr¨®ximos siete a?os, algo asumible entre el Ayuntamiento, la Comunidad y la Administraci¨®n Central. Pero la candidatura de Madrid no concret¨® nunca c¨®mo se afrontar¨ªa esa inversi¨®n. A Jap¨®n le faltan 3.400 millones de euros para completar su proyecto, pero podr¨ªa poner el dinero ahora mismo encima de la mesa si fuera necesario. ¡°No es un presupuesto, es un fondo listo para ser usado a partir de ma?ana¡±, se?al¨® uno de sus integrantes.
El punto d¨¦bil de Espa?a, una vez m¨¢s, fue la lucha contra el dopaje.
Esta era la segunda ocasi¨®n consecutiva en que Tokio aspiraba a organizar unos Juegos y la tercera consecutiva de Madrid, que ya hab¨ªa probado suerte en 2005 y 2009. El pa¨ªs necesitaba esta vez una ilusi¨®n, como dec¨ªa la delegaci¨®n espa?ola, pero el COI no consider¨® que deb¨ªa conced¨¦rsela. Ahora, el Gobierno tendr¨¢ que seguir luchando contra el peso de 6,2 millones de parados; el presidente, Mariano Rajoy, tendr¨¢ que seguir soportando las preguntas sobre el caso de Luis B¨¢rcenas sin la ayuda de unos buenos titulares. Y el Ayuntamiento de Madrid deber¨¢ afrontar su endeudamiento en torno a los 8.000 millones de euros sin m¨¢s recursos que los que pueda conseguir en Espa?a.
La delegaci¨®n espa?ola hab¨ªa intentado convertir los rigores de la crisis econ¨®mica en una virtud. No hac¨ªan falta grandes sumas de dinero para invertir porque ya se hab¨ªa destinado casi todo lo que se precisaba. Se organiz¨® la estrategia en torno a la solvencia de un proyecto al que solo faltaban 1.500 millones de inversi¨®n y un 20% de sus infraestructuras. Pero cuando se termin¨® la exposici¨®n de 45 minutos y lleg¨® el turno de las preguntas para Espa?a, los delegados del COI eludieron la crisis y se centraron en la lucha contra el dopaje. El brit¨¢nico Adam Pengilly plante¨®: ¡°Unos pocos deportistas me han pedido que pregunte por el desarrollo de la Operaci¨®n Puerto y por la destrucci¨®n de las muestras de sangre¡±.
Pengilly se refer¨ªa a las m¨¢s de 200 bolsas que el m¨¦dico Eufemiano Fuentes y sus colaboradores escond¨ªan en dos pisos de Madrid; o sea, la sangre de la Operaci¨®n Puerto. La operaci¨®n fue calificada por varios medios internaciones y deportistas de ¨¦lite, como el tenista Andy Murray, como ¡°el mayor encubrimiento de la historia del deporte¡±. Tras siete a?os de instrucci¨®n y tres meses de juicio, la sentencia de la juez Julia Patricia Santamar¨ªa fue muy tibia. De los cinco acusados tres fueron absueltos y dos condenados a penas m¨ªnimas. Y encima, la juez orden¨® destruir las 212 bolsas de sangre y plasma incautadas, con lo cual se vetaba la posibilidad de castigar a los deportistas dopados, que pudieron ser una centena. La sentencia fue recurrida por la fiscal¨ªa. Con lo cual, las bolsas no se destruyeron. Pero el delegado Adam Pengilly pregunt¨® ¡°por la destrucci¨®n¡±. Y nadie atin¨® a decirle que no se hab¨ªan destruido a¨²n.
El pasado mayo, cuando se promulg¨® la sentencia, el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol se encontraba en Buenos Aires. Cuando se le pregunt¨® que c¨®mo podr¨ªa afectar el veredicto a la candidatura espa?ola contest¨® que muy mal. Y lament¨® que un hecho tan deplorable como esa red de dopaje opacara todos los esfuerzos que se han venido haciendo en los ¨²ltimos a?os para adaptarse a la legislaci¨®n internacional.
El s¨¢bado, cuando Blanco respondi¨® a los delegados del COI, asegur¨® que Espa?a ha adaptado la ley a todas las exigencias. Pero eludi¨® contestar al caso concreto de las bolsas. En la posterior conferencia de prensa aclar¨® que Espa?a es el sexto pa¨ªs en n¨²mero de controles. Y que hay un total compromiso para luchar sin l¨ªmites contra el dopaje. Y se refiri¨® a las bolsas: ¡°Estamos en un proceso judicial y hasta el final de ese proceso la juez no decide si da las bolsas o no las da. (¡) No dejaremos de luchar hasta conocer los nombres de todos aquellos que estaban implicados¡±, aclar¨®. Pero ya era demasiado tarde. Y adem¨¢s, los delegados del COI conoc¨ªan de sobra la respuesta. Tuvieron muchos meses para escucharla. Y se ve que ninguna de las explicaciones debi¨® convencerles.
A Tokio le vali¨® un inteligente uso de la tragedia nuclear de Fukushima, a la que de alguna manera dio la vuelta. En lugar de evitar hablar de lo que pas¨®, utiliz¨® el desastre para pedir ¡°algo con lo que so?ar¡± despu¨¦s de tantas l¨¢grimas. El poder econ¨®mico japon¨¦s hizo el resto. Jap¨®n se impuso claramente en la primera votaci¨®n (42 votos, cerca incluso de la mayor¨ªa absoluta, con lo que no hubieran sido necesarias m¨¢s votaciones), y en la definitiva, con 60 votos por los 36 de Estambul.
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