Juega el Villarreal, marca Bale
Sostenido por Diego L¨®pez, un Madrid sin hilo y muy expuesto empata en El Madrigal (2-2)
Sostenido por Diego L¨®pez en los malos momentos, que fueron muchos, el Madrid jug¨® a impulsos en El Madrigal, sin un hilo argumental, sometido por la inteligencia t¨¢ctica de Bruno, verdadero due?o del partido. El car¨¢cter de Ramos sirvi¨® para levantar al conjunto blanco y el orgullo de Ronaldo para atacar hasta el ¨²ltimo suspiro, pero al final fueron las paradas de Diego L¨®pez las que equilibraron un encuentro electrizante de principio a fin. Animado por sus diminutos delanteros, el Villarreal record¨® al de sus buenos tiempos, cuando se paseaba por Europa con aire se?orial. Otro estilo, mucho m¨¢s directo, pero igualmente est¨¦tico. Salvo Asenjo y Giovani dos Santos, los otros nueve jugadores amarillos llegaban de Segunda con ganas de volver a sentirse importantes. Y lo fueron.
Hay gestos que cambian el devenir de un partido. El de Sergio Ramos iba encaminado a eso. Levant¨® los brazos dirigi¨¦ndose a sus compa?eros de ataque, a quienes exig¨ªan mucha m¨¢s intensidad. Predic¨® con el ejemplo. Primero al cabecear al primer palo un c¨®rner de Isco, repelido por los pu?os de Asenjo. Poco despu¨¦s, al enviar un centro en diagonal desde el centro del campo, unos 35 metros, que atraves¨® como un bistur¨ª todas las l¨ªneas defensivas amarillas. Y dej¨® solo a Cristiano ante Asenjo, aunque el portugu¨¦s cabece¨®, inusualmente, muy desviado.
Pero Ramos se hab¨ªa dejado o¨ªr, hab¨ªa impuesto su jerarqu¨ªa a golpe de efecto. El Villarreal le hab¨ªa dado una tunda en la primera media hora. Magistralmente dirigido por Bruno, mediocentro puro y pulido tras el a?o en las galeras de Segunda, y la refrescante colaboraci¨®n de Manu Trigueros, la ¨²ltima joya de la cantera castellonense. Tomaron el centro del campo y lanzaron a sus delanteros de bolsillo (Jonathan Pereira, Giovani dos Santos y Aquino), que volaban hacia la espalda de la zaga madridista. La media vuelta en carrera de Jonathan Pereira caus¨® estragos en la cintura de Pepe. Chirriaron los goznes del central portugu¨¦s porque frente a la pegada del Madrid, el Villarreal opuso velocidad punta.
VILLARREAL, 2 - R. MADRID, 2
Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Dorado, Jaume Costa; Aquino, Trigueros (Pina, m. 70), Bruno, Cani; Giovani (Hern¨¢n P¨¦rez, m. 75) y Jonathan Pereira (Uche, m. 64). No utilizados: Juan Carlos; Pablo ??iguez, Gabriel, y Perbet.
Real Madrid: Diego L¨®pez; Carvajal, Sergio Ramos, Pepe, Nacho; Illarramendi (Khedira, m. 61), Modric; Bale (Di Mar¨ªa, m. 61), Isco, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Morata, m. 75). No utilizados: Casillas; Casemiro, Jes¨¦ y Llorente.
Goles: 1-0. M. 20. Cani. 1-1. M. 38. Bale. 1-2. M. 63. Cristiano Ronaldo. 2-2. M. 69. Giovani dos Santos.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Amonest¨® a Aquino, Nacho, Sergio Ramos, Morata y Pina.
Unos 24.000 espectadores en El Madrigal.
Tan solo frenada por Diego L¨®pez, en estado de gracia. Conocedor de las porter¨ªas de El Madrigal (las defendi¨® cinco temporadas), el portero gallego estuvo agil¨ªsimo en el uno contra uno, desviando hasta tres disparos a bocajarro, dos de ellos consecutivos a tiros del mexicano Aquino. Esa avalancha desencaden¨® la reacci¨®n airada de Ramos contra sus compa?eros. Son¨® el despertador. Y la insistencia de Dani Carvajal en alcanzar la l¨ªnea de fondo tuvo premio. Su centro raso lo emboc¨® Bale casi desde la misma l¨ªnea de gol. Despistado hasta ese momento, final del primer tiempo, el gal¨¦s sali¨® disparado a celebrar su primer tanto en Espa?a, a dibujar un coraz¨®n con las manos. El ¨¦xtasis del gol sirve para borrar todo lo dem¨¢s: un planchazo a Jonathan Pereira dentro del ¨¢rea madridista indultado por el ¨¢rbitro (era libre indirecto), un par de centros a ninguna parte desde la derecha, donde hab¨ªa actuado a pie cambiado, y, en definitiva, poca conexi¨®n en el juego hasta la chispa generada por el centro de Carvajal. L¨®gico, por otra parte, pues acaba de aterrizar en otro mundo. Crecido por su afortunado deb¨², intent¨® en la segunda parte una acci¨®n m¨¢s propia de su repertorio: la cabalgada potent¨ªsima por el extremo derecho a la que le falt¨® un mes de preparaci¨®n. Lleg¨® exhausto a la l¨ªnea de fondo y Ancelotti le ense?¨® el dorsal para sustituirlo.
Una mano de Nacho dentro del ¨¢rea encendi¨® al p¨²blico del Madrigal en el arranque del segundo tiempo. El Villarreal mantuvo la fluidez y la precisi¨®n en la medular. Y Jonathan Pereira sigui¨® revoloteando dentro del ¨¢rea madridista, para desesperaci¨®n de los centrales. Tras una de sus jugadas, Jaume Costa, el lateral izquierdo, se qued¨® solo ante la porter¨ªa de Diego L¨®pez. Poco acostumbrado, se le apag¨® la luz.
Reci¨¦n sustituido Bale, Ronaldo entr¨® en escena. Favorecido por un fabuloso pase a la carrera de Isco, adornado previamente por un sombrero del volante malague?o. En el uno contra uno de Cristiano con Musacchio, El Madrigal oli¨® el peligro. Los compa?eros del central argentino, tambi¨¦n, acudiendo en masa para socorrerlo. Pero les traicion¨® la suerte. Un triple rebote entre los zagueros, Cristiano y Asenjo acab¨® en las mallas tras un tiro de Benzema.
El Villarreal no se dio por vencido. Enfil¨® Cani una carrera hacia lo imposible, en vertical hacia la poblada corona del ¨¢rea madridista. Encontr¨® el ¨¢ngulo para disparar y, tras el rechace de Diego L¨®pez, Giovani hall¨® la primera fisura en los guantes del meta gallego, un muro antes y despu¨¦s. Los dos equipos hab¨ªan reforzado el centro del campo con Pina y Khedira, pero quien hab¨ªa crecido m¨¢s era Isco. No lo suficiente para arrebatarle a Bruno el cetro del partido.
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