San Mam¨¦s nace lleno de goles
El Athletic se impone al Celta gracias a su eficacia en el estreno de la nueva Catedral
La novedad produce curiosidad y la curiosidad, murmullo, incluso silencio. Por la puerta abierta de la tribuna que falta se escapaba el rugido de San Mam¨¦s. El escenario adquir¨ªa de salida m¨¢s importancia que los protagonistas, fotografi¨¢ndose el p¨²blico en sus localidades reci¨¦n estrenadas, acostumbr¨¢ndose en muchos a casos a ver el f¨²tbol desde m¨¢s arriba en un nuevo San Mam¨¦s, vertical y ovalado. Y vertical sali¨® el Athletic, y ca?onero, con tres disparos en apenas cinco minutos, desde fuera del ¨¢rea. Desviados, desafinados o mordidos, pero disparos a fin de cuentas, que transmit¨ªan la urgencia del gol. Marcar el primer tanto siempre abre las puertas de la historia y a todo el mundo le gusta recorrer ese pasillo. El Celta se lo tom¨® con calma, anud¨¢ndose en el centro del campo y buscando a Charles sin desesperaci¨®n, al amparo de la adelantada defensa del Athletic, que no es precisamente un prodigio de velocidad por el centro.
Quiso el destino castigar a Erik Mor¨¢n, el chico por el que ha apostado esta temporada Valverde en el centro del campo, con un perfil similar f¨ªsica y t¨¦cnicamente al de Iturraspe, que pag¨® su novatada con un error infantil que dej¨® en franqu¨ªa a Nolito ante Herrerin, pero el gaditano prefiri¨® abrirle la puerta vac¨ªa de la porter¨ªa a su compa?ero Charles y el brasile?o escribi¨® la primera l¨ªnea de la historia del nuevo San Mam¨¦s. El Athletic de Valverde persigue la consistencia en el centro del campo sin renunciar a la verticalidad, pero si a San Mam¨¦s le falta una tribuna al Athletic le falta el ¨²ltimo pase. Todo lo que construye, a veces con esfuerzo, a veces mediante la fuerza, a veces con arte, lo malgasta cuando tiene que poner la firma a su trabajo. Por eso llegaba y llegaba pero mor¨ªa y mor¨ªa cuando se trataba de promover el gol. Le pas¨® a Iraola, a Susaeta, a Aduriz, a Muniain (parece que resucitado de su pasado mal a?o). Tanto fue as¨ª que el empate tuvo que llegar por medio de una falta sacada, como todas, por Be?at, que golpe¨® en la espalda de un defensa y qued¨® muerta en el ¨¢rea peque?a para que San Jos¨¦ tambi¨¦n pisase la alfombra de la historia reci¨¦n estrenada.
ATHLETIC, 3; CELTA, 2
Athletic: Herrerin; Iraola, San Jos¨¦, Gurpegi, Laporte; Be?at (De Marcos, m. 82), Mor¨¢n; Susaeta, Ander Herrera (Mikel Rico, m. 69), Muniain (Ibai G¨®mez, m. 74); y Aduriz. No utilizados: Iraizoz; Etxeita, Iturraspe y Toquero.
Celta: Yoel; Mallo, Costas, Font¨¢s, Toni; A. L¨®pez (Madinda, m. 72), Oubi?a, Rafinha; A. Fern¨¢ndez (Santi Mina, m. 72), Charles y Nolito (Orellana, m. 76). No utilizados: S. ?lvarez; Cabral, Bellvis y Rey.
Goles: 0-1. M. 14. Charles. 1-1. M. 18. San Jos¨¦. 2-1. M. 61. Iraola. 3-1. M. 68. Be?at. 3-2. M. 79. Santi Mina.
?rbitro: Gil Manzano. Amonest¨® a Herrer¨ªn, San Jos¨¦, Rafinha, Mallo y Nolito.
Cerca de 40.000 espectadores en el primer partido en el nuevo San Mam¨¦s.
El Celta tiene traza, estilo y madera de buen equipo. Le gu¨ªa el faro de Rafinha y el muelle lo pone Oubi?a. Al equipo de Luis Enrique le gusta el bal¨®n y la contra es un arte que le gusta. Charles tambi¨¦n pasar¨¢ a la historia por algo m¨¢s que el gol: por ser el primer futbolista que dio con el bal¨®n en la valla provisional que cierra el campo por lo que ser¨¢ el fondo sur. Lo malo para ¨¦l es que fue al lanzar un penalti cometido por Herrerin al derribar a Nolito. El error despert¨® al Athletic, que pagaba las desapariciones de Be?at y el cargo de conciencia de Mor¨¢n. La brega de Aduriz y el talento esforzado de Munian sosten¨ªan al Athletic ante un buen Celta, que tampoco afin¨® su punter¨ªa. Pero un momento se?alado deb¨ªa tener una jugada se?alada. Y la construy¨® el Athletic en la segunda mitad: un encaje de bolillos entre Muniain e Iraola que el defensa concluy¨® en la red. La defensa del Celta se desarm¨®. M¨¢s a¨²n cuando, al borde del fuera de juego, minutos despu¨¦s, Be?at enfil¨® en solitario la porter¨ªa de Yoel y le bati¨® con la zurda tras quebrar a un defensa.
Fue el primer vendaval de San Mam¨¦s, atacando el Athletic precisamente contra la porter¨ªa de la tribuna inexistente. Por ah¨ª corri¨® el buen aire del Athletic en dos acciones, una colectiva, otra individual de alto nivel. La primera la culmin¨® un lateral derecho y la segunda un medio centro, ambos en el ¨¢rea peque?a.
La inauguraci¨®n de San Mam¨¦s parec¨ªa concluir pero lo que naci¨® de un error (el de Mor¨¢n en el primer gol del Celta) deb¨ªa concluir con otro error, ahora del portero Herrer¨ªn, que midi¨® mal la salida y propicio el gol de cabeza del canterano Santi Mina. Quiz¨¢s es que la ocasi¨®n reclamaba goles de todas las facturas, bien es cierto que los del Celta fueron m¨¢s errores ajenos que aciertos propios, pero no es menos cierto que fall¨® un penalti y una ocasi¨®n magn¨ªfica de Charles. Goles, emoci¨®n, errores, aciertos, esfuerzo, suspense, elementos suficientes para construir un partido m¨¢s atractivo que bello en un momento sensible por m¨¢s que como siempre se jugaran tres puntos, ni uno m¨¢s ni uno menos. Pero esta vez, para el Athletic, eran puntos de oro. De oro viejo y de oro nuevo. El murmullo inicial acab¨® en rugido.
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