El oficio tumba a la Real
El grupo de Arrasate malgasta sus pocas ocasiones y sucumbe en la segunda mitad
Los estilos no se cambian salvo que las circunstancias toquen a rebato y la Real tiene un estilo, no solo de dibujo, de geograf¨ªa en el campo, sino sobre todo de actitud que se manifiesta por igual en la Liga, en la Copa o en la mism¨ªsima Champions. Sobre todo impera la calma, el mejor ant¨ªdoto contra la hipertensi¨®n, en espera de que una jugada colectiva o individual rompa el partido y el marcador. El contragolpe es el primer argumento y para ello cuanta con un futbolista impecable. Todo lo que toca Griezmann anuncia peligro con esa carrera de menos a m¨¢s y esa zurda cuyo pie protege con una bota que se antoja la zapatilla de un bailar¨ªn. De sus botas naci¨® un pase profundo, vertical, hacia Vela, que el mexicano redonde¨® con una vaselina que solo tuvo el infortunio de rozar la oreja de un defensa para no ser gol. De su bota o zapatilla sali¨® otro disparo cruzado, una triangulaci¨®n con Vela y Rub¨¦n Pardo. Por donde andaba Griezmann hab¨ªa minas de oro.
R. SOCIEDAD, 0 - SHAKHTAR, 2
Real Sociedad: Bravo; Estrada, Mikel Gonz¨¢lez, ??igo Mart¨ªnez, De la Bella; Bergara, Rub¨¦n Pardo (Granero, m. 81); Vela, Xabi Prieto, Griezmann (Chory Castro, m. 74); y Seferovic (Agirretxe, m. 69). No utilizados: Zubikarai; Ansotegi, Jos¨¦ ?ngel y Ros.
Shakhtar Donetsk: Pyatov; Srna, Rakitskiy, Kucher, Skevchuk; Fernando (Fred, m. 87), H¨¹bschman (Stepanenko, m. 67; Douglas Costa (Bernard, m.77), Teixeira, Taison; y Luiz Adriano. No utilizados: Kanibabolotskiy; Volovyk, Eduardo y Krivtsov.
Goles: 0-1. M. 65. Teixeira. 0-2. M. 87. Teixeira.
?rbitro: Ovidiu Hategan (Rumania). Amonest¨® a Luiz Adriano, Fernando, Teixeira, Rakitskiy, Bergara e ??igo Mart¨ªnez.
Unos 27.000 espectadores en Anoeta.
Pero la Real era la calma, no el volc¨¢n. Quer¨ªa el contragolpe, y el Shakhtar quer¨ªa el orden, el control, mucha presencia en el campo aunque al final disparase perdigones. El equipo de Lucescu est¨¢ construido con veteranos por detr¨¢s, nacionales (Srna es croata pero es el capit¨¢n por jerarqu¨ªa y a?os de estancia) y brasile?os muy j¨®venes, dirigidos por uno de ellos, Fernando. El cl¨¢sico mediocentro brasile?o cincelado a troquel.
Entre la calma de la Real y el orden del Shakhtar, mediaron esas oportunidades manifiestas del equipo de Arrasate, incluido un penalti de Srna sobre Xabi Prieto que el ¨¢rbitro sac¨® del ¨¢rea. El plan A parec¨ªa funcionar aunque le faltaba algunos cent¨ªmetros para llegar a la red o un afinamiento de punter¨ªa para superar a Pyatov, que hab¨ªa dado muestras de inseguridad. Y le faltaba Carlos Vela, demasiado oculto en todas las zonas del ataque. Sin Vela a la Real se le funde una bombilla y juega medio a oscuras. Griezmann acompa?aba su verticalidad con la de Pardo, incisivo pero a¨²n con la punta un tanto roma.
La Real suele abandonar la calma ¡ªno perderla¡ª en las segunda mitades. Pero cuando estaba engrasando el motor, Srna, omnipresente el veterano croata, puso el bal¨®n en el ¨¢rea para que lo rozase Douglas Costa y el latigazo lo diera Teixeira. Tras tantos perdigones, el Shakhtar salt¨® el primer disparo y dio de lleno en el garaje. A la Real se le grip¨® entonces el motor. La calma que estuvo a punto de abandonar decidi¨® perderla. Tocaban a rebato y ya el plan A hab¨ªa encallado. As¨ª que la trompeta sustituy¨® al tacto.
Pero el Shakhtar, a pesar de su mayoritaria juventud, es un equipo con oficio y trabajado por la mano implacable de Lucescu. Con Vela apagado y Griezmann m¨¢s tarde retirado, en una extra?a decisi¨®n de Arrasate, la heroica era un suicidio. Se desequilibr¨® la Real. Se rompi¨® y al contragolpe el equipo ucraniano hizo estragos. Luiz Adriano era un puntal elevado para proteger el bal¨®n y Alex Teixeira, un cuchillo demasiado fino, ¨¢gil. Un punz¨®n de joyero. La segunda que tuvo tambi¨¦n la llev¨® a la red en un contragolpe fulgurante.
El gol remat¨® a la Real que, en realidad, hab¨ªa muerto mucho antes. Muri¨® primero por falta de punter¨ªa, despu¨¦s de desorientaci¨®n, al final de desconcierto. El Shakhtar hab¨ªa sido una excavadora que hurg¨® en sus carencias y solo sufri¨® cuando Griezmann cogi¨® el catalejo y afin¨® su recital de pases, largos y cortos. Pero lo que empez¨® siendo un partido suyo acab¨® con ¨¦l en el vestuario y con Teixeira ocupando su lugar en el trono. El debut realista fue un estacazo en toda regla. El primer susto no se lo dio el coco (presuntamente el Manchester), sino un equipo presuntamente de su nivel, pero que hizo gala de un oficio ejemplar. Y el oficio tambi¨¦n gana partidos.
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