La perfecci¨®n existe

De vez en cuando, los astr¨®nomos nos alertan de algunos hechos sobresalientes como las alineaciones de determinados astros, planetas u otros elementos que pululan por el inabarcable universo, algunas de ellas sucesos que se producen cada mont¨®n de a?os. Lo que hizo Espa?a ante Serbia fue algo parecido. Ante las dudas mostradas en determinados aspectos del juego, muy fundadas por otro lado y reconocidas incluso desde dentro del equipo, la selecci¨®n se sac¨® de la chistera una actuaci¨®n inolvidable, una combinaci¨®n explosiva de todo el talento ofensivo y defensivo que atesora, una alineaci¨®n de las mejores versiones de todos sus jugadores puestas al servicio del colectivo y que dieron como resultado uno de los mejores partidos que se le recuerda. Estamos hablando de un equipo que en los ¨²ltimos 12 a?os ha rozado muchas veces la excelencia y que se ha presentado a esta cita sin cuatro jugadores capitales, lo que aumenta su m¨¦rito. Desde el minuto uno hasta los 40 puntos de diferencia, Espa?a fue una apisonadora sin ning¨²n atisbo de piedad sobre los asustados jugadores serbios, que fueron minimizados hasta la nada m¨¢s absoluta. La sombra de las grandes diferencias perdidas hasta en tres ocasiones durante este torneo provoc¨® que s¨®lo se levantase el pie del acelerador cuando, ni jugando tres contra cinco, el partido hubiese corrido peligro. Un ¨¦xtasis de juego, agresividad, acierto, templanza, alegr¨ªa, solidaridad y unos cuantos valores f¨¢ciles de enumerar pero dif¨ªciles de poner a la vez encima de un parqu¨¦.

La chispa la encendi¨® Rudy, cuya puesta en acci¨®n tuvo una importancia capital. Respondiendo a los galones que le otorga su capitan¨ªa, hizo desaparecer las posibles sombras con tres triples marca de la casa y lanz¨® al equipo por una senda que ya no abandonar¨ªan. El joven equipo serbio, al primer zarandeo, entr¨® en p¨¢nico. Muy bien trabajado t¨¢cticamente el partido por parte de Orenga, el equipo tuvo siempre consciencia de las tres grandes debilidades de los serbios, juventud, defectuoso tiro exterior y tendencia a perder balones. El gran comienzo espa?ol hizo mucho da?o en la biso?ez serbia, la zona fue muy efectiva ante su mala punter¨ªa y las recuperaciones, en especial por parte de Ricky Rubio, nuestro mejor ladr¨®n, terminaron por convertir a Serbia en un juguete, tembloroso como un flan, ca¨®tico e incapaz de evitar la avalancha de una Espa?a cada vez m¨¢s segura, decidida y festiva.

Siendo la actuaci¨®n muy coral, los elogios individuales los acapara Sergio Rodr¨ªguez, un jugador singular, portentoso y valiente para arriesgar

Siendo la actuaci¨®n muy coral, los elogios individuales los acapara Sergio Rodr¨ªguez. Hubo un momento en que despu¨¦s de una de sus canastas, Marc, que estaba en el banquillo, no hizo otra cosa que resoplar en claro reconocimiento al maravilloso talento de su compa?ero. Ser¨¢ la barba, o la acertada decisi¨®n de volverse de la NBA, o la confianza que le dio desde su llegada al Madrid Pablo Laso, pero cada d¨ªa que pasa hay que alegrarse m¨¢s de poder disfrutar en nuestra liga y en nuestra selecci¨®n de este jugador singular, portentoso en el dominio de bal¨®n, valiente para arriesgar donde otros prefieren no hacerlo y que a su baloncesto de patio de colegio, cl¨¢sico de jug¨®n, ha aportado uno de los tiros de distancia m¨¢s certeros del baloncesto europeo. Sin dejar de sorprender con sus quiebros y sus pases, algunos en apariencia insensatos hasta que logran alcanzar su destino con precisi¨®n, ha dado el gran salto de convertirse en una amenaza desde el exterior, lo que completa un jugador pesadilla para la defensa rival.

Rudy, Sergio Rodr¨ªguez, la jerarqu¨ªa de Marc, los robos de Ricky, la consistencia de Claver, la tranquilidad de Calder¨®n y la siempre positiva aportaci¨®n del resto, todo cuadr¨® en un d¨ªa m¨¢gico, una tarde en la que Espa?a desafi¨® la creencia que la perfecci¨®n no existe.