Dos estilistas sin pegada
Un Celta vulnerable y un Villarreal t¨ªmido exhiben a sus centrocampistas
Sigue invicto el Villarreal en su regreso a Primera. Marcelino ha madurado un equipo que ha sabido dar vuelo a su trabajada cantera y reforzarse con precisi¨®n all¨ª donde lo necesitaba. En su visita a Bala¨ªdos sac¨® un punto, pero pudo llevarse los tres ante un rival que no gana en casa, que ante los suyos empat¨® en el inicio liguero a dos, en la segunda cita a uno y en la tercera a cero, progresi¨®n que se puede aplicar a lo mostrado sobre el c¨¦sped.
Puede que al Celta la clasificaci¨®n no le haga justicia respecto a determinadas sensaciones ofrecidas tras el primer mes de Liga, pero tambi¨¦n es palmario que se trata de un equipo en construcci¨®n y con mucho camino por recorrer. Lo pusieron en obras sus rectores cuando decidieron dar un golpe de tim¨®n y ofrecer la direcci¨®n t¨¦cnica a Luis Enrique.
CELTA, 0 - VILLARREAL, 0
Celta: Yoel; Hugo Mallo, David Costas, Aurtenetxe, Toni; Font¨¢s; Augusto, ?lex L¨®pez (Orellana, m. 75) Rafinha, Augusto (Krohn-Dehli, m. 62), Santi Mina (Nolito, m. 57); y Charles. No utilizados: Sergio, Jonny, Cabral y Borja Oubi?a.
Villarreal: Sergio Asenjo; Mario, Mussacchio, Dorado, Jaume Costa; Aquino, Bruno, Trigueros (Pina, m. 57), Cani (Hern¨¢n P¨¦rez, m. 67); Pereira y Giovani dos Santos (Perbet, m. 76). No utilizados: Juan Carlos, Pablo ??iguez, Gabriel Paulista y Uche.
?rbitro: P¨¦rez Montero. Amonest¨® a ?lex L¨®pez, Aurtenetxe, David Costas, Rafinha, Hugo Mallo y Bruno.
Bala¨ªdos. 21.130 espectadores.
Y a ello se aplica el preparador asturiano. La historia habla de un Celta cori¨¢ceo en defensa, pero la contemporaneidad muestra un equipo armado de adelante hacia atr¨¢s, vulnerable. Ah¨ª anda Luis Enrique buscando la alquimia precisa para imponerse, tambi¨¦n en la pelea por evitar acciones tan p¨¢rvulas como que la delantera rival gane sin cesar la espalda de sus centrales.
Ocurri¨® de inicio de nuevo ante el Villarreal, que lleg¨® a Bala¨ªdos para jugar con la actitud que se le supone a un equipo que no firma ning¨²n borr¨®n, codicioso, profundo siempre en la b¨²squeda de Cani o Jonathan Pereira, que ocasionaron peque?os destrozos en una zaga sin ajustar, pero a los que sobr¨® timidez en la definici¨®n. Fue ese apocamiento el que marc¨® el partido, bien jugado al ritmo de la magn¨ªfica pl¨¦yade de centrocampistas que se citaron en Bala¨ªdos, pero sin pegada en ninguno de los bandos.
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