Mari?o sostiene al Valladolid

En el equilibrio, en la escasez, una acci¨®n puede resultar capital para el desenlace de un partido. El Levante se encontr¨® con un penalti a favor y un jugador m¨¢s en el ¨²ltimo minuto de la primera mitad y con empate en el marcador. Y emergi¨® Diego Mari?o, inmenso hasta el punto de agigantarse y detener la pena m¨¢xima lanzada potente y esquinada por Ivanschitz, nada reprochable al austriaco. Y con toda la segunda mitad por delante con un efectivo m¨¢s, al Levante le faltaron luces. Carente de f¨²tbol, no le lleg¨® el ¨¢nimo para derrotar a un Valladolid de inicio atrevido y que dedic¨® el segundo acto a contemplar c¨®mo el Levante se peleaba con sus limitaciones.

Juan Ignacio Mart¨ªnez (JIM) renunci¨® a su credo en su estancia en Valencia. En las dos temporadas en el Levante, el t¨¦cnico alicantino dej¨® en barbecho su ideario para adaptarse a las caracter¨ªsticas del conjunto granota. De regreso al Ciutat de Val¨¨ncia al frente del Valladolid, JIM mostr¨® el pensamiento que prevalece en su mente: el esf¨¦rico es el protagonista del juego y cuanto m¨¢s pertenece a mi equipo, el ¨¦xito est¨¢ m¨¢s pr¨®ximo. Y a ello se aplic¨® el Valladolid en la primera parte, dominador y elegante, pulcro en su puesta en escena, aunque apenas inquietante para el Levante.

Con Caparr¨®s en el banquillo, el Levante amplifica los h¨¢bitos adquiridos en los ¨²ltimos tiempos. Al contrario que el conjunto pucelano, piensa que la posesi¨®n no garantiza nada. Disfrazado de v¨ªctima, al Levante le cunde m¨¢s la r¨¦plica que el discurso. Mientras el Valladolid acunaba el bal¨®n, de derecha a izquierda, de atr¨¢s hacia adelante, con escaso r¨¦dito atacante, el Levante se relam¨ªa oteando c¨®mo coger desprevenido al rival. Interceptar y lanzar es su m¨¢xima opci¨®n ofensiva. Y no por sabida resulta m¨¢s controlable para el contrario. Un robo en el centro del campo de Diop propici¨® un contragolpe letal. Percuti¨® por el costado izquierdo Juanfran, un chaval de 37 a?os, y su mal centro logr¨® despistar a la defensa blanquivioleta, que se enred¨® a la hora de despejar. La pelota a los pies de Baba, la empuj¨® a gol. El primero del senegal¨¦s vestido de azulgrana.

El arrebato se tradujo en eficacia para el Levante. Y con finura alcanz¨® el empate el Valladolid, tras un buen gesto t¨¦cnico de Javi Guerra, que, rodeado de cuatro defensores, supo revolverse y alojar el esf¨¦rico en la porter¨ªa de Keylor Navas. Y a falta de un minuto para concluir el primer acto las circunstancias se aliaron con el Levante. Un forcejeo entre Bergdich y Xumetra fue decretado como penalti y expulsi¨®n del defensor vallisoletano. La pena m¨¢xima lanzada con potencia y colocaci¨®n por Ivanschitz fue repelida con agilidad por Diego Mari?o. El internacional sub21 formado en el Villarreal, que mantiene una opci¨®n de recompra, est¨¢ mostr¨¢ndose como un portero de gran potencial.

Al igual que le sucedi¨® ante el Almer¨ªa tres d¨ªas atr¨¢s, el Levante ten¨ªa la misi¨®n de gestionar la superioridad num¨¦rica, la tercera en lo que va de Liga, con mucho camino por delante. Los esquemas se intercambiaron en los equipos. Al Levante le toc¨® llevar la iniciativa. Por falta de costumbre, no supo hacerlo.