Gotemburgo: la meta perfecta
La ciudad sueca, base de la compa?¨ªa Volvo, tiene una historia marcada por el mar
Ninguna odisea mar¨ªtima est¨¢ exenta de penalidades y, por consiguiente, de un deseo: el regreso a casa, el lugar donde el marino se reencontrar¨¢ con los seres queridos a los que contar¨¢ historias que entender¨¢n a la perfecci¨®n, donde el sufrimiento de los d¨ªas pasados encontrar¨¢ un motivo de justificaci¨®n. Y todo eso es lo que hace que un lugar como Gotemburgo (Suecia) sea el puerto perfecto al que arribar tras dar la vuelta al mundo compitiendo en la Volvo Ocean Race.
La historia de Gotemburgo no se entiende sin el mar, que penetra en la ciudad a trav¨¦s de sus canales. ¡°El mar es de capital importancia para nosotros. Nuestra visi¨®n de Gotemburgo pasa por acercar m¨¢s la ciudad al agua¡±, cuenta la alcaldesa de la ciudad Anneli Hulth¨¦n, quien recientemente visit¨® Alicante -el puerto de salida de la regata-.
El mar ha marcado la historia de la ciudad: por ¨¦l llegaban las invasiones de daneses y noruegos que empujaron a los habitantes a buscar cobijo en el terreno que ser¨ªa el origen de la ciudad. Y tambi¨¦n arribaron las migraciones de comerciantes holandeses trayendo las t¨¦cnicas de canalizaci¨®n de ?msterdam a la ciudad que se convertir¨ªa en lo que es hoy el puerto escandinavo m¨¢s grande y la puerta de entrada y salida de productos principal de Suecia. ¡°Es un lugar emblem¨¢tico para los gotemburgueses, muy orgullosos de su historia y tradici¨®n mar¨ªtima¡±, se?ala la alcaldesa sueca al hablar de unos muelles conectados con el resto del continente a trav¨¦s de sus transportadores.
La cercan¨ªa del mar es capital tanto por comercio e industria como por placer. La gente vive el mar en su plenitud: incluso pesca en el interior de la ciudad en los canales que se adentran en ella. Y buena nota de ello lo da el marisco que se come en sus restaurantes en todas sus variantes, desde sopas a pastas o simplemente en su forma natural. El archipi¨¦lago que se extiende desde la segunda capital sueca hasta casi Noruega o la delicadeza con la que los pueblos de la costa occidental de Suecia se acercan al mar hacen del lugar un escenario perfecto para la navegaci¨®n.
La cercan¨ªa del mar es capital tanto por comercio e industria como por placer
As¨ª qued¨® demostrado en las ¨²ltimas dos ocasiones que la ciudad acogi¨® la regata. 2001-2002 fue la edici¨®n en que la regata Whitebread 60 pas¨® a llamarse Volvo Ocean Race. Y tambi¨¦n la primera ocasi¨®n en la que Gotemburgo fue puerto de la Volvo. Quiz¨¢s fuera porque precisamente es la base de la compa?¨ªa Volvo. Pero tras el recibimiento que las gentes de Gotemburgo dieron a los barcos de la Volvo ech¨¢ndose a la mar con sus embarcaciones de recreo, los propios marineros establecieron una relaci¨®n de amor con la ciudad. De aquella llegada se dijo que se podr¨ªa cruzar el puerto entero solo saltando de barco en barco.
Las palabras que el director general de la Volvo Ocean Race, el noruego Knut Frostad, dedic¨® a la segunda capital de Suecia el d¨ªa que la organizaci¨®n de la vuelta al mundo a vela la nombr¨® como meta final de la regata m¨¢s dura del mundo no son balad¨ª: ¡°Es fant¨¢stico saber que despu¨¦s de navegar decenas de miles de millas alrededor del mundo llegaremos a un puerto anfitri¨®n con todas las instalaciones y el conocimiento para conseguir hacernos sentir como en casa¡±. Y eso es lo que persigue el marino al arribar a puerto: un lugar caliente, una buena comida y el reconocimiento de su haza?a. En Gotemburgo saben c¨®mo d¨¢rselo.
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