El Roma sigue imparable
El conjunto de Rudi Garc¨ªa supera al N¨¢poles, se mantiene invicto, aunque pierde a Totti lesionado
Visit¨® Diego Maradona el Estadio Ol¨ªmpico de Roma para ver a su exequipo, el N¨¢poles, al que ha confesado que ans¨ªa entrenar cuando abandone el cargo Rafa Ben¨ªtez. Quer¨ªa observar el argentino uno de los mejores partidos que van a disputarse en la Serie A esta temporada, y probablemente as¨ª fue aunque el desenlace no fuera de su agrado.
Perdi¨® su exequipo, que se une a la lista de los derrotados en lo que va de temporada por el Roma. Ocho victorias ya para el conjunto del franc¨¦s Rudi Garc¨ªa, que sigue con tan solo un gol en contra, lo que arma m¨¢s si cabe su liderato, hasta ahora inalcanzable para cualquier aspirante. Tampoco para el N¨¢poles por m¨¢s que lo intentase con ah¨ªnco. Sin embargo, se encontr¨® de frente con Pjanic, que agarrado a su pierna derecha enhebr¨® el partido con un lanzamiento de falta primero, para despu¨¦s hacerle el nudo convirtiendo un penalti en la segunda mitad. El bosnio es de esos jugadores que sin demasiado ritmo marcan el paso, dan soluciones y aparecen en los momentos necesarios.
ROMA, 2 - N?POLES, 0
Roma: De Sanctis; Maicon, Benatia, Castan, Dod¨®; Pjanic, De Rossi, Strootman; Florenzi (Marquinho, m. 80), Totti (Borriello, m. 33) y Gervinho (Ljajic, m. 57).
N¨¢poles: Reina; Maggio, Albiol, Britos (Cannavaro, m. 44), Mesto; Behrami, Inler (Dzemaili, m. 82); Callejon, Hamsik, Insigne y Pandev (Higuain, m. 68).
Goles: 1-0. M. 45+3. Pjanic, de falta. 2-0. M. 71. Pjanic.
?rbitro: Daniele Orsato. Expuls¨® a Cannavaro con doble tarjeta amarilla (m. 70). Amonest¨® a Pandev, Inler, Pjanic.
Estadio Ol¨ªmpico de Roma. Unos 50.000 espectadores.
Y eso que el Roma tembl¨® cuando Totti se ech¨® al suelo, bocabajo, y se?al¨® la parte posterior de su muslo. Apenas se hab¨ªa disputado hasta entonces media hora de partido. El capit¨¢n, de 37 a?os, se retir¨® lesionado y con ¨¦l gran parte del aplomo que necesitaba su equipo para contener al N¨¢poles. Un grupo dise?ado para encontrar el marco de cualquier puerta estirando cada pasillo ajeno. Pero si de algo sirve haber ganado todo lo que se le ha puesto por delante, es para advertir que cuando el viento sopla de cara cualquier m¨¢stil es sustituible. Borriello salt¨® al campo, se transform¨® el dibujo, pero se mantuvo la esencia.
Y as¨ª lleg¨® el segundo temblor. Este tras observar como el bal¨®n sub¨ªa por encima de la barrera azul y ca¨ªa escap¨¢ndose de los guantes de Reina. El lanzamiento de falta de Pjanic, que seguramente no hubiera ejecutado de estar Totti en el c¨¦sped, levant¨® al estadio en el mismo instante en el que conclu¨ªa la primera parte. Cuesti¨®n de acierto o de confianza. Las dos cosas que le faltaron minutos antes a Pandev para decidir ante De Sanctis, a quien no consigui¨® enga?ar cuando se enfrent¨® a ¨¦l sin oposici¨®n.
En la segunda mitad se le allan¨® m¨¢s si cabe el partido al Roma gracias a la hiperactividad de Cannavaro, que en 23 minutos vio dos amarillas, provoc¨® un penalti y elimin¨® cualquier posible reacci¨®n dejando a su equipo con un jugador menos. Solo as¨ª el Roma se liber¨® de ciertos agobios y volvi¨® a controlar el bal¨®n, un elemento con el que se siente a gusto pero que tambi¨¦n sabe controlar en la distancia.
Una madurez que todav¨ªa le resta al N¨¢poles, obcecado en tratar de funcionar por el centro del campo, pero que demostr¨® recursos para mantenerse a la espera de que el pinchazo del Roma llegue alguna jornada. Algo, que por el momento, no se vislumbra.
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