La ¡®Champions¡¯ ya conoce a Diego Costa
El ariete, aun renqueante, marca dos goles en su deb¨² en el torneo y lanza al Atl¨¦tico en Viena
Liderado por Diego Costa y con paso firme, el Atl¨¦tico vuela por Europa. Domina su grupo con autoridad y est¨¢ a un paso de cerrar su clasificaci¨®n para los octavos de final. Con la de Viena son ya tres victorias las que suma en tres partidos. Y en todos, salvo el primer tiempo de Oporto y un cuarto de hora ante el Zenit en el Calder¨®n, se ha impuesto por juego, incontestable hasta ahora para sus oponentes.
El de anoche fue un triunfo que reflej¨® la enorme distancia entre el f¨²tbol espa?ol y el austriaco. Fue un baile en Viena, melanc¨®lica de tiempos mejores para sus equipos y tambi¨¦n para la selecci¨®n austriaca. Dej¨® Simeone en el banquillo a Villa y ni siquiera convoc¨® a God¨ªn. En el caso del delantero asturiano est¨¢ por ver si es un toque de atenci¨®n, si se le empiezan a agotar las oportunidades como ya sucedi¨® con Adri¨¢n cuando empez¨® a emerger Diego Costa. Cuando este empez¨® a construir el futbolista determinante que es hoy, motivo de una guerra de despachos entre Espa?a y Brasil por ver qui¨¦n le acaba poniendo la camiseta en el Mundial. Cada gol que marque de aqu¨ª a que se resuelva su situaci¨®n tiene pinta de que recrudecer¨¢ el conflicto.
A. VIENA, 0-ATL?TICO, 3
Austria de Viena: Lindner; Dilaver, Rogulj, Ortelechner, Suttner; Stankovic (Kienast, m. 14), Holland, Mader; Royer (Leovac, m. 85), Hosiner y Jun (Spiridinovic, m. 75). No utilizados: Kardum; Ramsebner, Koch y Simkovic.
Atl¨¦tico: Courtois; Juanfran, Miranda, Alderweireld, Filipe Luis (Ins¨²a, m. 46); Tiago, Gabi; Arda, Ra¨²l Garc¨ªa (Adri¨¢n, m. 81), Koke; y Diego Costa (C. Rodr¨ªguez, m. 59). No utilizados: D. Gil; ?liver; Mario Su¨¢rez y Villa.
Goles: 0-1. M. 8. Ra¨²l Garc¨ªa. 0-2. M. 20. Diego Costa. 0-3. M. 53. Diego Costa.
?rbitro: Daniele Orsato (ITA). Amonest¨® a Kienast, Holland, Suttner, Hosiner, Ra¨²l Garc¨ªa, Gabi y Juanfran.
Unos 50.000 espectadores en el Ernst Happel Stadion.
Por Villa jug¨® Ra¨²l Garc¨ªa, especialista en el juego a¨¦reo de los saques largos, pele¨®n y llegador como hizo en el primer tanto. Dio igual ese cambio de piezas en la alineaci¨®n de Simeone. Su equipo respondi¨® con un partido sobrio, seguro de s¨ª mismo y punzante con la pelota en los ¨²ltimos metros. Desvencij¨® el Atl¨¦tico a una defensa tierna y de cintura pesada para girarse. Una bicoca, en especial para Diego Costa, que hizo dos goles en su deb¨² en la competici¨®n. En la previa a¨²n ten¨ªa su tobillo derecho hinchado, pero le dijo a Simeone que quer¨ªa jugar. Le pod¨ªan sus ganas de mostrarse en el gran escaparate del f¨²tbol europeo. Bajada la hinchaz¨®n, no pudo su t¨¦cnico frenar esas ganas de su jugador referente por seguir confirm¨¢ndose como uno de los grandes delanteros del f¨²tbol mundial. Suya fue una noche que le pintaba para descansar entre una defensa que nunca supo c¨®mo defenderle cuando jugaba de espaldas, cuando se acostaba sobre la banda izquierda o cuando ten¨ªa campo por delante para conducir la pelota.
Dieron los jugadores del Austria de Viena la impresi¨®n de no estar preparados ni para defender ciertos conceptos fundamentales en el f¨²tbol moderno ni para soportar tres toques r¨¢pidos del Atl¨¦tico, pese a haber salido con la disposici¨®n de ahogar esas triangulaciones que, preferentemente por la banda izquierda, componen Arda, Koke, Filipe Luis. Orden¨® Bjelica el amontonamiento de jugadores en la orilla para tratar de cortocircuitar esas paredes en banda, pero la primera ya les super¨®. Le entreg¨® la pelota de espaldas Costa a Koke, se gir¨® y con ¨¦l se fueron un central y un lateral, que dejaron el pasillo libre para que rompiera Filipe Luis. De repente, el brasile?o, solo en el ¨¢rea ante Lindner, vio a Ra¨²l Garcia que entraba a placer por el medio y le entreg¨® la pelota para que la empujara a puerta vac¨ªa. Los dos marcadores cayeron en esa trampa de Costa, quiz¨¢ obsesionados por su marca. No se hab¨ªan cumplido a¨²n diez minutos y esas diferencias t¨¢cticas y t¨¦cnicas entre un equipo y otro ya hab¨ªan abierto brecha en el marcador.
Cada gol del delantero recrudece la guerra de despachos entre Espa?a y Brasil
Lo siguiente fue Diego Costa en toda su expresi¨®n. Con campo por delante, la pelota controlada y toda su potencia enfocada en pisar ¨¢rea. Una contra que empez¨® a motorizar a la altura del centro del campo y a la que pretendi¨® poner freno Ortlechner reculando y esperando al delantero rojiblanco en la frontal. All¨ª se cit¨® con Costa para el uno contra uno y se encontr¨® con la suerte que m¨¢s airea las verg¨¹enzas futbol¨ªsticas de un defensa. Se llev¨® el capit¨¢n del Austria la humillaci¨®n de un ca?o, cosido por Costa a una definici¨®n suave, rasa y cruzada ante la salida Lindner.
El centro del campo rojiblanco fue demasiado para el nivel de los austriacos
En 20 minutos el Atl¨¦tico hab¨ªa ense?ado muchas de sus mejores virtudes y el Austria ni medio futbolista al que se?alar. La grada trataba de espolear a los suyos a la m¨ªnima que daban un pase en condiciones o ganaban alg¨²n metro. El centro del campo del Atl¨¦tico era demasiado para un equipo que por momentos exhibi¨® una rudeza con la pelota alarmante para los niveles que se manejan en la competici¨®n. Para el Austria fue irresoluble el medio campo rojiblanco, con Gabi organizando, Tiago en la salida del bal¨®n, Koke con el motor puesto y Arda para tocar y desbordar. Solo un bal¨®n cruzado al segundo palo en el que Hosiner se aprovech¨® de que Juanfran hab¨ªa ido a cerrar al medio apur¨® a Courtois, que escuch¨® el pelotazo en el larguero y vio como lo escup¨ªa hacia afuera.
No hubo mucho m¨¢s del Austria de Viena, que contempl¨® otro paso de Diego Costa en el ¨¢rea tras un pase de Ins¨²a y certific¨® su baile y el del Atl¨¦tico en Viena. De paso, la Champions ya conoce a Diego Costa.
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