El m¨¢s peque?o entre los m¨¢s grandes
Vettel logra su cuarto t¨ªtulo seguido, iguala a Prost y sigue la estela de Fangio y Schumacher
Si es cierto aquello que dicen de que el tiempo ayuda a darle la medida justa a las cosas, ser¨¢ necesario que pasen lustros o incluso alguna d¨¦cada para darle el valor que se merece a todo lo que est¨¢ consiguiendo Sebastian Vettel. A los 26 a?os y con solo seis y medio en la f¨®rmula 1, el alem¨¢n ya posee cuatro t¨ªtulos de campe¨®n despu¨¦s de haber arrasado todos los registros de precocidad anteriores. Su nombre figura el cuarto en la tabla que registra el n¨²mero de victorias (36), solo superado por tres leyendas del calibre de Michael Schumacher (91), Alain Prost (51) y Ayrton Senna (41), adem¨¢s de ser el tercero que m¨¢s poles acumula (43), por detr¨¢s de Schumi (68) y del brasile?o (65).
El curr¨ªculo del campe¨®n
Los criterios a la hora de comparar el talento de los pilotos de carreras son absolutamente subjetivos, de la misma manera que los n¨²meros que dejan sus estelas son incuestionables. En ese sentido, los de Vettel hace tiempo que han adquirido mucho relieve en los libros que recopilan la historia de este tinglado, en los que ya figura como uno de los corredores m¨¢s reputados. Este cuarto Mundial consecutivo le coloca en el mismo plano que Prost, por m¨¢s que Vettel haya logrado el p¨®quer 12 a?os antes que el franc¨¦s; y le sit¨²a a uno de Juan Manuel Fangio, que lo consigui¨® tras haber cumplido ya los 45; y a tres del Kaiser (siete), que lo hizo a los 32.
Como punta de lanza de una estructura de nueva creaci¨®n como Red Bull, nacida en 2005 de las cenizas de Jaguar, el chico de Heppenheim irrumpi¨® en el certamen como un trueno, logr¨® una haza?a tan destacable como imponerse al volante de un Toro Rosso (antigua Minardi) en 2008 (Monza), y estuvo cerca de dar la campanada el curso siguiente, ya en un Red Bull. Desde entonces y hasta ahora nadie ha podido detenerle, de modo que ¨¦l ha ido barriendo todos los r¨¦cords de precocidad establecidos hasta encasquetarse esta ¨²ltima corona.
"Estoy vac¨ªo"
Nada m¨¢s ganar su cuarto Mundial, apareci¨® un Vettel emotivo, impresionado por el acontecimiento. "Estoy vac¨ªo, superado, no s¨¦ qu¨¦ decir", dijo con los ojos como platos. "Siempre intento pensar de d¨®nde vengo. Cuando era peque?o, ?esto quedaba tan lejos!. Y haber llegado hasta aqu¨ª significa que tengo que dar las gracias a tanta gente que me ha ayudado desde la ¨¦poca del karting y los primeros a?os en los monoplazas", a?adi¨®.
Vettel, de 26 a?os, es el tetracampe¨®n m¨¢s joven de la historia. Desde que empez¨® a correr, rompe r¨¦cords de precocidad, se pelea con la leyenda. "Puede que cuando pasen diez a?os, miremos atr¨¢s y nos demos cuenta de qu¨¦ hemos conseguido", resumi¨®. "No ha sido ni mucho menos tan f¨¢cil como puede haber parecido desde? fuera. El esp¨ªritu del equipo ha sido tan fuerte, me han dado tanta fuerza... Ha sido un placer meterme en el coche y correr por ellos".
Para que todo cuadrara en India, Vettel solo ten¨ªa que terminar entre los cinco primeros, un objetivo chupado para alguien cuyo peor resultado hasta la fecha eran dos cuartos puestos (China y Montmel¨®), al margen del abandono que sufri¨® en Silverstone, eso s¨ª, cuando lideraba el pelot¨®n. Por si tales circunstancias no fueran suficientemente favorables para ¨¦l, Fernando Alonso, el ¨²nico que conservaba opciones matem¨¢ticas de retrasar el fiest¨®n de la tropa del b¨²falo rojo, tuvo un roce con Mark Webber al enroscar el primer viraje y ambos se autoeliminaron de la gresca por el pelda?o m¨¢s alto del caj¨®n.
Con el viento a su favor y una estrategia tan sorprendente como acertada, Vettel, desde la pole, enfil¨® el taller en el segundo giro para quitarse de encima las gomas blandas, se reincorpor¨® a la pista el 17? y fue culebreando por entre el reba?o como un aut¨¦ntico poseso hasta volver a recuperar la batuta (vuelta 29). Su mandato a¨²n se reforz¨® un poco m¨¢s cuando Webber tuvo que abandonar por una aver¨ªa en el cambio (vuelta 40). A partir de ese momento, el Ni?o Maravilla de Red Bull se limit¨® a rodar hasta cruzar el primero para adjudicarse su sexta victoria de carrerilla, la d¨¦cima en total, por delante de Rosberg y Grosjean.
Esta fue la ¨²ltima exhibici¨®n de su extraordinaria habilidad y determinaci¨®n, y de la superioridad a todos los niveles de Red Bull, que con este resultado y la 11? plaza de Alonso certific¨® tambi¨¦n su cuarto t¨ªtulo de constructores, otro doblete que vuela hacia Milton Keynes tres grandes premios antes del final. Eso, en una temporada que te¨®ricamente deb¨ªa ser una de las m¨¢s competidas de los ¨²ltimos tiempos y que por la incomparecencia de unos (McLaren), la flojera de otros (Ferrari) y la inconsistencia de los de m¨¢s all¨¢ (Mercedes y Lotus), terminar¨¢ siendo un paseo por las nubes para la escuder¨ªa de la marca de bebidas energ¨¦ticas y su figura m¨¢s universal. A d¨ªa de hoy, Vettel est¨¢ a un triunfo de los 11 que coleccion¨® en 2011 al volante del RB7, considerado por muchos el coche m¨¢s dominante de la historia, e incluso puede igualar los 13 de Michael Schumacher en 2004 (Ferrari), la plusmarca absoluta. Un final de cuento para un piloto de cine, el m¨¢s peque?o de entre los m¨¢s grandes.
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