Cuando las dudas ofenden

El cl¨¢sico no parece por una vez el cl¨¢sico. A juicio de quienes necesitan calentamiento llega demasiado pronto: jornada 10. No hay tiempo para que los equipos se hayan puesto en forma, y menos ahora en que ambos estrenan t¨¦cnico y los dos, tanto Martino como Ancelotti, no son entrenadores de sangre caliente ni tensi¨®n dram¨¢tica como cuando estaban Mourinho y Guardiola/Tito. Tampoco el horario es el habitual: 18.00, un momento para la merienda y, sin embargo, los ni?os no podr¨¢n entrar gratis por vez primera en el Camp Nou para evitar el sobreaforo y no infringir la ley. Y para rematar la previa, dada la coyuntura, ni el Bar?a ni el Madrid son hoy considerados por la cr¨ªtica los m¨¢ximos candidatos a ganar la Champions, raz¨®n de m¨¢s para defender su suerte en la Liga.

As¨ª que hay una cierta sensaci¨®n de novedad y de imprevisibilidad con vistas al cl¨¢sico, por m¨¢s que Ancelotti haya dicho: ¡°Todo el mundo piensa que el favorito es el Barcelona y para nosotros no es malo. Hemos mejorado mucho en muchas cosas en los ¨²ltimos partidos con el M¨¢laga y la Juve¡±.

Los n¨²meros avalan ciertamente al Bar?a: es l¨ªder invicto, con tres puntos m¨¢s que el Madrid (25-22), suma m¨¢s goles a favor (28-19) y menos en contra (6-9) y ha ganado todos los partidos en su estadio desde el ¨²ltimo cl¨¢sico, en octubre del a?o pasado (2-2). El problema es que no ha transmitido buenas sensaciones en sus ¨²ltimos encuentros en Pamplona y Mil¨¢n. Ha perdido fluidez, velocidad y pegada y de nuevo reaparecen las concesiones defensivas, sobre todo en las transiciones defensivas agravadas por las molestias de Piqu¨¦.

Martino necesita que funcione la mezcla Neymar-Messi. El 10 lleva tantos goles como Di St¨¦fano en el cl¨¢sico: 18. Hasta hoy, sin embargo, Cristiano Ronaldo tiene m¨¢s poder resolutivo en el juego del Madrid que Messi en el del Bar?a. El portugu¨¦s ha solucionado con sus goles (15 sobre un total de 31) las disfunciones visibles en el conjunto blanco: var¨ªan los laterales, hay cierta confusi¨®n en la sala de m¨¢quinas y se sospecha como ya es norma de Benzema.

A falta de trazo, la sociedad Di Mar¨ªa-CR es una mina. Cristiano suma 12 goles en 19 cl¨¢sicos en todas las competiciones, ocho en el Camp Nou (ha marcado en las seis ¨²ltimas visitas) por cuatro en el Bernab¨¦u. Hay pocos estadios en los que el portugu¨¦s se sienta m¨¢s a gusto que en casa de Messi. La inmensidad del Camp Nou le permite exhibir su zancada y su tiro. El estadio y el juego del Barcelona invitan incluso a que pueda ser titular Bale, un atleta que de momento no ha calzado en el plantel de Ancelotti.

Los n¨²meros avalan al Bar?a: es l¨ªder invicto, con tres puntos m¨¢s que el Madrid, suma m¨¢s goles a favor y menos en contra

¡°La clave no es defender y contragolpear sino tener coraje y personalidad para jugar al f¨²tbol¡±, dijo Ancelotti. ¡°La prioridad es no perder la pelota en la elaboraci¨®n del f¨²tbol¡±, respondi¨® Martino, despu¨¦s de aclarar que ya ten¨ªa decidida la alineaci¨®n para hoy antes del partido de San Siro. A su juicio, no hay ning¨²n motivo para cambiar de plan: ¡°No hemos deca¨ªdo en el juego. Si acaso, tenemos que ser m¨¢s expeditivos de cara al gol¡±.

Ambos entrenadores saben que para disipar las dudas que despiertan sus respectivos equipos no hay mejor respuesta que un acto de afirmaci¨®n en un cl¨¢sico. Y los dos delegan en sus plantillas por la espectacular n¨®mina de solistas. El partido tendr¨¢ un impacto mundial. La expectaci¨®n es m¨¢xima: hay acreditados 750 periodistas de 146 medios y 30 pa¨ªses; se estima una audiencia potencial de 400 millones de espectadores; y las ¨²ltimas entradas que se pusieron a la venta colapsaron durante cinco minutos la taquilla. Al encuentro podr¨ªa asistir Tito Vilanova, al que se dedicar¨¢ el mosaico del d¨ªa. El ¨¢rbitro ser¨¢ Undiano Mallenco. El navarro ha dirigido siete cl¨¢sicos con el resultado de un empate y tres victorias por bando, la ¨²ltima madridista en la final de Copa de Mestalla.

A pesar de que la temporada no hace mucho que empez¨®, el duelo Barcelona-Madrid acostumbra a marcar tendencia. ¡°Los cl¨¢sicos son dos partidos aparte¡±, admiti¨® el propio Martino. ¡°Los n¨²meros permiten recomponerse a estas alturas de campeonato; lo que puede ser diferente es lo an¨ªmico¡±.

Quieren saber los dos grandes si van por buen camino tras renovar sus proyectos en el banquillo y en la cancha. Las dudas de los dem¨¢s ofenden a los protagonistas cuando llega el cl¨¢sico.