El Espanyol se diluye solo

Result¨®n y ¨¢cido, el Espanyol cuaj¨® un primer acto ambicioso, con el bal¨®n como argumento, gobernador del duelo por m¨¢s que concediera un par de ocasiones. Pero vir¨® Aguirre de intenci¨®n para agitar el cotarro y se dio de bruces con el suelo, sobre todo porque su equipo perdi¨® protagonismo e identidad, porque el M¨¢laga retom¨® el hilo a un partido que pretendi¨® disputar a trompicones, c¨®modo en las idas y venidas. Aunque ninguno sac¨® partido de las debilidades adversas, licuados en el ¨²ltimo pase y fracasados en el remate. Un derrape del Espanyol porque perdi¨® su f¨²tbol, una alegr¨ªa del M¨¢laga y un empate a nada.

Aline¨® de inicio Aguirre un 4-2-2, mezcla de un ariete alto y corpulento para bajar balones con un punta bajo y revoltoso que se mueve al libre albedr¨ªo en busca de la prolongaci¨®n. Aunque el c¨®ctel no respondi¨® a la expectativa porque la boya C¨®rdoba result¨® tan torpe en el juego a¨¦reo como impertinente en sus desmarques y generoso en el pase. Suya fue una carrera que descompuso al M¨¢laga hasta que Jes¨²s G¨¢mez la neg¨® con la consiguiente tarjeta amarilla; y suya fue la contra que cedi¨® a Sergio Garc¨ªa, que no resolvi¨® el entuerto porque Ant¨²nez se adelant¨® cuando Cornell¨¤ ya festejaba el gol. S¨ª que se impuso C¨®rdoba en el aire cuando se le reclam¨®, en un centro de Mattioni que remat¨® a puerta y que Sim?o no emboc¨® en el rechazo.

Acept¨® los disgustos el equipo de Schuster con naturalidad, consciente de que su propuesta, taca?a, era la de abrocharse en el ¨¢rea para golpear con Portillo, excelente en el reparto y en el pase profundo a las carreras de Fabrice y Eliseu. Falt¨®, sin embargo, continuidad a los centros, con Santa Cruz lejos del remate, ahogado de tanto correr. Aunque tuvo su ocasi¨®n, un larguero que penaliz¨® la nulidad del equipo a la hora de componer juego, sonrojado porque no trenz¨® tres pases seguidos. Es la apuesta de Schuster, que desterr¨® del equipo a Pawlowski, Pedro Morales y El Hamdoui porque prefiere volver a los or¨ªgenes con el cerrojo y la contra, cuando la patente carbur¨®.

Pero el protagonismo de C¨®rdoba y la posesi¨®n del bal¨®n no convencieron a Aguirre, que cambi¨® de dibujo en el entreacto, al 4-2-3-1 habitual, con Sergio Garc¨ªa como ¨²nico punta. Rebaj¨® as¨ª sus anhelos el Espanyol, una racaner¨ªa que catapult¨® al M¨¢laga, m¨¢s presente y con disparos lejanos de Tissone y Antunes, uno repelido con las u?as del pie de Casilla y el otro envenenado hasta saludar al palo por fuera. Tambi¨¦n malogr¨® su ocasi¨®n Anderson y naufrag¨® Sergio en un golpeo a bocajarro. M¨¢s ocasiones que juego y punto final al duelo, entregado al galope, a un f¨²tbol sin im¨¢n ni sustancia, sin goles.