Neymar se luce, se apaga Messi
La actuaci¨®n del brasile?o fue decisiva en un derbi desbravado y bien defendido (1-0) por el Espanyol
No hay noticias todav¨ªa de Messi. Y se ha perdido tambi¨¦n el sentido de equipo en el Bar?a. As¨ª que no queda m¨¢s remedio que seguir confiando en un virtuoso como Neymar y en un jabato que se llama Alexis. No hay ant¨ªdoto contra las asistencias del brasile?o (ocho) ni para los goles del chileno (siete). Al Espanyol no le sirvi¨® de nada negar al Bar?a porque no hay equipo que sepa defender un doble ca?o de Neymar.
Al igual que ocurri¨® en el cl¨¢sico, Martino enfrent¨® el derbi con la mejor de las alineaciones, signo de respecto. Las rotaciones se reservan para los partidos de entretiempo, sin etiqueta, aquellos en que se exige la victoria sin mirar a la pizarra ni al rival. El juego, sin embargo, no respondi¨® a las expectativas, sino que result¨® inocuo e inanimado, aburrido, hasta que el cuero llegaba a Neymar.
BARCELONA, 1; ESPANYOL, 0
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦, Mascherano (Bartra, m. 89), Montoya; Xavi, Busquets, Iniesta (Cesc, m. 86); Alexis (Pedro, m. 83), Messi y Neymar. No utilizados: Pinto, Song, Sergio Roberto, Tello y Pedro.
Espanyol: Casilla; Ra¨²l Rodr¨ªguez, Sidnei, H¨¦ctor Moreno, Fuentes; David L¨®pez, V¨ªctor S¨¢nchez, Abraham (Lanzarote, m. 83); Thievy (C¨®rdoba, m. 64), Sergio Garc¨ªa y Torje. No utilizados: Germ¨¢n, Colotto, Capdevila, Tejera y ?lex.
Goles: 1-0. M. 68. Alexis, a bocajarro, remata un pase de Neymar.
?rbitro: Velasco Carballo. Amonest¨® a Fuentes, V¨ªctor S¨¢nchez, Mascherano y Lanzarote.
Camp Nou: 79.977 espectadores. Antes del partido se guard¨® un minuto de silencio por Nil Mar¨ªn, portero del Girona B, fallecido en un accidente de tr¨¢fico el s¨¢bado pasado.
A pesar de jugar en su estadio, al Bar?a le llev¨® un buen rato dominar la cancha. No hab¨ªa precisi¨®n ni fluidez en su f¨²tbol, mucho menos continuidad, y se repet¨ªan las p¨¦rdidas de bal¨®n. A la hinchada le alcanzaba con reparar en Neymar, que aceleraba ante la marca indulgente de Ra¨²l Rodr¨ªguez. El partido pertenec¨ªa m¨¢s o menos al Espanyol, menos distra¨ªdo, m¨¢s concentrado y mejor puesto. La solidaridad blanquiazul contrastaba con el individualismo azulgrana. La suerte del Barcelona depend¨ªa de los solistas: el toque de Busquets, el regate de Iniesta, el desequilibrio de Neymar, el centro de Alves y el despertar Messi.
No hab¨ªa manera de ligar una jugada en el campo del Espanyol. Tartamudeaban los azulgrana y no entraba en acci¨®n el 10. El argentino parece viajar ahora mismo en una frecuencia diferente a la del equipo. No acaban de sintonizar el Bar?a y Messi. A la estela de Neymar, los l¨ªderes acostumbran a ser hoy jugadores omnipresentes, buenos llegadores y golpeadores, como Alexis o el esta vez suplente Cesc. Hay m¨¢s intensidad y recuperaci¨®n que talento, sobre todo cuando no interviene Neymar. Alcanzada la media hora, no se contaba ni una pu?etera ocasi¨®n en el marco de Casilla ni tampoco en el de Vald¨¦s.
Tampoco se pitaban faltas o c¨®rners, ni se ve¨ªan segundas jugadas o fricciones, desbravado como hab¨ªa nacido el derbi, sin la fotograf¨ªa de los t¨¦cnicos, sin el almuerzo de directivas, sin discusiones en las redacciones de los diarios, como si fuera un partido menor de la Liga. Los barcelonistas ni siquiera enfocaban la porter¨ªa contraria a bal¨®n parado. Han perdido toque y finura y, por tanto, les cuesta combinar y elaborar y se entregan de manera reiterada al juego directo, bien defendido por el Espanyol.
Los muchachos de Aguirre defendieron de forma sacrificada y rotunda y se estiraron con ganas a partir de las carreras de Thievy y las llegadas de sus volantes. Vald¨¦s estuvo espl¨¦ndido en una salida a pies de V¨ªctor S¨¢nchez despu¨¦s de un descuido de Alves. Las llegadas del Espanyol eran m¨¢s claras que las del Barcelona. Tapiada la cancha espa?olista, no les qued¨® m¨¢s remedio a los azulgrana que rematar desde la medida distancia: Iniesta exigi¨® a Casilla antes de que Alves rematara al palo derecho del Espanyol.
La capacidad de anticipaci¨®n y tensi¨®n defensiva blanquiazul contrastaba con la lentitud del Bar?a: hab¨ªa reaparecido el futbol¨ªn en el Camp Nou. Ni con el refresco del descanso despabil¨® el Barcelona, reiterativo en su juego al pie, incapaz de generar espacios, inutilizado por dentro y por fuera, entregado a las entradas por la derecha de Alves. Un cabezazo de Messi, despu¨¦s de una comba del lateral brasile?o, marc¨® el punto de inflexi¨®n de la contienda a favor del Bar?a. A partir de la insistencia, los azulgrana fueron reduciendo la resistencia del Espanyol, exigido f¨ªsicamente, necesitado muy pronto de cambios: C¨®rdoba sustitu¨ªa a Thievy.
El argentino sigue sin dar se?ales de vida: suma cuatro partidos sin marcar
Oxigen¨® a su equipo Aguirre mientras Martino continuaba encomendado a Neymar y Alves. Ambos protagonizaron la ofensiva azulgrana ante el absentismo de Messi. No hay constancia de la presencia del 10 ni al inicio ni a mitad ni al final de los partidos. Al encuentro relativamente esperanzador de Vigo sigui¨® una actuaci¨®n muy preocupante, m¨¢s que nada porque su figura se confundi¨® con la de un son¨¢mbulo. Extraviado Messi, aumenta el protagonismo de Neymar. El partido solo se pod¨ªa desatascar por el costado del 11. Neymar recibi¨® en la banda de Busquets y elimin¨® a sus dos marcadores con un doble ca?o, un toque de billar parecido al que traz¨® el s¨¢bado con el Madrid, que anoche acab¨® a pies de Alexis. El chileno empuj¨® el bal¨®n a la red de Casilla y anot¨® el 1-0.
El gol, sin embargo, no alter¨® el paisaje del partido. Acaso disminuy¨® la influencia de Neymar, cada vez m¨¢s fatigado, y a cambio aumentaron las revoluciones del Espanyol. Ha aprendido el Barcelona a cerrar los partidos, aunque sea con esfuerzo y a veces incluso con un punto de ¨¦pica, como anoche pas¨® con Mascherano, derrengado y cojo, y la hinchada pidiendo la hora al colegiado Velasco Carballo. Al Espanyol, especialista en emeporar a los mejores contrarios, le cuesta llevar la iniciativa y por el contrario el Bar?a agradece poder jugar a la contra
No hubo m¨¢s goles y el derbi acab¨® como ya es costumbre en el Camp Nou. Los ¨²ltimos cinco han acabado con cinco victorias del Barcelona, con 12 goles a favor por 0 en contra, n¨²meros que dicen muy poco en favor del Espanyol. Tampoco qued¨® muy bien el Bar?a, por m¨¢s l¨ªder invicto que sea en la Liga. Muy solvente en las ¨¢reas y condicionado por el f¨²tbol del adversario, echa en falta a Messi ¡ªcuatro partidos lleva sin marcar¡ª y un mayor sentido del juego de equipo, refrendado en el poco intervencionismo que tiene Xavi. La diferencia en los 100 d¨ªas que lleva Martino en el Camp Nou la marcan la combatitividad de Alexis y la clase de Neymar, un delantero fant¨¢stico, decisivo en las grandes victorias del Bar?a, adaptado r¨¢pidamente a la Liga. Quiere ser universal: su fulgor ha coincidido precisamente con el apag¨®n de Messi.
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