El Atl¨¦tico toma la v¨ªa r¨¢pida

Por la v¨ªa r¨¢pida el Atl¨¦tico liquid¨® al Austria de Viena con una tunda y de paso cerr¨® todo lo que le quedaba pendiente por resolver en esta liguilla que ha dominado con autoridad. El empate del Zenit y el Oporto sum¨® a la victoria la recompensa de obtener la primera plaza de grupo y disputar el partido de vuelta de octavos de final en el Vicente Calder¨®n. Lo que al principio era una fase que deb¨ªa medir el crecimiento del equipo se ha convertido en una reafirmaci¨®n de todo el proyecto en t¨¦rminos competitivos. Nadie pod¨ªa esperar que a falta de dos jornadas el Atl¨¦tico pueda afrontar dos partidos que se preve¨ªan duros, el Zenit en San Petersburgo, y el Oporto en el Calder¨®n, como meros tr¨¢mites, donde la ¨²nica duda por resolver es si el mill¨®n de euros por partido ganado tendr¨¢ el peso suficiente para admitir rotaciones y probaturas.

De entrada prefiri¨® Simeone mantener a Adri¨¢n en el once e incluir a Ra¨²l Garc¨ªa en lugar de Villa, al que prefiri¨® reservar para otro testeo de altura, el del domingo en Villarreal. Los dos le respondieron a su entrenador con un partido sobrio y eficaz. El primero sigue en su particular recuperaci¨®n. Logra brillar m¨¢s cuando combina con Juanfran que cuando intenta acciones individuales. En cualquier caso, se le atisba da?ino a la espera de una jugada que termine por consolidar su puesta a punto. Diez minutos tard¨® en aclararle el Atl¨¦tico al d¨¦bil Austria de Viena que ten¨ªa poco que decir en el partido tras un c¨®rner. Lo forz¨® Juanfran por insistencia al perseguir un bal¨®n perdido. Lanz¨® Koke una de esas roscas cerradas que se enganch¨® en un central del Austria y lo reba?¨® Miranda para fusilar con la pierna izquierda.

Se ceb¨® el Atl¨¦tico por la banda derecha del Austria desde el inicio y por ah¨ª tambi¨¦n gest¨® el segundo gol. Apareci¨® Diego Costa por ese costado para combinar con Adri¨¢n, que se ha convertido en ese flanco en el socio de todo aquel que pasa por all¨ª. Tiene este equipo mejoras constantes y una de ellas es que la banda derecha ya no parece ser solo una zona exclusiva de Juanfran. Ha ganado simetr¨ªa con respecto al a?o pasado, ya sea porque juega Adri¨¢n o porque la ronda Costa. R¨¢pido de vista, el asturiano le dio la pelota a la carrera a Costa, que anoche andaba con la cintura suelta. Recort¨® junto a la l¨ªnea de fondo y su centro lo caz¨® Ra¨²l Garc¨ªa muy arriba con la coronilla para dirigir la pelota a la escuadra izquierda de Lindner. Una vez m¨¢s, Ra¨²l Garc¨ªa se reivindic¨® como un futbolista pragm¨¢tico desde su condici¨®n de especialista. Se ha colgado esa etiqueta de llegador y la reafirma cada vez que su t¨¦cnico le da minutos. Ya sea de inicio o saliendo desde el banquillo.

La comba que se sac¨® Costa fue un detalle m¨¢s de la versi¨®n de delantero total que luci¨®. A unas horas de ser convocado por Del Bosque se sinti¨® due?o del partido en los ¨²ltimos 30 metros. Cay¨® a la derecha, a la izquierda y al medio para hacer de enganche y generar juego. O driblar, que tambi¨¦n sabe hacerlo. Le qued¨® el borr¨®n del penalti fallado, el segundo de este curso. Ah¨ª se puede abrir un peque?o debate, porque con dos errores ya, Villa, el segundo especialista, puede conquistar esa condici¨®n.

Si Costa gobern¨® el ataque, el medio del campo fue para Tiago, muy activo en la recuperaci¨®n y en la salida del bal¨®n. Se impuso a Holland en muchas disputas y escoltado por Gabi supo darle al partido el ritmo que ped¨ªa ante un rival que nunca fue tal. Enganchado al dominio de los espacios de sus dos mediocentros y con el motor de Koke a las revoluciones justas, no par¨® el Atl¨¦tico de arrinconar al Austria, que solo dej¨® un uno contra uno de Murg contra Courtois que el meta belga gan¨® por achicarle los espacios con antelaci¨®n en una salida prodigiosa y de academia. A punto de cerrarse el primer tiempo, Adri¨¢n no supo empujar con contundencia un centro atr¨¢s de Juanfran y Filipe Luis lo remach¨® con Lindner en el suelo.

La ventaja le permiti¨® a Simeone sentar en el descanso a Adri¨¢n para darle minutos a ?liver y al poco hacer debutar a Guilavogui, que entr¨® por un Tiago que se fue despedido en pie por la grada. El partido qued¨® para que ?liver intentara dirigir la paliza y para ense?ar el hambre de Costa, picado por su error desde los 11 metros y las paradas que le hab¨ªa hecho Lindner. Tan irritado estaba que termin¨® por quitarse los guantes para seguir buscando el gol. Lo encontr¨® en una combinaci¨®n entre ?liver y Ra¨²l Garc¨ªa que finaliz¨® con un derechazo desde la media luna. All¨ª se qued¨® para celebrarlo con los brazos en alto, sabedor de que se hab¨ªa redimido con su decimosexto gol del curso, tres de ellos en sus dos primeros partidos en la Liga de Campeones. La competici¨®n parece extramotivarle como dej¨® retratado esa pelota que se fue a buscar, una pelota imposible, a falta de tres minutos, con la grada jale¨¢ndole como el representante m¨¢s genuino de este Atl¨¦tico que vuela por la v¨ªa r¨¢pida.