Carlsen hunde a Anand con otra victoria

Magnus Carlsen es un rival demasiado duro para Viswanathan Anand. La segunda derrota consecutiva del indio, y adem¨¢s con las piezas blancas, lleg¨® tras casi cinco horas a la defensiva y varios errores graves. El campe¨®n volver¨¢ a conducir las blancas el lunes en la 7? de las 12 partidas previstas, pero la gran pregunta es si realmente se ve capaz de batir al noruego.

"Si digo que lo har¨¦ lo mejor que pueda quiero decir que lo har¨¦ lo mejor que pueda. ?Es que usted no entiende el ingl¨¦s?". Anand dio esa contestaci¨®n en tono desabrido y totalmente inaudito en ¨¦l, siempre amable, a un periodista noruego que le pidi¨® que ampliase su respuesta anterior. Y as¨ª acab¨® la conferencia de prensa. Su esposa, Aruna, le escolt¨® r¨¢pidamente lejos de los periodistas.

Carlsen explic¨® crudamente c¨®mo explot¨® su ventaja psicol¨®gica tras el triunfo del viernes: "He pensado en capitalizar el resultado de ayer y presionar tambi¨¦n hoy a mi rival, que no deb¨ªa estar en su mejor momento. Adem¨¢s, como he igualado f¨¢cilmente con negras, apenas corr¨ªa riesgos haci¨¦ndolo". Todo ello es cierto: en un buen d¨ªa, Anand nunca hubiera cometido los errores graves de esta partida, que ni ¨¦l mismo fue capaz de explicar. Aunque s¨ª admiti¨®: "Hoy he recibido un gran golpe".

Quienes vean el vaso medio lleno desde el lado del campe¨®n -por ejemplo, las decenas de millones de ni?os que reciben clases de ajedrez en toda la India gracias a la enorme popularidad de Anand-, pensar¨¢n que s¨®lo necesita ganar una partida para sembrar la duda en la mente del retador, y tendr¨¢n raz¨®n. Pero es que Anand no ha ganado a Carlsen en ajedrez cl¨¢sico (sin contar partidas a ritmos r¨¢pidos) desde el 10 de diciembre de 2010 en Londres. El pasado martes, en la tercera, estuvo cerca, pero no quiso hacer las jugadas m¨¢s agresivas que ello requer¨ªa. El resto del duelo hasta hoy ha sido un calvario para ¨¦l: roz¨® la derrota en la cuarta y ha perdido las dos siguientes. Da la impresi¨®n de que cuando mira a Carlsen ve un muro de hierro; y parece que no se ve capaz de romperlo.