El problema son los neum¨¢ticos

Una ojeada a la parrilla de salida del Gran Premio de Estados Unidos delataba un problema que muchos pilotos no llegaron a comprender. ?Por qu¨¦ Maldonado era el 18?, mientras su compa?ero de equipo, Bottas, part¨ªa desde la novena plaza? ?C¨®mo fue que un experto como Button se encall¨® en la segunda tanda y ayer parti¨® desde el 13?, mientras que P¨¦rez fue el s¨¦ptimo? ?Y por qu¨¦ Massa acab¨® 15? y Alonso sexto si los dos iban con el mismo Ferrari?

Son situaciones que ni siguiera los mismos pilotos acabaron de comprender. Pero el problema en Austin fue que Pirelli eligi¨® unos neum¨¢ticos excesivamente duros para una carrera en la que se esperaban unas temperaturas muy superiores a las que se dieron especialmente en la clasificaci¨®n. Pirelli quiso cubrirse en un mercado que es importante para ellos y quiso evitar a toda costa que no se reprodujera ning¨²n problema de los que ha tenido que vivir este a?o: el peor, las explosiones de neum¨¢ticos que sufrieron varios coches en Silverstone.

En estas circunstancias, la aportaci¨®n del piloto puede ser decisiva. Nadie entend¨ªa por qu¨¦ el coche hab¨ªa cambiado tanto entre una sesi¨®n de entrenamientos y la clasificaci¨®n si no hab¨ªan tocado nada. Pero la cuesti¨®n era que los neum¨¢ticos no ten¨ªan el mismo comportamiento. En temperaturas bajas y con neum¨¢ticos duros es muy importante conseguir que las gomas se calienten r¨¢pidamente y que mantengan la temperatura todo el trazado para poder realizar una buena vuelta. Si no se logra, es como si llevaras cuatro bloques de cemento incapaces de controlar.

Hay que conseguir que la goma se convierta en una especie de chicle que absorba el calor

Por su forma de conducir m¨¢s agresiva, hay pilotos que logran calentar mejor los neum¨¢ticos. Pero eso no basta algunas veces. La experiencia y el conocimiento del coche ayudan en estos casos. Porque cuando el piloto descubre qu¨¦ ha cambiado, puede pedirle al ingeniero que aumente las ca¨ªdas de los neum¨¢ticos, que juegue con las convergencias o incluso que suba o baje la presi¨®n de las gomas. Te¨®ricamente, una menor presi¨®n en los neum¨¢ticos produce una mayor adherencia. Pero a veces, lo que se necesita es subir la presi¨®n para conseguir que en las rectas se calienten mejor y ya no pierdan esta temperatura en las primeras curvas.

Hay que conseguir que la goma se convierta en una especie de chicle que absorba el calor y se transmita a la parte interior para que el neum¨¢tico se autoalimente de este calor. Y eso se logra maltratando al coche: coloc¨¢ndole en una situaci¨®n que no es la ¨®ptima para que los neum¨¢ticos sufran un poco m¨¢s y se calienten m¨¢s r¨¢pidamente. Cuando se logra el objetivo, entonces el rendimiento puede mejorar entre un segundo o un segundo y medio. Pero si no se consigue, los resultados son espectacularmente malos, tal como les ocurri¨® a Button, Maldonado, Rosberg o Massa. Solo los dos Red Bull parecen a salvo de cualquier eventualidad. Ellos siguieron funcionando como un reloj, sin que les afectaran las condiciones clim¨¢ticas. As¨ª de bien conocen su coche y los neum¨¢ticos.