El gol en la cabeza

En medio de un partido resuelto, Simeone puso a calentar a Diego Costa. No hab¨ªa que derrotar a un rival ya vencido. No hab¨ªa m¨¢s condicionante para alinearle que sus ganas de seguir enganchado al gol, que lo tiene m¨¢s en la cabeza que nunca. Reci¨¦n salido de una lesi¨®n, puso al Calder¨®n en pie nada m¨¢s pisar ¨¢rea. All¨ª se perfil¨® de espaldas para dibujar una acrobacia inveros¨ªmil. No fue una chilena con tijera, pero Costa caz¨® muy alta la bola que centr¨® Gabi y la mand¨® a la escuadra izquierda de Moy¨¢. La obra supon¨ªa el sexto tanto de los siete que le hizo el Atl¨¦tico al Getafe, que nunca pudo seguir el ritmo de su rival pese a que hasta los 25 minutos no encaj¨® el primero.

Gol es gol y a Ra¨²l Garc¨ªa se le caen. Puede intervenir poco en el juego, pero se ha construido su rol en el Atl¨¦tico en el ¨¢rea como un goleador concreto, de pocos toques, principalmente con la cabeza. Lleva cinco tantos en esta Liga y cuatro han sido con la testa. Domina tanto el frentazo violento como el colocado. Con el primer modo abri¨® la goleada del Atl¨¦tico al Getafe. Con el segundo, marc¨® el 4-0 antes de marcharse con el Calder¨®n rendido a sus pies. Su evoluci¨®n, de mediocentro a segunda punta camuflado es parad¨®jica. En la medida que ha perdido contacto con el bal¨®n, ha cobrado importancia en el desarrollo de los partidos. Aparece para ganarlos. Se ha convertido en uno de los mejores llegadores del f¨²tbol espa?ol, en una soluci¨®n muy eficaz para un equipo que tiene en las jugadas de estrategia uno de sus abrelatas de cabecera. As¨ª sucedi¨® anoche. La habitual comba de Koke desde la esquina la conect¨® Ra¨²l Garc¨ªa. Por entonces ya hab¨ªa poco Getafe. Despu¨¦s de ese tanto, ya nada.

El¨¦ctrico y preciso en las combinaciones en corto, agresivo como siempre, el Atl¨¦tico arroll¨® en un derbi que no fue tal porque el Getafe no compareci¨®. Una vez m¨¢s pas¨® el equipo de Luis Garc¨ªa por el Calder¨®n como un conjunto asustadizo, m¨¢s pendiente de ocupar bien los espacios, de plantarse de forma acad¨¦mica en la hierba, que de creer en lo que pueden hacer Pedro Le¨®n, Diego Castro, Lafita o Colunga. Se llev¨® una tunda, principalmente porque nunca encontr¨® un primer pase digno y ah¨ª el Atl¨¦tico es una apisonadora porque se verticaliza muy bien cuando roba.

Con Arda revolucionado, paseando su regate por todo el frente de ataque, cada mala entrega del Getafe se convirti¨® en un suplicio para Moy¨¢, que fue fusilado literalmente. Casi siempre de cerca, con la complicidad de una defensa que ech¨® de menos en su eje a Rafa y Lisandro L¨®pez. Ni Alexis ni Lopo estuvieron a la altura. Este ¨²ltimo introdujo en propia puerta un centro de Arda que hab¨ªa cruzado mal Koke con la cabeza.

Le remat¨® todo el Atl¨¦tico al Getafe, por arriba y por abajo. Cada centro al ¨¢rea de Moy¨¢, por derecha o por izquierda, de Juanfran o Filipe Luis, que hicieron un destrozo, fue una tortura para un equipo que ni supo salir de su ¨¢rea ni defenderla.

Si en igualdad num¨¦rica, el Getafe se opuso poco, con la expulsi¨®n de Valera ya solo pudo contemplar c¨®mo le ca¨ªan los goles. Dos de Villa, muy oportunista en el segundo palo para empujar dos balones y tambi¨¦n distinguido en un par de paredes. A la fiesta goleadora se sum¨® hasta Adri¨¢n para cerrar una goleada que abri¨® Ra¨²l Garc¨ªa y adorn¨® Diego Costa. Los dos tienen el gol en la cabeza.