Laso le roba la bola a Xavi Pascual
Cuando el diagn¨®stico lo da el propio paciente, no hay duda sobre la gravedad de su trastorno. Navarro, el capit¨¢n, tras el lamentable partido que perpetr¨® el Barcelona el s¨¢bado en el Fontes do Sar de Santiago de Compostela, afirm¨® con solemnidad: ¡°Hay que reflexionar y cambiar¡±. ¡°No hemos preparado bien este partido¡±. ¡°Estamos avergonzados¡±. Xavi Pascual, el entrenador, asumi¨® la culpabilidad y defini¨® el desaguisado en un tiempo muerto: ¡°Ni tenemos car¨¢cter, ni tenemos energ¨ªa, ni tenemos decisi¨®n, ni tenemos nada¡±, chill¨® a sus jugadores.
El inicio de temporada retrata un cuadro muy preocupante en el Barcelona. No es una cuesti¨®n de un descalabro, de tres derrotas por aqu¨ª (Supercopa y Liga Endesa) y otro par por all¨¢ (Euroliga). Se puede palpar el descosido de un proyecto camale¨®nico, con media docena de jugadores nuevos que se superponen a los cinco incorporados en la anterior. El trasiego no ha mitigado el duro golpe que supuso el traum¨¢tico adi¨®s de Pete Mickeal, los achaques y el paso por el quir¨®fano de Navarro, primero, y de Lorbek, despu¨¦s. El Bar?a triunfante de Pascual se ha visto rebasado por el proyecto conducido por Pablo Laso en el Madrid. En dos a?os se han invertido los papeles. El recuento de t¨ªtulos lo evidencia y lo trasluce la espectacularidad y eficacia del juego madridista y hasta la capciosa denuncia de Pascual de un trato arbitral desigual.
Las aficiones lo han pillado. El Palacio de la Comunidad se llena cada vez m¨¢s y el curso pasado promedi¨® 7.607 espectadores; la afluencia al Palau disminuye y su media fue de 4.561 aficionados. El juego del Madrid engancha al seguidor y machaca al rival; el juego del Barcelona no encandila o desespera. El Bar?a es quinto en la ACB, con dos victorias menos que el Madrid en siete partidos. Ha recibido tantos puntos (538) como los que ha anotado (540). Su media defensiva, de 76,8 puntos, es solo la s¨¦ptima mejor de la Liga. Su ataque es mediocre, con 77,1 puntos, el noveno mejor, el mismo mediocre puesto que ocupa en el rebote (34,5). Y solo dos equipos tienen peores porcentajes en los triples (29%), y recuperan menos balones (5,7).
No es cuesti¨®n de un descalabro, se palpa el descosido azulgrana de un proyecto camale¨®nico
Nada es casual. El Madrid ha encajado la matrioska con una base de espa?oles iniciada por Felipe Reyes, con un par de hombres que han catapultado sus carreras, caso de Llull, un suplente en el Manresa, y Sergio Rodr¨ªguez, rebotado de la NBA, adem¨¢s de un jugador clave, Rudy Fren¨¢ndez, y de Mirotic, que ahora da el fruto de su fichaje cuando ten¨ªa solo 14 a?os. En torno a ellos, y con especialistas como Carroll, Slaughter, Darden, Draper y ahora Mejri y Bourousis, se podr¨ªa decir que Pablo Laso, que no en vano es el m¨¢ximo recuperador de balones en la historia de la ACB, le ha robado la bola al Barcelona. Por supuesto, esto no ha hecho m¨¢s que comenzar y no debe olvidarse que el director deportivo azulgrana, Joan Creus, tambi¨¦n fue un fino base que reba?aba el bal¨®n a la m¨ªnima. Pero su equipo no funciona y los fichajes (Nachbar, Lampe, Dorsey, Papanikolaou o Pullen no convencen). Creus y Pascual tutelan los inicios de Hezonja, promocionan el acceso de Abrines al m¨¢ximo escal¨®n, esperan la vuelta de la mejor versi¨®n de Navarro, mantienen las bazas de Lorbek y Oleson y la fe en la direcci¨®n de juego de Marcelinho y Sada. Es el voto de confianza en un equipo desasosegante.
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