Una lecci¨®n hist¨®rica
La vitalidad del Ajax deja en evidencia (2-1) a un Barcelona irreconocible, desestructurado y destensado
El Bar?a que coleccionaba victorias desde la llegada de Martino perdi¨® la condici¨®n de invicto en la escuela del Ajax. Quiz¨¢ ser¨ªa un buen momento para que los azulgrana regresaran al aula en la que desde la distancia aprendieron a jugar con Laureano, Michels y Cruyff. Aunque mantiene la identidad y el estilo, glorificado por Guardiola y Vilanova, el equipo barcelonista ha mudado con el tiempo y ahora mismo no se sabe si su referente contin¨²a siendo la universidad de ?msterdam o el sursuncorda. Los licenciados azulgrana (27,8 a?os) recibieron una lecci¨®n de los estudiantes del Ajax (22,2), espl¨¦ndido como equipo, con 11 y con diez. La vitalidad le pudo a la experiencia. Va el Ajax y vuelve el Bar?a.
Hoy ya no solo se duda de la carta de naturaleza del Bar?a, sino que incluso queda pendiente para la ¨²ltima jornada el liderato del grupo de la Champions. Jugaban los azulgrana con fuego y se condenaron en el escenario y contra el rival que defiende precisamente sin dudas ni falsedades la versi¨®n original del f¨²tbol de los setenta y los noventa que tanta gloria ha dado ¨²ltimamente al Bar?a. Ni siquiera la versi¨®n esforzada de uno de los mejores solistas como es Neymar redimi¨® al Bar?a, desbordado defensivamente al inicio, in¨²til en ataque cuando jug¨® con uno m¨¢s por la roja a Veltman. Hay derrotas que son m¨¢s crueles por su significado que por su trascendencia a efectos num¨¦ricos.
AJAX, 2; BARCELONA, 1
Barcelona: Pinto; Puyol (Patric, m. 68), Piqu¨¦, Mascherano, Montoya; Xavi (Sergi Roberto, m. 74), Song, Iniesta; Pedro, Cesc (Adama, m. 82) y Neymar. No utilizados: Oier; Bartra, Busquets y Dongou.
Goles: 1-0. M. 19. Serero. 2-0. M. 42. Hoesen. 2-1. M. 49. Xavi, de penalti.
?rbitro: Pavel Kralovec (Rep¨²blica Checa). Expuls¨® con tarjeta roja a Veltman (m. 49) y amonest¨® a Sh?ne, Piqu¨¦, Cesc, Neymar, Van Rhijn, Montoya.
Unos 50.000 espectadores en el Amsterdam Arena. Los jugadores del Bar?a lucieron brazalete negro en memoria de Cayetano Re, exjugador azulgrana fallecido ayer.
La liturgia de la jornada fue visual y sonoramente respetuosa y agradecida con la efem¨¦ride que se celebraba en el Amsterdam Arena. All¨ª jugaban por vez primera de forma oficial dos clubes que se supone entienden el f¨²tbol de manera muy parecida: el Ajax y el Bar?a. Vest¨ªan ambos con sus zamarras cl¨¢sicas, sonaba Verdi en la grada, charlaban Cruyff y Koeman en un palco y tanto Cillessen como Pinto parec¨ªan m¨¢s jugadores de campo que porteros, siempre exigidos con el pie por sus defensas, acosados por los delanteros, los dos equipos muy puestos, protagonistas de un excelente cartel de partido. Acabado el calentamiento, solo fue reconocible el Ajax; del Bar?a quedaba la postal.
Puesta la pelota en juego, se extraviaron los azulgrana, perdidos y confusos, fiel reflejo de sus contradicciones, incapaces de saber si quer¨ªan avanzar o retroceder en el tiempo, imposible descifrar a qui¨¦n quer¨ªan parecerse, porque no jugaban ni como un grande ni como un peque?o, hechos un l¨ªo. Ning¨²n adversario mejor que el Ajax en cualquier caso para desnudar al plantel de Martino. A partir de un mismo solfeo, los chicos holandeses tocaban como los ¨¢ngeles mientras los azulgrana no daban pie con bola, desbordados y rid¨ªculos. Ya desfigurados por las ausencias de Messi y Vald¨¦s y la suplencia de Busquets, hab¨ªan dimitido el d¨ªa que se les ped¨ªa un acto de afirmaci¨®n en ?msterdam.
Mal puestos defensivamente, faltos de laterales y de salida de bal¨®n, los azulgrana se partieron por la mitad. No hab¨ªa hilo de juego y penalizaron su mal juego porque por un d¨ªa hab¨ªan dejado de ser fuertes en las transiciones y en las ¨¢reas. Ni desequilibraban ni tampoco ganaban las pelotas divididas, siempre dominados por el Ajax, admirable por su sentido del juego colectivo, arm¨®nico y sincronizado. Tocaba, pasaba y presionaba de manera coral el equipo de Frank de Boer. El bal¨®n era del Ajax y su velocidad resultaba imposible de defender por el desestructurado Bar?a, pasivo y destensado, batido dos veces antes de alcanzar el descanso: 2-0
Sereno emboc¨® un centro de Van Rhijn despu¨¦s de que Hoesen dejara pasar el bal¨®n y el propio Hoesen aprovech¨® un rechace de Pinto para sortear a Puyol. A falta de f¨²tbol, el Bar?a encontr¨® consuelo en una jugada epis¨®dica, como si fuera un equipo italiano, mitad m¨¦rito de Neymar y mitad error de van Rhijn. El lateral fall¨® en una cesi¨®n, presion¨® bien el brasile?o y Veltman derrib¨® al 11: penalti y expulsi¨®n. A los azulgrana les alcanz¨® con una acci¨®n para cambiar el guion. Iniesta se asoci¨® con Neymar y por un momento pareci¨® que al Bar?a no le costar¨ªa remontar: jugaban 11 contra diez. Otra falsa impresi¨®n. Plano, al Bar?a le faltaba profundidad, atrevimiento, creatividad.
El Ajax defendi¨® muy bien, sin conceder situaciones de superioridad al rival y el Barcelona careci¨® de riesgo y profundidad, mal remendado por las ausencias y las carencias, finalmente encomendado a Sergio Roberto, un ni?o que muy bien podr¨ªa jugar en el Ajax. La fe ajacied en su credo contrast¨® con un Bar?a agn¨®stico, sin tensi¨®n al principio ni ingenio al final. Aun sabiendo que dif¨ªcilmente ganar¨¢n la Champions, los holandeses juegan con el esp¨ªritu, la vitalidad y la alegr¨ªa de unos j¨®venes dispuestos a conquistar Europa, nada que ver con el car¨¢cter funcionarial de los azulgrana, empe?ados en contar triunfos hasta que el marcador les neg¨® la raz¨®n.
No hay rinc¨®n ni pared del Amsterdam Arena que no recuerde la gloria del Ajax. Los chicos se impregnan de la cultura ajacied y no parece haber un cruyffista m¨¢s radical hoy que Frank de Boer. A falta de rastro hist¨®rico y juego de equipo, el Bar?a se encomienda a Messi y Neymar. La lecci¨®n del Ajax al Bar?a fue hist¨®rica en el Amsterdam Arena.
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