El gol m¨¢s vacil¨®n de la Liga
En 1963, Romero, del Elche, marc¨® de cabeza tumbado en la l¨ªnea de gol tras tras driblar a varios jugadores del Murcia
"Despu¨¦s del partido me fui a casa y no cen¨¦, quer¨ªa matarle a palos. Ten¨ªa un cabreo tremendo. Me fui a buscar a Romero a Alicante. Sab¨ªa d¨®nde paraban a cenar¡±, recuerda Campillo, ex portero del Murcia, sobre el gol m¨¢s sonrojante que le marcaron en sus 14 temporadas de profesional. Un gol con la frescura picajosa del f¨²tbol de la calle, quiz¨¢s nunca visto en la historia de la Liga m¨¢s que aquella tarde del 10 de noviembre de 1963 en el viejo Altabix, donde se enfrentaron el Elche y el Murcia. Fue el paraguayo ?ngel Romero, ya fallecido y considerado por muchos el mejor jugador de la historia del Elche, el que desat¨® los diablos de Campillo cuando despu¨¦s de sortear a varios jugadores del Murcia, incluido al guardameta, se fue caminando hasta la l¨ªnea de gol y all¨ª decidi¨® parar el tiempo y silenciar al estadio por unos segundos antes de marcar. Romero, zurdo fino y de silueta achaparrada, deposit¨® la pelota en la raya, se arrodill¨® y marc¨® con la cabeza ante el clamor de la hinchada franjiverde, que celebr¨® entre risas y admiraci¨®n ese tanto que cerraba el marcador (3-1) a ocho minutos del final.
"Despu¨¦s del partido me fui a casa y no cen¨¦, quer¨ªa matarle a palos¡±, recuerda Campillo, ex portero del Murcia
¡°Fue una burla y encima en un derbi. Lo quer¨ªa matar¡±, rememora Campillo, que, muy decidido, se fue desde Guardamar, localidad alicantina en la que a¨²n reside hasta Alicante para ajustar cuentas. ¡°Llegu¨¦ al restaurante donde estaba cenando con cuatro o cinco compa?eros suyos y le avisaron de que estaba fuera. Sali¨® y le dije que c¨®mo me hab¨ªa hecho eso. Primero nos acordamos de nuestras familias y luego ne respondi¨® que le hab¨ªa salido as¨ª, que le perdonara. Desde entonces, tuvimos una buena amistad. Son cosas del deporte¡±. ¡°Todav¨ªa tengo la imagen de ¨¦l poniendo las palmas de las manos sobre la hierba y empujando la pelota con la cabeza¡±, revive Tatono, defensa lateral que, adem¨¢s del Murcia, jug¨® en el Valencia, donde se proclam¨® campe¨®n de Liga (1971) y Copa (1967). Tatono no recuerda si ¨¦l estuvo entre los driblados por Romero antes de que ejecutara ese gol tan infantil como vacil¨®n. ¡°S¨ª, a Tatono lo dribl¨®, y tambi¨¦n a Aznar, que medio se resbal¨®¡±, puntualiza Campillo. ¡°No s¨¦ c¨®mo se aceptar¨ªa hoy un gol as¨ª, desde luego que nos fastidi¨®, pero ya quisiera yo poder haber marcado un gol as¨ª¡±, prosigue Tatono.
Romero se retir¨® en 1967 como el m¨¢ximo goleador del Elche con 80 goles en 167 partidos, siete de ellos desde el saque de esquina
¡°Yo no he vuelto a ver algo parecido. Si acaso, recuerdo un gol de Maradona al Madrid, en la que esper¨® junto al poste a que Juan Jos¨¦, ese lateral de las barbas que era de C¨¢diz, pasara de largo antes de meter la pelota hacia adentro. Lo de Romero fue una genialidad que no me atrevo ni a juzgar. La hizo y ya est¨¢¡±, dice Quirant, uno de los capitanes de aquel Elche, que tambi¨¦n recuerda la irrupci¨®n de Campillo en el restaurante de Alicante: ¡°Le dijo que era un bandolero por hacerle eso, pero se dieron un abrazo y la cosa no pas¨® a mayores¡±. ¡°Cuando ellos iban ganando 0-1 se re¨ªan de nosotros. Cuando Romero marc¨® el gol les dijo: ¡®Os lo dejo para el recuerdo¡¯, relata Lezcano, otro de los hist¨®ricos del Elche, que tambi¨¦n recuerda otra faceta de Romero, retirado en 1967 como el m¨¢ximo goleador del Elche con 80 goles en 167 partidos: ¡°Marc¨® siete goles ol¨ªmpicos. Era zurdo y conduc¨ªa la pelota como Messi¡±.
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