Espa?a se cita con Hungr¨ªa en octavos

Espa?a tard¨® ocho minutos en despertar. Tiempo suficiente para ense?ar el muestrario de los errores. Muy poco para, finalmente, resultase un espejismo. Lo aprovech¨® Angola, claro, que sin ser la selecci¨®n que disfrut¨® de unos cuartos de final hace dos a?os en el Mundial de Brasil sigue siendo un equipo inc¨®modo. Lo aprovech¨®, s¨ª, pero no lo sabore¨®. Espa?a se quit¨® las lega?as y meti¨® la directa. Hasta octavos de final, donde se cita con Hungr¨ªa (lunes, 17.30, Teledeporte), tercera en el ¨²ltimo Europeo. Uno de los rivales que quer¨ªan evitar muchas de las espa?olas, menos temible tras las derrotas ante Ruman¨ªa y Alemania.

Se enchuf¨® Espa?a en el momento en que decidi¨® manejar el tempo del partido. Lo que le cost¨® la derrota ante Noruega, la ¨²nica hasta el momento. Las angole?as forzaron un parcial inicial de 4-0 porque las jugadoras espa?olas entraron a su juego, cogieron el trapo de la locura. Daba la impresi¨®n de que los duelos ante Argentina y Paraguay hab¨ªan apagado a las chicas de Jorge Due?as, que se volv¨ªan a mostrar imprecisas en ataque. Fue fijar los pilares defensivos, Bego?a Fern¨¢ndez y Patricia Elorza, inconmensurable en todo el torneo y Espa?a sent¨® las bases del triunfo. La electricidad era cosa de Shandy Cabral Barbosa.

La jugadora de origen portugu¨¦s se desquito, por fin, en este Mundial y demostr¨® todo lo que puede aportar a este equipo. Pocas jugadoras existen con la explosividad de Cabral ¨Cya no lleva el segundo apellido en su camiseta-, algo que a veces juega en su contra. No fue el caso. Atin¨® en el lanzamiento exterior, vol¨® en los contraataques y anduvo fina en los lanzamientos de siete metros. Nueve goles se llev¨® a la ducha.

El vendaval fue tal que Jorge Due?as se pudo permitir dar minutos a todas las jugadoras, sobre todo en la segunda parte. Confianza necesaria para afrontar lo que queda. Y es que Espa?a ha mostrado todas las caras posibles en esta fase de grupos. Las imprecisiones, sobre todo en el inicio de los partidos, siguen siendo un lastre, que a partir de ahora puede costar un billete de vuelta. La fortaleza defensiva, la solidez del segundo acto contra Polonia o la capacidad de reacci¨®n y la contundencia con la que han arrollado a Angola son las mejores credenciales de un equipo que llega enchufado a la fase final.