Una m¨¢quina de ganar

Y van 26. El Madrid es una m¨¢quina de ganar. Con menos brillo del habitual pero la misma solvencia de los ¨²ltimos tres meses, los de Laso estiraron su racha de imbatibilidad y arrancaron el top 16 derrotando al Partiz¨¢n en Belgrado con un ejercicio de profesionalidad liderado por la eficiencia de Sergio Rodr¨ªguez, Rudy y Bourousis, autores entre los tres de 47 de los 80 puntos de su equipo. Cay¨® as¨ª otro r¨¦cord, el del mejor arranque europeo de los blancos, que nunca estrenaron curso con m¨¢s de 10 victorias en territorio continental. La 11? en esta Euroliga fue cuesti¨®n de oficio ante un rival orgulloso que estir¨® su resistencia hasta el minuto 35 pero acab¨® sucumbiendo como todos.

Los c¨¢nticos de los m¨¢s de 20.000 aficionados que abarrotaban el imponente Kombank Arena de Belgrado cargaron de m¨ªstica los proleg¨®menos del partido, pero nada estremece a este Madrid imbatible de Laso que lanz¨® m¨¢s y peor de tres (12 de 34) que de dos (14 de 28). Sin embargo, donde no lleg¨® la punter¨ªa alcanz¨® la firmeza competitiva de un equipo cargado de automatismos que acaba por hundir a sus oponentes, incapaces de tapar todas las v¨ªas de agua que genera el infinito repertorio madridista.

Enfrente, un Partiz¨¢n cargado de talento y descaro; tan valiente como inconstante; exponente de la hist¨®rica cantera serbia, tan esquilmada como inagotable. El ¨²nico equipo capaz de colarse en el top 16 con tan solo tres victorias en la primera fase, en la que comparti¨® grupo con el Bar?a. Lo hicieron agarrados al impulso del franc¨¦s Lauvergne, m¨¢ximo reboteador del primer tramo de la competici¨®n con 9,3 capturas por partido, pero con unas inestables prestaciones lastradas por la inexperiencia de un grupo demasiado imberbe. Tan solo Milosavljevic y el reci¨¦n fichado Milenko Tepic nacieron antes del a?o 1990 en el conjunto presidido por Pedrag Danilovic, protagonista junto con Sasha Djorjevic de la hist¨®rica conquista europea del ¡®Partiz¨¢n de Fuenlabrada¡¯ en el 92. Eran tiempos preb¨¦licos en los que las camadas cuajaban en equipos imponentes. Ahora no da para tanto.

Cuando no es por dentro es por fuera, cuando no es la primera unidad es la segunda o la tercera. Imposible contener a este Madrid inabarcable. Rudy y Mirotic se encargaron de mostrar los galones y Bourousis de redondear una notable puesta en escena. Un triple del p¨ªvot griego, tan afinado como en la cita liguera ante el Bar?a, y una colecci¨®n de rebotes ofensivos llevaron a los de Laso a su m¨¢xima ventaja coincidiendo el final del primer acto (17-29, m. 10). C¨®modo desde el per¨ªmetro, el subcampe¨®n de Europa comenz¨® a recrearse con los triples animado por la defensa en zona del Partiz¨¢n. Felipe Reyes dio lustre a su racha con dos aciertos desde el 6,75 en el segundo cuarto, pero la secuencia llev¨® a los de Laso a perder el oremus en ataque abusando del tiro de tres (8 de 23 al descanso). Entonces, Lauvergne puso orden bajo los aros y, secundado por los puntos de Kinsey, llev¨® a los suyos a reengancharse a la contienda cuando parec¨ªa inevitable el despegue madridista (35-39, m. 18). Laso ley¨® la cartilla a los suyos pero, entre el defecto y la virtud, de nuevo desde el 6,75 fue Sergio Rodr¨ªguez el que rearm¨® a su equipo con dos triples que aplacaron la efervescencia del equipo serbio, que aun as¨ª se apunt¨® el segundo cuarto (22-18) y se crey¨® capaz de inquietar al Madrid.

La ventaja a favor de los visitantes qued¨® instaurada en la frontera de los 10 puntos, tan tranquilizadora para la gesti¨®n del Madrid como esperanzadora para el incansable esp¨ªritu del Partiz¨¢n. Unos buscaban el rigor, otros la contenci¨®n y, entre ambos equipos, el marcador se qued¨® sec¨® en el tercer periodo (10-11). Para entonces, los de Laso perd¨ªan la batalla del rebote y no acaban de enderezar sus porcentajes de tiro, mientras Bogdanovic se sumaba a la causa de Kinsey en el ataque local. Pero Sergio Rodr¨ªguez se adue?¨® del libro de instrucciones del partido y a su son el Madrid desminti¨® los apuros y solvent¨® las estrecheces. Un triple de Darden y otro de Rudy redondearon un parcial de 0-8 que dispar¨® el marcador al 57-73 que dej¨® solventada la contienda a falta de cinco minutos. Nadie encuentra el ant¨ªdoto contra este Madrid.