Solo faltaba Messi

El Barcelona fue muy superior y gole¨® a un entusiasta y, en algunas fases, atrevido Getafe. Martino, que perdi¨® a Neymar por la ma?ana por culpa de una gastroenteritis, decidi¨® finalmente dejar a Messi en el banquillo y darle la ¨²ltima media hora de partido, atendiendo los plazos de una recuperaci¨®n que deben dejar al rosarino listo para acudir el s¨¢bado al Manzanares para medirse al Atl¨¦tico. Fue suficiente para que la Pulga marcara dos goles y sentenciara una eliminatoria que hab¨ªa encarrilado Cesc. El Barcelona, capitaneado por un recuperado Puyol, sentenci¨® con jerarqu¨ªa un partido que culmin¨® la irrupci¨®n de Messi. Progresa el equipo del Tata, que mantuvo un buen tono de principio a fin del duelo.

Sali¨® enchufado el Barcelona y no le dio tregua al Getafe. Rob¨® y atac¨® y, cuando perdi¨® el bal¨®n, volvi¨® a robar para percutir como un martillo contra el front¨®n en el que se hab¨ªa convertido el Getafe. Liderado por Busquets, el Barcelona llen¨® el campo, ley¨® espacios, hizo circular con rapidez el bal¨®n y tir¨® pases sin tregua. Se manej¨® con tanta intenci¨®n al desdoblarse en ataque como se junt¨® para presionar al recuperar el bal¨®n.

Jug¨® el Barcelona junto, bien puesto, y tard¨® un suspiro, ocho minutos, en encarrilar el partido. Fue tras una jugada de tiral¨ªneas, con Busquets en el eje del comp¨¢s, en la que particip¨® Iniesta y apareci¨® Pedro para asistir a Cesc. El de Arenys, con un remate de cabeza, pill¨® a contrapi¨¦ a Codina y abri¨® el marcador. Otra vez de falso nueve hasta que asom¨® Messi, Cesc empez¨® y acab¨® jugadas.

La voracidad azulgrana fue tal que un minuto despu¨¦s del primer gol, el ¨¢rbitro le pit¨® una falta a Alexis por tratar de recuperar un bal¨®n dentro del ¨¢rea del Getafe. Todo un s¨ªntoma. Se fue el Bar?a a por los azulones ¡ªen esta ocasi¨®n de verde¡ª con tanta determinaci¨®n que los devor¨®, jugando en su campo, con apoyos, ritmo y en vertical. El partido solo se igualaba a bal¨®n parado, y poquito. Cuando eso sucedi¨®, porque cuando los de Luis Garc¨ªa asomaron por el ¨¢rea rival, siempre Pinto compareci¨® acertado. La ¨²nica emoci¨®n era la de saber cu¨¢nto tardar¨ªa el Barcelona en sentenciar la eliminatoria. Y para eso, deb¨ªa aparecer Messi.

Le sobr¨® juego al conjunto del Tata y le falt¨® contundencia durante mucho rato. No se lo tuvo en cuenta la afici¨®n, que vio trabajo y ganas al equipo como para aplaudirle hasta los fallos. En el Camp Nou, a menudo basta con la intenci¨®n para resultar cre¨ªble. Y el equipo del Tata lo es cada vez m¨¢s. Presente en el campo con su hijo, Tito Vilanova debi¨® sentirse orgulloso de lo mucho que se empieza a parecer este equipo a la obra que ayud¨® a crear junto a Guardiola.

Le sobr¨® juego al conjunto del Tata y le falt¨® contundencia durante mucho tiempo

Para cuando Messi asom¨® en el campo y empez¨® con sus ejercicios de calentamiento, el Barcelona hab¨ªa convertido en una obsesi¨®n el segundo gol y viv¨ªa en el ¨¢rea del Getafe. Las casi 40.000 personas presentes en el estadio coreaban ya el nombre del argentino cuando Valera le hizo penalti a Pedro. Tir¨® Cesc, con Leo a pie de obra, y la clav¨®. Ya con ventaja de dos goles, reapareci¨® la Pulga sin m¨¢s urgencia que acumular minutos en su proceso de recuperaci¨®n.

El equipo ya hab¨ªa hecho su trabajo. Pero Messi quer¨ªa m¨¢s y a partir de ah¨ª era cuesti¨®n de terminar de masticar el partido. El Barcelona lo hizo paciente y al tiempo, cuidadoso, tanto que terminaron juntos Song y Busquets, no fuera a ser que el Getafe diera un susto. Hasta que el rival se confi¨® y le explot¨® en las manos la imparable grandeza de Messi. Primero recogi¨® un rebote en el ¨¢rea, tras una internada de Montoya, y la emboc¨® con una facilidad pasmosa. Al poco, hizo una de sus carreras, dej¨® a su espalda a todos sus rivales y coloc¨® el bal¨®n en la red. Y el Camp Nou, que s¨®lo de verle se le enamora el alma, celebr¨® el regreso de la Pulga. No pod¨ªa ser de otra manera.