El Baskonia cae sin el socorro de los triples
El Laboral Kutxa acusa la ausencia de Hamilton y la presencia de Diamantidis ante el Panathinaikos
D¨ªas de mucho, v¨ªsperas de poco. El refr¨¢n le fue al pelo al Laboral Kutxa. Lo que en M¨¢laga, en la primera jornada fue un recital de acierto en los triples (nada menos que 15 encest¨® el Baskonia entonces) ayer las canastas lejanas se quedaron reducidas a la condici¨®n de intentos, por m¨¢s que Jelinek consiguiese uno de ellos desde su campo acompa?ado por la m¨²sica de la bocina. El asunto no es menor. Bien es cierto que los triples no son la condici¨®n sine qua non para dome?ar un partido, pero el problema del Baskonia es que ten¨ªa su juego interior muy debilitado por la ausencia por lesi¨®n de Hamilton. Como si la presi¨®n le sudase en las manos, Pleiss, que volvi¨® a anotar su buena raci¨®n de puntos (17), porque casi todo volaba cerca de sus largos brazos, se mostraba impotente para frenar el juego de los p¨ªvots del equipo griego, que alternativamente (el estadounidense Gist o el congole?o Lasme, ayudados en sus descansos por Batiste) le iban buscando las cosquillas. El joven Diop, que tuvo unos cuantos minutos en la primera mitad, parec¨ªa demasiado tierno para jugadores musculosos, de mirada fr¨ªa y contactos permanentes.
LABORAL KUTXA, 62 PANATHINAIKOS, 74
Laboral Kutxa: Heurtel (13), Casseur (5), Nocioni (8), San Emeterio (7), Pleiss (17) -cinco inicial- Mainoldi, Poeta, Hanga (6), Diop (2), Hodge, Jelinek (6) y Causseur (5).
Panathinaikos: Diamantidis (12), Ukic (4), Maciulis (2), Gist (10), Lasme (20) -cinco inicial- Bramos (5), Curry (10), Batiste (4), Fotsis (5), Pappas, Giankovits.
Parciales: 17-24, 15-10, 20-14, 12-24. ?rbitros: Ryzhyk (UKR), Lottermosser (ALE) y Javor (ESL). Sin eliminados. 10.120 espectadores en el Buesa Arena.
Pero hab¨ªa m¨¢s. Con Hamilton o sin Hamilton, se sab¨ªa que por la cancha del Buesa Arena iba a circular un tal Diamantidis que a sus 33 a?os mantiene la cabeza fr¨ªa, el f¨ªsico caliente y el pulso firme. Diamantidis en Panathinaikos es algo m¨¢s que un base, es el jefe, el due?o del reloj del partido, el asistente, el fogonero o el congelador, seg¨²n se precise. Y curiosamente, a pesar de la edad y la retah¨ªla de partidos que lleva en sus piernas, fue de menos a m¨¢s hasta acabar impartiendo magisterio, por el centro y por el costado. Y no es que Heurtel, su oponente, estuviera mal. Al contrario, el base franc¨¦s dirigi¨® a su equipo aplic¨¢ndole la justa medida de cuanto iba necesitando. El problema era frenar a Diamantidis, y eso es una guerra para la que pocos est¨¢n preparados.
El primer cuarto (17-24) ya exhibi¨® la regularidad del conjunto griego que solo permiti¨® una sola ventaja del Baskonia 13-12, m¨¢s estad¨ªstica y ef¨ªmera, que significativa. Pleiss acusaba el desgaste al que le somet¨ªan los vigorosos Gist y Lasme, y el tiro exterior no funcionaba en el conjunto de Scariolo que lleg¨® a ponerse en zona para frenar las alternativas del Panathinaikos.
Los dos siguientes cuartos tuvieron color baskonista, si bien es cierto que el segundo fue de una pobreza solemne. Cuando se llevaban disputados cinco minutos de ese parcial, cada equipo hab¨ªa conseguido anotar 4 puntos respectivamente. Quiz¨¢s por ese baj¨®n del Panathinaikos, el Laboral Kutxa consigui¨® igualar el marcador a 32 y acabar la primera parte perdiendo por solo dos puntos
El descanso volvi¨® a reactivar a los de Scariolo, como si quisieran emular el segundo tiempo de M¨¢laga. Pro los triples se intentaban, no se consegu¨ªan m¨¢s que muy de vez en cuando. Pero la buena direcci¨®n de Heurtel y una mejor aplicaci¨®n de Pleiss le hicieron al Baskonia so?ar con la victoria. Sobre todo cuando Jelinek anot¨® desde su campo y se fueron al vestuario con seis puntos de ventaja que visto el transcurrir del partido sab¨ªan a gloria. Pero el ¨²ltimo cuarto, el momento de la verdad le sali¨® al Baskonia de mentira. Diamantidis decidi¨® que hab¨ªa que concluir por la v¨ªa r¨¢pida y en un abrir y cerrar de ojos, el Panathinaikos infringi¨® un 4-17 que hac¨ªa casi imposible la remontada. El partido muri¨® pl¨¢cidamente, con el equipo griego disfrutando de la victoria y el Baskonia reduciendo distancias porque nunca se sabe lo que puede ocurrir en una liguilla tan larga. Esta vez a la magia de M¨¢laga se le vio el truco. Y es que no siempre la mu?eca est¨¢ tan fina. A veces se hincha demasiado.
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