La mano izquierda del Tata Martino
Los jugadores y el club alaban la capacidad para adaptarse del entrenador argentino

Dicen que para entender al Tata hay que verle tirar la basura al anochecer, en la casa donde vive con Ang¨¦lica, ¡°una mina de fiar¡±, profesora de escuela y madre de sus tres hijos, No¨¦, Celeste y Gerardo. All¨ª, en el barrio Jos¨¦ Cura, junto al Boulevard Oro?o donde hasta los palos de la luz est¨¢n pintados con los colores rojo y negro de Newell's Old Boys, se siente seguro, est¨¢ en casa. All¨ª recibi¨® la oferta del Barcelona y all¨ª le dijo a su esposa: ¡°Me llamaron del Barcelona, pero quedamos que tomar¨ªa un a?o de descanso, as¨ª que les dir¨¦ que no¡±. ¡°?Y? ?Te volviste loco? Cerr¨¢ el contrato y andate¡±, le respondi¨® su esposa, consciente de la oportunidad. Eso, al menos, cuentan en el barrio sus amigos, entre risas.
Una vez que Andoni Zubizarreta y sus colaboradores convinieron que el hombre para sustituir a Tito Vilanova era ¨¦l ¡ª¡°descubr¨ª a un hombre que ve el f¨²tbol desde el vestuario y que conoc¨ªa nuestros mecanismos¡±, confes¨® el director deportivo a la revista oficial del Barcelona¡ª, las horas eran una cuenta atr¨¢s en Can Bar?a hasta el punto de que una ma?ana Josep Mar¨ªa Bartomeu, vicepresidente de la entidad, se precipit¨® al llamarle. Al otro lado del tel¨¦fono, Martino, cuyo tono de voz recuerda poderosamente al de Luis Pescetti, un cantautor infantil santafecino, fue, como siempre, muy respetuoso. ¡°No se incomoden, pero ac¨¢ en Rosario son las seis de la ma?ana. Si me llaman un poco m¨¢s tarde, les atiendo gustoso¡±, respondi¨®.
Martino dej¨® Rosario para aterrizar en una ciudad que ya conoc¨ªa. Lo primero que hizo tras ser presentado fue llamar a Tito Vilanova. Ayer mismo volvi¨® a recordar que su presencia en el banquillo del Barcelona obedece a ¡°una situaci¨®n ajena al f¨²tbol¡±, algo que tiene muy presente.
A final de curso, ambas partes pueden romper el a?o de contrato que le quedar¨¢ al t¨¦cnico
Ser¨¢ por eso que ha sido tan respetuoso con el equipo, buscando antes lo que fue que algo desconocido. Incluso ha confesado que est¨¢ ¡°aprendiendo¡± de los sistemas de preparaci¨®n fisica de Paco Seirul.lo. En ese aspecto se produjo, seguramente, el choque m¨¢s rotundo entre los jugadores y los m¨¦todos del nuevo entrenador, que Martino supo reconducir en favor de la idea del plantel. ¡°Ha escuchado mucho y ha tocado poco¡±, cuentan los jugadores.
¡°Fue listo, supo ganarse al vestuario¡±, aseguran en el cuerpo t¨¦cnico, ¡°se nota que ha sido jugador¡±. ¡°Es muy cercano y eso da confianza¡±, sostiene Pinto. ¡°Es muy buen motivador, te llega¡±, dice Pedro. ¡°Ha sido el mismo desde que lleg¨®. La gente aut¨¦ntica no cambia¡±, insiste Mascherano, saliendo al paso de las voces que dicen que el Tata tom¨® nota durante los primeros meses y ahora ha empezado a ser el Tata de verdad. ¡°Va cambiando cositas, pero es inteligente, y tiene mano izquierda¡±.
A Martino, que desayuna zumos y lee novela policiaca en los aviones, el club intenta convencerle de que var¨ªe el hotel de concentraci¨®n, pero ¨¦l est¨¢ empe?ado en elegir el Princesa Sof¨ªa. ¡°Dice que est¨¢ como en casa¡±. ¡°Es algo mani¨¢tico, como todos¡±, cuentan. Ser¨¢ por eso, que besa el c¨¦sped y se santigua antes de cada partido.
Tipo tranquilo, da las charlas a sus jugadores sin testigos, solo ¨¦l y los muchachos, como ¨¦l les llama, que solo le han visto enfadado una vez: En la pista del aereopuerto de Bangkok, cuando el despegue se retras¨® mas de una hora. Vecino de Puyol, el Tata vive en Barcelona con su primog¨¦nita, que est¨¢ realizando un master de derecho, y ha calado en el vecindario y en la ciudad deportiva por amable, tranquilo educado, simp¨¢tico y respetuoso. Dicen que prefiere llevarse el trabajo a casa que prolongar las jornadas en su despacho, a diferencia de lo que era habitual en sus antecesores. ¡°Con ellos, pierdo todas las comparaciones¡±, avisa.
Al Tata dicen que le han visto alguna noche en el cine y varias veces en el restaurante 9 Reinas, en el barrio del Eixample, regentado por Escaich y Mart¨ªn Pose, exjugadores del Espanyol. Ya conoc¨ªa Barcelona, pero al vivirla, le ha sorprendido ¡°por la amabilidad de su gente y por lo c¨®moda que es la ciudad¡±. Aqu¨ª seguir¨¢ la pr¨®xima temporada, a pesar de que en su contrato hay una cl¨¢usula por la cual el acuerdo puede romperse unilateralmente por cualquiera de las dos partes. La condici¨®n es que se comunique, como muy tarde, una semana despu¨¦s de que concluya el curso. En caso contrario, si nadie dice nada, sigue vigente un a?o m¨¢s. ¡°El Tata no tiene dinero para pagar la penalizaci¨®n¡±, dicen los que conocen el contenido. Y en el club, no parecen estar por la labor, encantados como est¨¢n del trabajo de Martino, que no pierde la compostura ni de camino al Calder¨®n.
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