Atl¨¦tico y Bar?a no se dejan un mil¨ªmetro
Los rojiblancos y los azulgrana igualan en un duelo intenso y confirman que apenas hay brecha entre ellos
No se vencen ni a tiros. No hay brecha entre el Atl¨¦tico y el Bar?a, de tablas en tablas. Tres retos en lo que va de curso y ninguno ha podido cantar bingo. Los ilustres azulgrana frente a la fuerza del colectivo colchonero por episodios, tres duelos intensos, equilibrados, un choque de estilos vibrante, se?al de que en el f¨²tbol hay m¨¢s de una carta. En el Manzanares se vio otro cap¨ªtulo intenso, un encuentro muy ajedrecista al comienzo que se desat¨® cuando se activ¨® Arda y su expansi¨®n coincidi¨® con la salida de Messi. Aguant¨® el Atl¨¦tico, resisti¨® el Bar?a, que compitieron por cada palmo hasta el pitido concluyente. De alg¨²n modo, una victoria para el cuadro de Simeone, que en su ¡°partido a partido¡± suma y sigue incluso antes los gigantes. De alg¨²n modo, un triunfo para los de Martino, que en una plaza de enjundia y ante un adversario colmado por su tr¨¢nsito reciente no sali¨® desairado pese a no contar con Messi y Neymar en plenitud.
ATL?TICO, 0 - BARCELONA, 0
Atl¨¦tico: Courtois; Juanfran, Miranda, God¨ªn, Filipe; Arda, Gabi, Tiago (Cristian Rodr¨ªguez, m. 82), Koke; Diego Costa y Villa (Ra¨²l Garc¨ªa, m. 76). No utilizados: Aranzubia; Alderweireld, Ins¨²a, Guilavogui y Sosa.
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦, Mascherano, Jordi Alba; Sergio Busquets, Xavi, Iniesta (Messi, m. 46); Pedro (Sergi Roberto, m. 81), Cesc y Alexis (Neymar, m. 67). No utilizados: Pinto; Bartra, Song y Adriano.
?rbitro: Mateu Lahoz. Amonest¨® Gabi, God¨ªn, Jordi Alba, Mascherano y Alves.
54.800 espectadores en el Vicente Calder¨®n.
En el arranque, poco le dur¨® el nervio al Atl¨¦tico, desbravado muy r¨¢pido por el Bar?a, equipo capaz de anestesiar a cualquiera. El toque de corneta inicial de los de Simeone, equipo vitalista, en¨¦rgico, qued¨® atenuado en cuanto los azulgrana amansaron el juego con un f¨²tbol algo somnoliento, m¨¢s dirigido a templar la noche y rebajar los decibelios del Manzanares que a amenazar de entrada a Courtois. Los porteros pasaron un tiempo a la bartola.
El Bar?a no cay¨® en las emboscadas rojiblancas y el Atl¨¦tico, para disgusto de su t¨¦cnico, qued¨® encapsulado al principio. No es un equipo que se sienta inc¨®modo sin la pelota, pero ante el l¨ªder tard¨® en tener respuestas con ella. Los colchoneros se alejaron demasiado de V¨ªctor Vald¨¦s, con lo que se sent¨ªan incapaces de penalizar a su adversario tras un quite. El Atl¨¦tico quiso correr a muchas, muchas cuadras del ¨¢rea barcelonista y sin apenas efectivos, con muchos futbolistas contenidos, incluidos los laterales, que suelen ser una v¨ªa de escape para los rojiblancos. No era el Atl¨¦tico de las cumbres, sometido al ritmo de su rival, que no necesit¨® asustar a Courtois para sentirse gobernador. Si en el comienzo no hubo focos para los guardametas, tampoco para gente como Villa y Alexis, de puntillas por el Calder¨®n, del que fueron apeados antes del final. Combativos como son, a Pedro y a Costa les falt¨® sutileza, siempre vencidos por sus custodios, con Mascherano y Miranda muy firmes. Sin forzar en ataque, el Bar?a se mantuvo a la espera de Messi y Neymar, suplentes.
Messi, suplente de inicio, es un partido por s¨ª mismo, con ¨¦l todo es posible
Fuera por el imponente cartel que a¨²n tienen los de Martino o por la pericia de estos para amansar a contrarios de corte m¨¢s f¨ªsico, lo cierto es que los azulgrana consiguieron neutralizar un largo periodo a jugadores como Arda y Koke, capitales para catalizar el juego ofensivo del Atl¨¦tico. Durante muchos tramos uno y otro se limitaron al pico y la pala, corre que te corre tras la pelota, su sustento. El peligro local se redujo a las jugadas con el bal¨®n parado, una veta que explota de maravilla por el f¨ªsico de su plantel y el laboratorio de Simeone. Posesivo, el Bar?a tuvo fin en la periferia del ¨¢rea hasta que Messi despeg¨® del banquillo.
Vista la alineaci¨®n visitante era f¨¢cil adivinar que en el Manzanares se preve¨ªan dos partidos, con y sin Messi. La Pulga es un partido por s¨ª mismo, con ¨¦l todo es posible. Otra cosa es constatar su estado f¨ªsico, dif¨ªcil de presagiar porque es cuesti¨®n de Estado en el Barcelona. La entrada del argentino tras el descanso por Iniesta, saco de todos los golpes en un encuentro tenso pero sin brusquedades, dio otro aire al Bar?a, que ya en alg¨²n pasaje logr¨® intimidar a su adversario. La irrupci¨®n de Neymar tuvo menos peso. El Atl¨¦tico no tiene un banquillo tan deslumbrante, pero tiene sus armas y Simeone recurri¨® a Ra¨²l Garc¨ªa, que lleva un curso en ebullici¨®n.
Con el duelo al filo para unos y otros, la mejor respuesta a la pujanza de Messi lleg¨® por parte de Arda, ya con m¨¢s soltura en la ¨²ltima media hora, en la que su equipo ya no se quem¨® con la pelota, no la atiz¨® como al principio. Con ¨¦l logr¨® estirarse m¨¢s el Atl¨¦tico, tener m¨¢s hilo en ataque. Con el argentino y el turco al frente, el choque se mantuvo abierto, sin las correas iniciales y con m¨¢s pulso. El que se espera de los que por ahora son los dos principales aspirantes al t¨ªtulo. Con el Madrid con opciones de arrimarse un poco m¨¢s, la cabeza es un nudo. Al Bar?a se le esperaba, el Atl¨¦tico est¨¢ con un m¨¦rito enorme y ni el campe¨®n le ha podido descolgar. La primera rueda de ambos ha sido fant¨¢stica y el Atl¨¦tico parece apuntarse al ritmo de los 100 puntos. La intriga contin¨²a. Por el momento, entre Atl¨¦tico y Bar?a no hay un mil¨ªmetro, ni en la Liga general ni en la particular.
El resumen del partido
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