Espa?a defiende un pasado de oro

Una de las im¨¢genes que mejor ilustran el car¨¢cter de Manolo Cadenas se produjo hace apenas un a?o, en un partido de Champions entre el Ademar y el Flensburg. Los alemanes, superiores sobre el papel, no consegu¨ªan abrir brecha ante un rival atado al coraje. A cinco minutos del final, Cadenas pidi¨® tiempo muerto y sac¨® la pizarra m¨¢s ¨²til, la de la emotividad: ¡°?Esto es Le¨®n y aqu¨ª mandamos nosotros!¡±, grit¨® a sus pupilos. Esa capacidad por mantener viva una ilusi¨®n es la mejor aportaci¨®n que puede recibir una selecci¨®n campeona del mundo, como la espa?ola, que emprende hoy (contra Hungr¨ªa, 18.15, Teledeporte) su andadura en el Europeo de Dinamarca, ni siquiera un a?o despu¨¦s de tocar el cielo mundial en el Sant Jordi.

Acostumbrado a impregnar de intensidad a sus equipos, la selecci¨®n ha trastocado a este leon¨¦s de 58 a?os, que se estrena con Espa?a en una cita de alcurnia. ¡°Si algo caracteriza a este grupo es el deseo por crecer; los jugadores est¨¢n puestos al 100%, te ponen a ti, y no suelo estar acostumbrado a ello¡±, explicaba Cadenas antes de partir hacia Dinamarca. De ah¨ª que opine que su mayor aportaci¨®n al equipo sea, en realidad, darle poco: ¡°Lo justo para que el deseo vuelva a ser el m¨¢ximo. Ser¨ªa absurdo introducir normas, reglas, en un equipo que ya est¨¢ construido. Hay que seguir con la filosof¨ªa de Juan Carlos Pastor, de Valero Rivera¡±.

Dinamarca, anfitriona y vigente campeona de Europa, y Croacia, principales favoritos

El hecho de que sus predecesores sean campeones del mundo (2005 y 2013) no inquieta ni presiona al nuevo seleccionador. ¡°Solo tengo ilusi¨®n y responsabilidad, mucha responsabilidad por estar al mando de este equipo¡±, insiste una y otra vez Cadenas, eterno ocupante del banquillo del Ademar (13 a?os en dos etapas), aunque tambi¨¦n ocupara el del Barcelona, Granollers, Valladolid o el del Teka de Santander, con quien logr¨® all¨¢ por 1990 su primer t¨ªtulo internacional y en donde ha preparado su primer gran torneo como seleccionador. Entre un momento y otro, m¨¢s de 20 a?os en los banquillos espa?oles, su mejor carta de presentaci¨®n, aunque ahora, como casi toda la selecci¨®n ¡ªcomo casi todo el balonmano¡ª, haya tenido que emigrar y compagine el cargo con el de preparador del Wisla Plock, de Polonia. A fin de cuentas, sobre todo para las de la federaci¨®n, lo segundo permiti¨® lo primero, y en Polonia tan contentos por poder contar con el entrenador de la campeona del mundo.

Cadenas lleg¨® a la selecci¨®n el pasado mayo de la mano de la nueva junta que preside Francisco Bl¨¢zquez. Si bien la relaci¨®n entre ambos es nula, desde el primer momento Cadenas ha sabido gestionar, y alabar, el legado de Valero Rivera. El bloque que acude a Dinamarca es b¨¢sicamente el que se colg¨® el oro en el Mundial hace un a?o. Con dos bajas notables ¡ªla de Sterbik en porter¨ªa y la retirada de la selecci¨®n de Alberto Entrerr¨ªos¡ª y una duda inquietante, el estado de forma de Julen Aginagalde. Aunque no haya podido formar en ninguno de los partidos de la preparaci¨®n, el pivote irundarra ha viajado a Dinamarca. ¡°No va a empezar jugando, pero es una baza m¨¢s, lo suficientemente importante¡±, asegura Cadenas. La presencia de uno de los jugadores m¨¢s desequilibrantes de este deporte, aunque sea en la segunda fase, se antoja definitiva para los intereses de un equipo que sigue palideciendo en el lanzamiento exterior, m¨¢s a¨²n con la baja de ¨²ltima hora de Alex Dujshebaev.

¡°A pesar de las bajas, no hemos perdido determinaci¨®n¡±, destacar Cadena. El que Dinamarca sea la anfitriona y la vigente campeona europea son motivos suficientes para que el t¨¦cnico espa?ol le otorgue los galones de favorita al t¨ªtulo. Croacia se antoja como la otra gran candidata en una terna en la que Espa?a prefiere ir de tapada. Los partidos de la primera fase dirimir¨¢n el verdadero estado de la campeona mundial. Un buen resultado allanar¨ªa el camino de la segunda fase. All¨ª espera Dinamarca, sedienta de revancha tras la paliza a la que fue sometida en el Sant Jordi con aquel ya eterno 35-19 del 27 de enero de 2013. Una lecci¨®n magistral de balonmano con la que Espa?a se hace respetar. Una carga de responsabilidad a defender.