La inc¨®gnita de Garbi?e

¡°Garbi?e juega muy r¨¢pido, encima de la l¨ªnea. Tiene muchas palancas [mide 1,82m] y por eso juega bastante recto. Ella juega como est¨¢ enfocado el futuro del tenis. Es un tenis totalmente anti la forma de jugar en Espa?a. Lo contrario. Totalmente lo opuesto. A dos o tres tiros¡±. M¨¢s claro agua. Alejo Mancisidor habla de Garbi?e Muguruza, su pupila, tenista de 20 a?os que acaba de ganar en Hobart su primer t¨ªtulo. Una pegadora que en el Abierto de Australia se enfrenta a un duro debut (Kanepi, la n¨²mero 25) mientras mantiene una inc¨®gnita que le persigue en cada entrevista. Todav¨ªa no ha decidido si representar¨¢ a Espa?a, el pa¨ªs en el que se entrena y se ha criado desde los seis a?os, o a Venezuela, el pa¨ªs de su madre, el de su nacimiento y en el que se radica la empresa familiar.

¡°Espero que a final de temporada, y con mayor tranquilidad, podamos tomar una decisi¨®n. No tengo prisa¡±, explic¨® Muguruza a principios de 2014, cuando se reincorpor¨® a la competici¨®n tras seis meses de baja dedicados a superar una osteocondritis disecante de astr¨¢galo en un tobillo. ¡°Es un tema m¨¢s que cerrado este a?o¡±, apunta su equipo, que prefiere mantener a la n¨²mero 38 alejada de los periodistas hasta que complete su debut en Melbourne. ¡°Es una decisi¨®n muy importante en su vida. No va a haber ni medio debate, porque no va a decidir ahora. Quiere aparcarlo. A final de a?o¡­¡±.

Los Muguruza, una familia de ingenieros, tienen una empresa de tornillos y piezas de metal a las afueras de Caracas, la capital de Venezuela, un pa¨ªs en el que el chavismo interpreta la realidad desde el amor incondicional por la bandera. Ahora, una tenista prometedora que podr¨ªa jugar la Copa Federaci¨®n con el pa¨ªs americano o con Espa?a intenta digerir su primer t¨ªtulo para que no se le atragante el debut en Australia. ¡°No sabes qu¨¦ puede pasar¡±, dice Macidisor. ¡°Esta es una cosa nueva. Podemos intentar prepararnos para que no nos pase nada raro, pero al final es una novedad. Tiene que saber llevar esa presi¨®n. ¡®?Qu¨¦ rara me siento!¡¯, me dice ella¡±.