Cristiano silencia a El Sadar
Un gol de falta del portugu¨¦s evita a Osasuna toda posibilidad de remontada
El Madrid despach¨® a Osasuna sin alardes, aferr¨¢ndose a la combatividad de Cristiano para liquidar una eliminatoria despojada de emoci¨®n desde la ida. El pase a cuartos se cerr¨® en un escenario extra?o por silencioso. No se recuerda una visita m¨¢s deprimente del Madrid a El Sadar. La pol¨ªtica del club, resuelto en elevar las entradas m¨¢s baratas hasta 80 euros y a cobrar a los abonados, despobl¨® las gradas. No hubo ni media entrada en un recinto tradicionalmente hostil hacia los visitantes madridistas. Los pocos que acudieron al campo asistieron a lo m¨¢s parecido a un simulacro. Una falta directa de Cristiano y una excelente jugada de Jes¨¦ y Di Mar¨ªa cerraron la disputa y expulsaron al p¨²blico antes del final.
OSASUNA, 0 - R. MADRID, 2
Osasuna: Andr¨¦s Fern¨¢ndez; Oier, Miguel Fla?o, Loties, Joan Oriol (Satr¨²stegui, m. 65); Pu?al, Raoul Loe; Cejudo (Jos¨¦ Garc¨ªa, m.61), De las Cuevas (Oriol Riera, m.80), Torres; y Acu?a.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentr?o; Alonso (Casemiro, m. 64), Illarramendi; Di Mar¨ªa, Isco, Jes¨¦ (Morata, m. 68); y Cristiano (Bale, m. 62).
Goles: 0-1. M. 21. Cristiano Ronaldo. 0-2. M. 55. Di Mar¨ªa.
?rbitro: Mateu Lahoz. Mostr¨® amarilla a Oier, Loe, Torres, Riera y a los visitantes Arbeloa (m. 33) y Coentr?o (m. 43 y 85), que fue expulsado por doble amonestaci¨®n.
Un total de 10.403 espectadores en El Sadar.
Escaseaban las ideas esclarecedoras en el Madrid una vez que el equipo pasaba la l¨ªnea del medio campo. No es sencillo pensar donde no hay orden, y la ins¨®lita distribuci¨®n de funciones entre Isco (en la punta del ataque), Jes¨¦ (en el extremo derecha) y Di Mar¨ªa (en la media punta), pareci¨® desorientar a m¨¢s de un jugador. Fue entonces, en medio del desconcierto, cuando Cristiano abri¨® brecha por la v¨ªa directa. El portugu¨¦s embisti¨® sin descanso a una defensa que lo esper¨® escalonada, acumulando gente en su trayectoria. Oier no encontr¨® la manera legal de pararle y recibi¨® una amarilla por hacerle falta. A los 20 minutos el que golpe¨® a Cristiano fue Loe. El ¨¢rbitro se?al¨® la falta, mostr¨® la segunda amarilla, y desencaden¨® el ritual del tiro libre. Fue el principio del fin de la eliminatoria.
Cristiano midi¨® la distancia, abri¨® las piernas, y esper¨® a que Pepe se apretara en la barrera, tapando la visi¨®n del portero Andr¨¦s Fern¨¢ndez. El disparo fue el est¨¢ndar en el repertorio del goleador. Empeine interior, golpe de cintura, frente baja, y m¨¢s potencia que colocaci¨®n. La pelota despeg¨® como un cohete, super¨® la barrera por donde un instante antes hab¨ªa estado la cabeza de Pepe, que se agach¨®, y sorprendi¨® a Fern¨¢ndez. El meta pudo embolsarla en su pecho sin mover los pies pero solo atin¨® a despejar de pu?os. No hubo caso. El efecto de la pelota, la ca¨ªda violenta, le desmont¨® la intenci¨®n. El bal¨®n bot¨® en el suelo y se le col¨® entre las piernas. El gol, el 3-0 en el global de la eliminatoria, sepult¨® a Osasuna.
La ventaja impuls¨® un ligero cambio en la colocaci¨®n del Madrid, que se repleg¨® unos metros sobre su campo. Pepe, Ramos y Alonso coordinaron una cobertura segura. Fue intachable la firmeza y la concentraci¨®n con que se comport¨® la defensa en los primeros 40 minutos. No concedieron tregua a Osasuna, que no consigui¨® evolucionar ni jugando en largo ni en corto, ni por afuera ni por dentro. Solo momentos antes del descanso, habilitado por la cesi¨®n de terreno y de bal¨®n, los jugadores de Osasuna se dieron el gusto de tener la pelota m¨¢s que su rival. Tocando con soltura provocaron tres disparos en tres maniobras consecutivas. Cejudo, que envi¨® al palo, y De las Cuevas y Torres, que pusieron a prueba a Casillas, animaron una eliminatoria apagada. El capit¨¢n del Madrid asegur¨® el cero en su porter¨ªa. Todav¨ªa no recibe un gol en esta Copa.
El Madrid sali¨® a esperar en la segunda parte y oblig¨® a Osasuna a exponerse. Pero el equipo que dirige Javi Gracia perdi¨® est¨ªmulos. El clima fr¨ªo del estadio se traslad¨® al campo y el gol de Cristiano desanim¨® cualquier perspectiva de remontada. La falta de tensi¨®n caracteriz¨® el partido en lo sucesivo, y se contagi¨® a los dos equipos. Fue en esos momentos cuando Jes¨¦ sorprendi¨® a sus marcadores con un desmarque que rompi¨® el flanco izquierdo del equipo navarro. El canterano dej¨® atr¨¢s al lateral y puso un centro precioso que Di Mar¨ªa explot¨® con mucha clase. La gran definici¨®n del argentino, abnegado pero perdido durante toda la noche, inspir¨® a la gente a abandonar el campo. No quedaba mucho por ver, ni en un lado ni en otro. Bale, sustituto de Cristiano, no aport¨® nada. Morata, que entr¨® en la segunda parte, debi¨® retirarse despu¨¦s de recibir un codazo de Pu?al en la cara. Y Coentr?o se hizo expulsar con una patada alevosa contra Oier. La agresi¨®n es s¨ªntoma de la desafecci¨®n del portugu¨¦s hacia el equipo. Llevaba un mes de baja por lesi¨®n y no da la impresi¨®n de querer volver.
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