El tr¨¦bol de Kostecki
El estadounidense fue el primer navegante que conquist¨® la Volvo Ocean Race (2002), la Copa Am¨¦rica (2010 y 2013) y una medalla ol¨ªmpica (1988)
Curtido en los cinco oc¨¦anos de la Tierra, en las situaciones m¨¢s extremas y en los parajes mar¨ªtimos m¨¢s estramb¨®ticos del globo, para John Kostecki (Pittsburgh, 1964) no hay lugar m¨¢s atractivo para navegar que las aguas de la bah¨ªa de San Francisco. All¨ª labr¨® sus primeras victorias junto a j¨®venes como John Bertrand, Paul Cayard o Tom Blackaller. All¨ª forj¨® una carrera excepcional. ¡°Nuestro deporte es uno de los m¨¢s complejos por la cantidad de variables que influyen en la pr¨¢ctica. Creo que la gente desconoce la cantidad de complicaciones a las que tenemos que hacer frente d¨ªa a d¨ªa para competir¡±, explica el estadounidense, uno de los iconos de la navegaci¨®n moderna. No obstante, fue el primero en lograr el hermoso ramillete que conforman su metal ol¨ªmpico (1988), la Volvo Ocean Race (2002) y la Copa Am¨¦rica (2010 y 2013).
Se fogue¨® junto a j¨®venes como Bertrand, Cayard o Blackaller en las aguas de la bah¨ªa de San Francisco
Iniciado en el mundo de la vela por la invitaci¨®n de un amigo, se fogue¨® cuando era un adolescente en las juguetonas aguas de San Francisco, donde los vientos, la marea y las corrientes se transforman d¨ªa a d¨ªa. En ese terreno se esculpi¨® este excelente marinero de tallo fornido, campe¨®n del mundo en las clases Sunfish, Soling, J/24 y que mientras apuraba sus estudios en el instituto ya mascullaba el sue?o ol¨ªmpico. Este lleg¨® en 1988, con solo 24 a?os, en Se¨²l. Y en forma de plata. ¡°Al principio no est¨¢bamos demasiado contentos¡±, recuerda Kostecki, que finaliz¨® segundo en la clase Soling, por detr¨¢s del alem¨¢n Jochen Sch¨¹mann; ¡°¨ªbamos convencidos de ganar. Estuvimos casi toda la prueba por delante, pero ¨¦l ten¨ªa m¨¢s experiencia¡±.
Se embarc¨® despu¨¦s en la hermosa locura de dar la vuelta al Mundo, el desaf¨ªo entre los desaf¨ªos. Teste¨® la aventura en la edici¨®n de 1997/1998, como copatr¨®n y t¨¢ctico del Chessie Racing, y elev¨® el cetro cuatro a?os despu¨¦s, en la 2001/2002. En el inicio de la era Volvo. La llegada definitiva del profesionalismo y la innovaci¨®n tecnol¨®gica. Bajo bandera alemana, a lomos del Illbruck Challenge, el estadounidense vivi¨® una experiencia maravillosa tras casi cuatro a?os de entrenamientos previos y una inversi¨®n de 14 millones de euros por parte del equipo.
Gan¨¦ una medalla ol¨ªmpica, pero la Volvo es lo m¨¢ximo. Fue absolutamente incre¨ªble"
Despu¨¦s del susto en la segunda etapa, cuando la nave estuvo a punto de hundirse cerca de Ciudad del Cabo, Kostecki y los suyos mantuvieron un vibrante pulso con Assa Abloy. En la fase decisiva de la regata, en el esprint final para circundar Europa, el Illbruck vol¨® como una centella. Estableci¨® un nuevo r¨¦cord de distancia en 24 horas en el Atl¨¢ntico y en la s¨¦ptima etapa bati¨® el r¨¦cord de velocidad en monocascos al navegar 484 millas en 20:02. Despu¨¦s, la llegada a Kiel (Alemania) del victorioso barco germ¨¢nico. El ¨¦xtasis. ¡°Ya ten¨ªa una medalla ol¨ªmpica, pero esto es lo m¨¢ximo. Fue absolutamente incre¨ªble. Hab¨ªa cientos de personas anim¨¢ndonos, es dif¨ªcil de describir. No dud¨¦ nunca de que ganar¨ªamos¡±, recuerda el estadounidense, dominador de todas las funciones de proa a popa.
La Copa Am¨¦rica era, por tanto, el ¨²nico gran trofeo que le quedaba a Kostecki para completar el tr¨¦bol de victorias. No se le resisti¨® tampoco este ¨²ltimo objetivo. Lo obtuvo por partida doble, en 2010 y 2013, a bordo del Oracle. En la ¨²ltima edici¨®n, dilucidada en septiembre, tras una heroica remontada (9-8, despu¨¦s de ir 1-8) frente al New Zealand. Un triunfo que supuso la coronaci¨®n a una trayectoria impecable. La obtenci¨®n del Grand Slam de la vela.
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